Las relaciones de Alemania con América Latina pasan por su mejor momento y su intensidad y amplitud se dan de la mano con la intención de la Unión Europea (UE) de alcanzar un acuerdo comercial con esa región americana, según portavoces de Berlín.
América Latina ha respondido a la globalización con la creación o la consolidación de procesos de integración regionales, que le ha permitido obtener mayor peso en la comunidad internacional.
Es el caso del Mercado Común del Sur (Mercosur), conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, de la Comunidad Andina de Naciones, que reúne a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, y de Chile, con el tratado bileteral de comercio firmado este mes con Estados Unidos.
También México comenzó a jugar fuerte a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que lo asoció desde 1994 con Estados Unidos y Canadá.
En ese contexto, Alemania aparece como uno de los países de la UE más entusiasta en que ese bloque firme un acuerdo comercial con el Mercosur antes o al menos de modo simultáneo a la concreción del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), fijada para fines de 2005.
El gobierno alemán de Gerhard Schroeder entiende que la cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, celebrada en 2000 en Río de Janeiro, fue el comienzo de una nueva fase de aproximación entre las dos partes y donde las negociaciones europeas con el Mercosur retomaron fuerza.
Pero se advierte que la posibilidad de la puesta en marcha del ALCA, con relaciones cerradas a otras áreas del mundo, perjudicaría sensiblemente a la propia América Latina como a la UE.
En cambio, la unión comercial de América abierta a la UE, con 375 millones de habitantes, beneficiará a las dos partes, consideraron portavoces ministeriales de Alemania.
Sin embargo, América Latina ofrece actualmente un panorama complejo en el campo político, institucional, económico y social.
La situación política de América Central ha mejorado tras los procesos de paz de los años 90, lo cual explica el éxito del encuentro celebrado en octubre en la ciudad alemana de Bonn con motivo del Día de Iberoamérica, que congregó a miles políticos, banqueros, economistas y empresarios latinoamericanos y alemanes.
Expertos del gobierno de Schroeder destacaron los esfuerzos por alcanzar la integración centroamericana, que daría una sola voz a los 37 millones de habitantes de esa zona.
La UE espera, sin embargo, que Guatemala profundice las acciones establecidas en los acuerdos de paz alcanzados a mediados de los años 90, mientras Alemania aplaude la firme voluntad del gobierno nicaragüense de Enrique Bolaños de luchar contra la corrupción.
En tanto, Brasil sigue siendo un socio estratégico para Alemania y la muestra de ello es la consolidación de las relaciones bilaterales lograda con la visita de Schroeder en febrero a ese país.
Los voceros alemanes entienden que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que asumirá en enero en Brasil, no impondrá cambios a esa alianza estratégica y ven con agrado la propuesta de darle un carácter más político al Mercosur.
También expresaron preocupación por la depresión que atraviesa Argentina, ante lo cual se comprometieron a respaldar las negociaciones del gobierno de Eduardo Duhalde con el Fondo Monetario Internacional y alentaron la realización en 2003 de las elecciones presidenciales y un plan de estabilidad de largo aliento.
Por otra parte, destacaron los acuerdos comerciales firmados por Chile con la UE a mediados de año y con Estados Unidos este mes.
En tanto, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) presenta un alto grado de integración, pero la crisis política que afrontan Colombia y Venezuela impide un avance más efectivo para constituirse un interlocutor válido como bloque frente a la UE.
La CAN recibe hoy un trato preferente de tarifas arancelarias por parte del bloque europeo, mientras se desarrollan conversaciones para crear una zona de libre comercio común.
Berlín confirmó su apoyo a una solución pacífica del conflicto interno armado en Colombia y avaló la política del gobierno de Alvaro Uribe de insistir en su derecho de ejercer el monopolio del uso de fuerza, sin descuidar por ello la asistencia paralela a la población afectada.
Sin embargo, el Plan Colombia, de lucha antidrogas y con asistencia de Estados Unidos, le merece algunas reservas a Alemania por haber puesto mayor énfasis en el aspecto militar que en el civil.
Mientras, Alemania aspira a que los venezolanos encuentra una salida pacífica de la crisis política que los divide y, por ello, saluda la mediación que lleva adelante el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria.
En cuanto a Cuba, los portavoces de Berlín indicaron que se incrementarán las relaciones bilaterales a nivel cultural, con la apertura en La Habana de una filial del oficial Instituto Goethe, que promoverá contactos con unos 30.000 cubanos que estudiaron o trabajaron en la hoy desaparecida República Democrática Alemana.
Cuba es, por otro lado, uno de los principales destinos turísticos de miles de alemanes cada año.
Ecuador representa otro punto importantes en las relaciones de Alemania con América Latina, ya que es el principal comprador europeo de banano ecuatoriano y factor importante de distribución en el bloque.
El presidente alemán, Johannes Rau, recibirá entre el 16 y el 18 de este mes al mandatario electo de Ecuador, Lucio Gutiérrez.
Rau se prepara, asimismo, para recibir en enero y como primer invitado de 2003 al presidente de México, Vicente Fox.
México y Brasil son los socios comerciales y económicos más importantes de Alemania en América Latina.
El intercambio comercial entre México y la UE se ha incrementado de modo sensible desde la firma del acuerdo de libre comercio común en 2000. (FIN/IPS/Rdlc/dm/ip/02