La oposición interna de Cuba se moviliza en torno a tres proyectos que se complementan y tienen el objetivo común de buscar cambios democráticos por vías pacíficas, según activistas disidentes.
El Proyecto Varela es una iniciativa constitucional para pedir un referendo sobre cambios al sistema socialista, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba se propone multiplicar las fuerzas opositoras y la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada intenta poner a debate una carta de derechos ciudadanos.
Esos proyectos no están articulados entre sí, pero tienen de común denominador el desacuerdo con el modelo totalitario, dijo a IPS el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez.
Por su parte, Vladimiro Roca, quien cumplió una pena de prisión de 1977 a mayo de este año acusado de sedición por sus llamados a la abstención electoral y demandas de reformas políticas, sostuvo que la oposición cubana está unida en lo diverso.
Todos queremos cambios, pero en cómo lograrlo hay diversidad, explicó a IPS Roca, firmante en 1997 del documento La Patria es de Todos junto a Félix Bonne, Martha Beatriz Roque y René Gómez, conocidos como el Grupo de los Cuatro.
Las propuestas opositoras están sustentadas por agrupaciones que carecen de reconocimiento legal, aunque cierta tolerancia oficial les ha permitido en los últimos años desarrollar sus actividades, seguidas muy de cerca por las autoridades policiales.
Nos hemos multiplicado, hace 15 años éramos menos de 10, ahora somos miles, aseguró Roca, un defensor de la proliferación de grupos como forma de sobrevivencia. Si fuéramos todos juntos, sería muy fácil destruirnos, precisó.
Sánchez, en tanto, consideró a Todos Unidos, una red que aglutina a más de 100 agrupaciones, el movimiento de mayor convergencia y capacidad de convocatoria.
Es el que llevó a buen puerto al Proyecto Varela, añadió, en referencia a la iniciativa que se apoyó en la Constitución para pedir un referendo sobre cambios en el régimen socialista y que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), fuertes críticos de la situación de derechos humanos en Cuba.
Para medios opositores, el Parlamento Europeo refrendó el apoyo de la UE al Proyecto Varela con la entrega el 17 de este mes del premio Sajarov a los Derechos Humanos y la Libertad de Pensamiento a Oswaldo Payá, principal promotor de esa propuesta.
Ese galardón es un reconocimiento a la oposición interna, que hasta ahora era conocida, pero no reconocida, comentó Roca, quien luego de quedar en libertad optó por integrar las filas de Todos Unidos, junto a Sánchez.
Roca entiende que también fue un logro de la gran presión internacional la autorización otorgada por las autoridades a Payá para viajar a recibir el premio a Estrasburgo, la nororiental ciudad francesa sede del Parlamento Europeo.
El Proyecto Varela, presentado en mayo en el parlamento acompañado de la firma de 11.020 ciudadanos, pide la convocatoria a un referendo para consultar sobre la libertad de expresión y de asociación, una nueva ley electoral, elecciones generales y la amnistía para los presos políticos.
Esta iniciativa sigue sin la respuesta que establece la ley, se quejó Sánchez. Pero el gobierno cubano cerró la puerta a los cambios propugnados por la oposición mediante una reforma constitucional que declaró inamovible el socialismo cubano.
La demanda disidente fue denominada así en homenaje al sacerdote católico, filósofo, político y periodista Félix Varela y Morales, uno de los pensadores más relevantes del independentismo cubano en el siglo XIX.
En tanto, los otros tres miembros del Grupo de los Cuatro, que en el pasado lideró Roca, impulsan actualmente la llamada Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, definida como una idea de trabajo conjunto para multiplicar fuerzas opositoras.
Martha Beatriz Roque, una de las cabezas más visibles de ese agrupamiento, dijo que más de 400 organizaciones del país se han congregado con el objetivo de educar y formar a la población en los hábitos democráticos.
La Asamblea se estructura en comisiones permanentes de trabajo sobre asuntos sindicales, ecológicos, recopilación histórica, prensa e información y cultura, entre otros asuntos. Nuestro trabajo es totalmente civilista. No somos un partido político, aseguró Roque a IPS.
Los asambleístas tuvieron su primera prueba de fuego el 10 de este mes, cuando alrededor de 70 personas se reunieron en la residencia de Roque para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
La jornada transcurrió sin incidentes con las autoridades policiales, que no interfirieron el desarrollo de la manifestación opositora.
Es un espacio que nos hemos ganado con mucho sacrificio, que se debe al peso creciente que la oposición ha tomado en el país, comentó Roque al término de la reunión, presenciada en calidad de observador invitado por un diplomático estadounidense.
Sánchez admitió que en los últimos dos años el gobierno ha aceptado ese tipo de actividades en recinto cerrado. Es un paso de avance, pero no cambia el hecho de que Cuba sigue presentando la peor situación de derechos civiles, políticos y económicos del hemisferio occidental, apuntó.
Una tercera iniciativa, promovida por la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, intenta someter a debate el anteproyecto de una carta de derechos fundamentales de los cubanos, mediante encuestas efectuadas a partir del segundo semestre de este año entre cubanos de dentro y fuera del país.
Sus organizadores aclararon que esta propuesta no pretende convertirse en alternativa al Proyecto Varela y el objetivo final de la consulta es que en Cuba se respeten todos los derechos.
Los derechos humanos no tienen ideología y sirven lo mismo para socialistas, comunistas, liberales, democratacristianos o socialdemócratas, dijeron promotores de este empeño, que califican de cívico.
La Mesa está integrada por los partidos Corriente Socialista Democrática, Solidaridad Democrática, Movimiento por la Democracia y el Movimiento Acción Nacionalista Independiente, entre otras agrupaciones.
El texto enumera en 35 artículos los derechos individuales, sociales, culturales y económicos, mientras que del 36 al 45 se refieren a los deberes ciudadanos hacia la nación, la comunidad y la persona humana.
Defensores de esta iniciativa indicaron que se trata de un borrador para que los ciudadanos cubanos puedan opinar sobre el particular.
Ofrecer una propuesta definitiva a los ciudadanos sin previa consulta sería no respetar su capacidad y autonomía individuales, dijeron.
Los sectores disidentes en la isla son tildados de mercenarios al servicio del imperio por el gobierno cubano de Fidel Castro, que acusa a Estados Unidos de financiarlos para fomentar la subversión interna.
Según Sánchez, la oposición no pide apoyos, pero aprecia la política de respaldo internacional.
Nuestras propuestas son públicas y no podemos impedir que alguien exprese de alguna forma su simpatía o apoyo, incluso por intereses políticos sesgados o muy marcados, como el caso de Washington, aseveró este activista. (FIN/IPS/pg/dm/ip/02