La participación pública directa en todos los ámbitos de toma de decisión es esencial para resolver los graves problemas de Timor Oriental, el país más joven del mundo, afirmó este viernes el presidente Xanana Gusmao.
El sistema democrático participativo y la construcción del consenso son dos pilares de la estabilidad política, y ésta es a su vez esencial para el desarrollo social, económico y político de nuestra nación, resaltó.
Gusmao habló en Bangkok al comienzo de una conferencia para evaluar el sistema democrático de Tailandia desde la aprobación de su nueva Constitución, en 1997.
La presidencia carece de funciones ejecutivas en Timor Oriental, un pequeño territorio de Asia sudoriental, pero de todas formas debe promover el contacto directo con la población para crear un sentido de pertenencia, señaló el antiguo líder independentista.
La República Democrática de Timor Oriental se convirtió el pasado 20 de mayo en el país independiente más nuevo del mundo y comenzó la tremenda tarea de construir una nación a partir de escombros y de la ayuda internacional, después de varios siglos de dominación extranjera.
Gusmao consideró esenciales para la naciente democracia la descentralización del poder mediante la creación de gobiernos locales y la implementación de un diálogo nacional.
El proceso de descentralización todavía no se ha iniciado, mientras que el diálogo nacional está apenas en sus comienzos, y consiste en una plataforma informal para que los ciudadanos o grupos de la sociedad civil planteen directamente sus problemas, ya que no tienen otro foro de debate.
Este ámbito de diálogo se agrega al de la Asamblea Nacional, el parlamento de 88 miembros.
El idealismo demostrado por Gusmao en su discurso no sorprendió a veteranos observadores de Timor Oriental.
Los líderes políticos timorenses siempre han involucrado al pueblo en sus decisiones, y ese vínculo resultó evidente durante la sangrienta guerra por la independencia de Indonesia, comentó Withaya Sucharithanrugse, del Instituto de Estudios Asiáticos de la Universidad de Chulalongkorn, de Bangkok.
Al finalizar cuatro siglos de dominación colonial portuguesa, el ejército indonesio invadió Timor Oriental el 7 de diciembre de 1975. Unos 220.000 timorenses orientales, o un tercio de la población, murieron bajo la ocupación de Indonesia.
Gusmao, quien combatió a las fuerzas ocupadoras desde las selvas y pasó siete años en una prisión de Yakarta, adoptó una actitud conciliadora hacia Indonesia tras asumir la presidencia y destacó que el país debía abocarse a combatir la pobreza.
La infraestructura nacional también debe ser reconstruida tras la ola de saqueos e incendios que la destruyó en 1999, antes y después del referendo de autodeterminación en que casi 80 por ciento de los timorenses orientales se pronunciaron por la separación de Indonesia.
Grupos paramilitares respaldados por el ejército indonesio mataron ese año unas 2.000 personas, desplazaron a tres cuartos de la población y destruyeron casi todos los edificios del territorio.
El 30 de agosto de 2001, Timor Oriental celebró sus primeras elecciones libres y democráticas, que dieron escaños parlamentarios a 12 de los 17 partidos políticos participantes. En los comicios presidenciales del pasado abril, Gusmao ganó con 82,7 por ciento de los sufragios.
Nuestra independencia no tendrá valor si los timorenses orientales siguen viviendo en la pobreza y padeciendo todo tipo de dificultades, advirtió Gusmao tras asumir la presidencia.
Timor inició su camino independiente como el país más pobre de Asia y el sexto más pobre del mundo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que la mitad de la población gana alrededor de un dólar por día y sobrevive principalmente con la agricultura de subsistencia.
La esperanza de vida es de sólo 57 años, y apenas 41 por ciento de los timorenses son alfabetos.
Robert England, jefe del PNUD en Tailandia, destacó que la alfabetización es uno de los principales desafíos de Timor Oriental, porque ese país precisa ciudadanos educados para participar en el modelo político propuesto por Gusmao.
La pequeña población de ese país, estimada en 800.000 habitantes, ayudará al gobierno a implementar su visión de democracia directa, opinó England. (FIN/IPS/tra-en/mmm/mlm/hd/02