La falta de donantes continuará condenando a millones de personas del Sur en desarrollo, la mayoría niños y niñas, a morir por enfermedades prevenibles mediante vacunación, advirtieron este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y el Banco Mundial.
Casi tres millones de personas, dos millones de ellas niños y niñas, mueren actualmente cada año por enfermedades para las que existe posibilidad de vacunación, según el informe conjunto de las tres agencias titulado El estado mundial de la vacunación y de la inmunización, de 96 páginas.
Entre esas enfermedades figuran la tos ferina, el sarampión, la difteria, la poliomielitis, la tuberculosis y el tétanos. Sólo el sarampión, común entre los niños y niñas, ocasiona 700.000 muertes cada año.
Las vacunas y la inmunización son la herramienta sanitaria más efectiva con la que contamos, y no se han utilizado en todo su potencial, dijo el experto de la OMS Bjorn Melgaard en una conferencia de prensa realizada en la capital de Tailandia para presentar el informe.
La directora ejecutiva de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), Carol Bellamy, sostuvo que ningún niño debería morir a causa de una enfermedad prevenible mediante vacunación.
Mecesitamos invertir más y con más racionalidad en la cobertura de vacunación y en investigación, y asegurarnos el acceso a las vacunas en cada rincón del planeta, observó Bellamy, en una declaración que acompaña el informe.
Pero obtener fondos para los habituales programas de inmunización es cada vez más difícil, afirmaron los autores del informe.
Los programas rutinarios han sido dejados de lado a medida que el financiamiento no logró mantener el ritmo del crecimiento de la población y el alto costo del envío, según el informe.
En algunos países, los fondos se evaporaron dramáticamente a causa del retiro de los donantes externos de los programas de vacunación y a la gran presión sobre el gasto público, agrega.
El aporte de donantes extranjeros a los programas de vacunación en el mundo en desarrollo ascienden hoy a 1.560 millones de dólares anuales, de los cuales 1.100 millones son canalizados a los países más pobres.
Con una inversión adicional de 250 millones de dólares, al menos 10 millones más de niños tendrían acceso a la vacunación básica, calcularon los autores del estudio. Los países menos desarrollados gastan en promedio apenas seis dólares por persona en todos sus servicios de salud, incluida la vacunación, agregaron.
De todos modos, la Alianza Global para Vacunas e Inmunización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculó el costo de la vacunación básica de cada niño, contra seis enfermedades, en unos 25 dólares.
La región más necesitada es Africa subsahariana, donde apenas la mitad de los niños reciben vacunación en los primeros años de vida, según el informe.
En contraste, los países industriales más ricos tienen no sólo tasas de inmunización mucho más altas sino que los niños también tienen acceso a una gama más amplia de vacunas, indica el estudio.
Al mismo tiempo, existen diferencias entre los habitantes de las ciudades y los de las áreas rurales, cuyo acceso a la vacunación es menor.
A fines del año pasado, países de América Latina y el Caribe y de Medio Oriente y Africa septentronal lograron grandes avances en sus programas de inmunización, con una cobertura de casi 80 por ciento de la población.
El área de Asia oriental y el Pacífico alcanzó casi 75 por ciento de inmunización a fines de 2001, y Asia meridional, 60 por ciento. Esos avances son atribuibles a programas de inmunización sostenidos durante los años 90, indica el informe.
A través de planes nacionales de vacunación en todo el mundo, se previnieron millones de muertes desde el lanzamiento en 1974 del Programa Ampliado de Inmunización, que abarca las vacunas contra la difteria, la tos ferina, el tétanos, la poliomielitis, el sarampión y la tuberculosis, según el estudio.
Hasta ahora, la viruela es la única de las grandes enfermedades erradicadas mediante la vacunación, en 1979, y se espera que pronto la siga la poliomielitis.
Pero alcanzar el éxito en enfermedades como la tuberculosis o la malaria será difícil por otra dificultad: la caída de la inversión en investigación y desarrollo de vacunas requeridas por los países en desarrollo.
Los fabricantes de vacunas tienen hoy escasos incentivos comerciales para desarrollar vacunas contra enfermedades como el sida, la tuberculosis y la malaria, que matan a millones de personas en el mundo en desarrollo pero relativamente pocas en los países industrializados, según los autores del informe.
Eso se debe al alto costo que deben afrontar los fabricantes para la producción de vacunas dirigidas al Sur. Cada nueva vacuna cuesta 500 millones de dólares o más en investigación y desarrollo, con frecuencia en un periodo de entre 12 y 15 años, indica el estudio.
Las empresas farmacéuticas no creen poder recuperar esos costos y ganar dinero de la venta de su productos en el Sur, debido a la escasa o incierta demanda de nuevas vacunas en el mundo en desarrollo, advierte.
Los bajos costos negociados para las seis vacunas tradicionales para su inoculación en el mundo en desarrollo desalentó a los fabricantes del desarrollo de vacunas para usar casi exclusivamente en lo que ellso perciben como países de 'bajos beneficios' económicos, concluye el informe. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/ral/mj/he/02


