CHIPRE: Carrera contra el tiempo hacia la UE

Las perspectivas de que Chipre se sume a la Unión Europea (UE) como estado indiviso son aún inciertas, pues las comunidades de origen griego y turco mantienen puntos de vista irreconciliables a pesar de un tímido acercamiento entre Ankara y Atenas.

Los líderes grecochipriotas y turcochipriotas continúan divergiendo en una carrera contra el tiempo en lo que parece ser la última oportunidad de resolver el viejo problema de esta isla en el oriente del mar Mediterráneo, según muchos observadores.

En la última cumbre de la UE en Copenhague, los representantes de ambas comunidades fijaron como fecha límite el 28 de febrero de 2003 para llegar a un acuerdo sobre la base del plan de reunificación propuesto por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Si no hay acuerdo, el sur de Chipre, de mayoría griega y reconocida por la comunidad internacional como representante de toda la isla, ingresaría en la UE en mayo de 2004, dejando al norte turco en un limbo permanente.

Esto perjudicaría el sueño de Turquía de integrarse en el bloque europeo, si no lo disuelve para siempre. Ankara afirmó estar dispuesta a llegar a un acuerdo, pero todavía debe convencer al presidente de la autodenominada República Turca de Chipre Septentrional, Rauf Dnkta, de que sea más flexible.

Tanto Atenas y Ankara como ambas comunidades chipriotas dijeron estar de acuerdo en que el plan de la ONU sea la base de las negociaciones para la reunificación.

Chipre, que se independizó en 1960 de Gran Bretaña, permanece dividida desde que Turquía tomó 34 por ciento del territorio del norte, donde hoy viven 200.000 de los 927.000 habitantes, en respuesta a un golpe grecochipriota para integrar la isla con Grecia en 1974.

Luego de la intervención militar turca en el norte, unos 100.000 grecochipriotas debieron huir al sur. Los turcochipriotas musulmanes constituyen 18 por ciento de la población del país, y los grecochipriotas, seguidores de la Iglesia Ortodoxa Griega, 78 por ciento.

En 1983, los turcochipriotas declararon la independencia de la República Turca de Chipre Septentrional, que solo cuenta con el reconocimiento internacional de Ankara.

El plan de Annan prevé reducir el territorio en poder turco, permitir que los grecochipriotas regresen a sus hogares en el norte y crear un nuevo estado en que ambas comunidades compartan el poder.

Los grecochipriotas, entusiasmados con la segura integración en la UE, quieren tener un verdadero estado y más influencia en la administración nacional, pero los turcochipriotas consideran excesiva la concesión territorial propuesta y quieren poseer mayor poder en el gobierno central.

”Todos perderán si no se encuentra una solución para Chipre”, dijo el analista político chipriota Mehmet Alí Birant, consultado con frecuencia por la televisión turca.

La UE afirmó estar dispuesta a admitir la región meridional de Chipre en representación de toda la isla, pero añadió que preferiría integrar el estado unificado.

Por su parte, Estados Unidos ha manifestado su deseo de que se encuentre una solución definitiva para acabar con la tensión en la isla, muy cercana al volátil Medio Oriente.

La posible solución depende del gobierno turco encabezado desde noviembre por el Partido de Justicia y Desarrollo, de raíces islámicas. El partido anunció su deseo de resolver la disputa en Chipre, pero manifestó algunas reservas respecto del plan de Annan.

Pero Denkta, de 78 años, está más dispuesto a obtener concesiones que a hacerlas, y sostuvo que el plan del secretario general de la ONU es una ”trampa”.

El nuevo gobierno turco se dice comprometido con encontrar una solución a la disputa, pero ha cambiado mucho su tendencia conciliatoria.

En una reunión convocada por el presidente Ahmed Necdet Sezer a la que asistieron altos mandos militares, las autoridades de Turquía cuestionaron la legalidad de la eventual admisión a la UE del sur de Chipre en caso de que no se llegue a un acuerdo para febrero del año próximo.

Atenas y los grecochipriotas están ansiosos, pero Ankara teme que una buena cantidad de turcochipriotas formen un movimiento contra Denkta. Ya hay manifestaciones públicas contra el anciano líder por parte de movimientos que aspiran a ingresar a la UE cuanto antes.

Informes de prensa señalan que turcochipriotas comienzan a tramitar el pasaporte del gobierno grecochipriota con la esperanza de pertenecer a la UE, pues la economía en el norte de la isla está muy afectada por un embargo internacional.

Cada vez más partidos políticos y medios de prensa turcochipriotas afirman que Denkta ya no representa a la mayoría de la comunidad.

”Denkta y sus asesores intentan encontrar un camino para perpetuar la actual falta de soluciones para Chipre”, escribió el influyente analista Ismet Berkan en el periódico Radikal.

Mientras, Grecia y Turquía siguen adelante con un tímido acercamiento diplomático.

Pero ”la tensión en Chipre podría afectar toda la región” del Mediterráneo oriental ”en el corto plazo y, entonces, sería imposible romper el círculo vicioso”, señaló Birant. (FIN/IPS/tra- eng/ht/ss/rp/mj/ip/02

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