(Arte y Cultura) VENEZUELA: Artistas e intelectuales toman partido

La crisis política de Venezuela también alcanzó al mundo del arte y la cultura, cuya actividad se detuvo este mes en el marco de la huelga contra el gobierno de Hugo Chávez y sus protagonistas se dividen al son del resto de la sociedad.

Manifiestos de artistas e intelectuales que demandan una solución electoral o directamente la renuncia de Chávez son contrapuestos con actuaciones de colegas en apoyo al gobierno.

Así, una declaración firmada por unas 400 personalidades de la cultura para pedir elecciones inmediatas y la recuperación de un clima de ”libertad y tolerancia” fue respondida desde la acera opuesta por los cantantes Cecilia Todd y Evio di Marzo con un concierto por la paz.

El llamado ”paro cívico”, iniciado el 2 de este mes por iniciativa de la Central de Trabajadores de Venezuela, la asociación empresarial Fedecámaras y partidos y grupos sociales de oposición, prácticamente clausuró las salas de teatro, de cine y de otras disciplinas artísticas.

La huelga general afectó la actividad de las salas cinematográficas de arte, de ensayo y las de exhibición de películas comerciales, ubicadas estas últimas en su mayoría en los grandes centros de compra minorista.

Los museos también trabajan de modo parcial, sin sus actividades habituales de acceso a los archivos y otros servicios, y hasta debió limitarse a una función diurna de fin de semana el tradicional montaje del ballet Cascanueces, en el Teatro Teresa Carreño, el más importante del país.

Mientras, unos 500 artistas se reunieron para confeccionar juntos 165 banderas de Venezuela, para ser llevadas en las manifestaciones opositoras.

Jesús Soto y Carlos Cruz Diez, dos de los artistas plásticos más reputados del país y creadores del llamado arte cinético, por primera vez ofrecieron declaraciones políticas.

”Soy un demócrata, aunque no un protagonista de estos temas, pero hoy debo decir que me uno al coro de voces que le piden la renuncia al presidente Chávez”, dijo Soto.

Por su parte, Cruz Diez reclamó que ”el Estado, la sociedad civil, los notables y los políticos cuestionados se reúnan para dar una inmediata solución a la crisis”.

”A nosotros, los artistas que hemos dedicado la vida a cultivar y estimular en los otros la reflexión, la sensibilidad y la belleza, también nos concierne la política y la economía”, dijo Cruz Diez al justificar su petición.

La aparición pública de artistas e intelectuales en asuntos políticos, como el pedido de elecciones adelantadas, es explicado por el escritor Luis Britto como ”un triunfo de la participación”, que, a su juicio, ha promovido el gobierno de Chávez.

”En los años 60 hubo una participación muy intensa de los intelectuales en favor de la izquierda, y muchos de ellos fueron muertos, presos o exiliados”, comentó Britto a IPS.

Sin embargo, ”desde los años 70, parte de la intelectualidad fue integrada a los aparatos culturales con becas y subsidios, y se 'desincorporaron' de la actividad política”, añadió.

”Lamentablemente, durante 30 años, la ayuda al sector cultural se convirtió en un subsidio al silencio”, aseguró.

Para Britto, a partir de 1998 (año del triunfo electoral de Chávez) se produjo un reingreso de los intelectuales a la vida política, pues comenzaron a darse cuenta de que hay un país a su alrededor y muchos de ellos asumieron una actitud crítica frente al gobierno”.

Por su parte, el arquitecto Guillermo Barrios, desde el sector abiertamente opositor, explicó que la participación de los artistas e intelectuales en la política se debe a que ”este gobierno ha propiciado el sectarismo, el cual se opone a todo lo que representa la cultura”.

El crítico Juan Antonio González destacó, a su vez, que la participación en política de los artistas se da en medio de una virtual paralización de la actividad cultural, que era tradicional de Venezuela.

”La política del gobierno de Chávez ha sido la de estrangular a todas las instituciones culturales desde el punto de vista presupuestario. Tanto es así que hasta noviembre sólo habían recibido los fondos correspondientes a la primera mitad el año”, dijo González a IPS.

Esa falta de presupuesto se ha traducido en retrasos en el pago de salarios de los músicos de las orquestas sinfónicas, de los miembros de los cuerpos de ballet, de tramoyistas, secretarias y demás personal de las instituciones artísticas estatales.

El Teatro Nacional de Venezuela no ha presentado ninguna función este año, mientras que el Teatro Municipal de Caracas, reabierto hace unos meses, se ha convertido en sede de actos políticos oficialistas.

”El teatro ha reducido sus montajes a monólogos o piezas que requieran poca inversión. Los dos principales museos del país, como son la Galería de Arte Nacional y el Museo de Bellas Artes, se limitan a mostrar sus colecciones permanentes y sus obras peligran porque no se le ha pagado a las aseguradoras”, apuntó González.

A ello se suma la crisis de la editorial estatal Monteávila, que arrastra una deuda de unos 1.500 millones de dólares, y ha dejado de cancelar derechos de autor, después de paralizar prácticamente sus publicaciones.

En cuanto al cine, sólo se han rodado este año tres largometrajes, dos de ellos con el mismo equipo de producción para ahorrar gastos, mientras que el tercero se realizó en formato de vídeo digital, que abarata costos. En los tiempos de bonanza se producían una 12 películas anuales.

González comentó que lo único que ”ha funcionado este año en la cultura ha sido la que promueve el sector privado”.

”Además, el gobierno ha tratado de centrar su actuación en el interior del país, donde se han creado tres casas regionales de la cultura que se dedican especialmente a la artesanía, pero en verdad no se sabe qué programación tienen”, concluyó. (FIN/IPS/hm/dm/cr/02

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