La oposición política y centrales sindicales y empresariales de Venezuela convocaron a una nueva huelga general para el próximo lunes, la cuarta en menos de un año, reclamando la renuncia inmediata del presidente Hugo Chávez.
Ante la intransigencia del oficialismo, vamos al paro a partir de las seis de la mañana (hora local) del lunes, anunció Carlos Ortega, presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, pero mantuvo en reserva por razones de estrategia la duración de la medida y la realización de otras movilizaciones.
El presidente de la Federación de Cámaras Empresariales (Fedecámaras), Carlos Fernández, estimó que la huelga tendrá un acatamiento de 80 por ciento en el sector privado.
Mientras, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó este viernes la convocataria al referendo para el 2 de febrero, cuando la ciudadanía deberá pronunciarse a favor o en contra de la salida inmediata de Chávez, a pesar del fallo emitido el jueves por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El presidente del CNE, Carlos Avella, aseguró que la sentencia del máximo tribunal no afecta la decisión tomada por el organismo electoral.
El CNE había convocado la consulta popular accediendo a un pedido respaldado con 1,5 millones de firmas de ciudadanos.
Pero el TSJ detuvo el jueves la convocatoria, alegando que el Consejo adoptó decisiones sobre el referendo sin la mayoría calificada (cuatro de cinco votosdel cuerpo), que exige la ley para esos casos.
Mientras, no hay progresos en la mesa de negociación entre delegados del gobierno y la oposición, que desde el 8 de este mes busca una salida electoral a la crisis política, bajo la dirección del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria.
El juego está trancado en los temas de fondo. No hemos avanzado de manera sustantiva en ninguno de los aspectos que debe discutir esta mesa, lamentó Gaviria.
Además de una solución al atolladero, la mesa debe buscar acuerdos para hacer más confiable el sistema electoral, y para establecer una comisión de la verdad que investigue los asesinatos cometidos en las jornadas previas al fallido golpe de Estado de abril.
Chávez fue depuesto el 12 de abril por jefes militares que lo reemplazaron por el entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, luego que 18 personas murieron en un confuso tiroteo tras una multitudinaria marcha opositora.
Pero el mandatario recuperó el poder al cabo de dos días, respaldado por militares leales y partidarios civiles.
Pese al desacuerdo entre los seis negociadores oficialistas y los seis opositores, Gaviria sostuvo que no cejaré en mis esfuerzos y pidió a las partes mantener la cabeza fría.
Nadie se puede creer dueño de la verdad y lo más importante es no generar una ola de violencia y enfrentamientos, advirtió el secretario general de la OEA.
En los últimos días, se pronunciaron en apoyo a las gestiones de Gaviria, los gobiernos de Estados Unidos, Argentina y México, así como la Unión Europea y la Comunidad Andina de Naciones.
Los mensajes de la comunidad internacional exhortaron a gobierno y oposición a hallar soluciones pacíficas, democráticas, constitucionales y electorales.
Chávez insistió en que sus opositores deben optar por un referendo revocatorio de su mandato, que podría convocarse a partir de agosto de 2003, censuró a Fedecámaras por actuar como un partido político más, y criticó la huelga, pues se trata de la repetición del libreto de abril por sectores desesperados de oposición.
La coalición opositora está formada por la Coordinadora Democrática, que reúne a 34 partidos políticos, las centrales sindicales y empresariales y un centenar de oficiales de la Fuerzas Armadas que, procesados por su participación en los hechos de abril, se mantienen desarmados y en desobediencia legítima, en un parque de un vecindario residencial del oriente de Caracas.
Aunque el referendo consultivo no exige un acatamiento formal del presidente, un resultado contrario lo desarmaría moral y políticamente, concuerdan analistas.
El resultado de la consulta es válido independientemente del número de electores que participen y, según las encuestas, la oposición vencería en una proporción de dos a uno.
En cambio, el referendo revocatorio, que la oposición rechaza por ser una solución muy lejana, requiere la solicitud de 20 por ciento del electorado (2,5 millones de firmas) y una votación favorable a la revocación del presidente superior a la que lo colocó en el cargo, de 3,8 millones de sufragios.
Con 23,2 millones de habitantes, Venezuela tiene 11,7 millones de habilitados para votar.
En una señal de desinterés por la cuarta huelga general que soporta desde diciembre de 2001, Chávez viajó este viernes a Quito para participar, junto al presidente de Cuba, Fidel Castro, en un homenaje al fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.
Los seguidores del oficialismo organizan en Caracas asambleas y ferias populares de productos navideños para el próximo lunes, en un intento de contrarrestar, con un cariz festivo, la paralización de la ciudad que espera lograr la oposición. (FIN/IPS/hm/dcl/ip/02