El uso de condones es clave en la prevención del VIH/sida, aunque muchos de quienes deberían utilizarlos no tienen acceso a ellos por obstáculos culturales, sociales y financieros.
Usado en forma correcta y en cada coito, el preservativo evita embarazos no deseados y protege del contagio de enfermedades de trasmisión sexual, incluido el hasta ahora incurable VIH (virus de inmunodeficiencia humana), con un alto grado de seguridad.
El condón está difundido en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, pero no es suficientemente empleado por prejuicios, desconocimiento o baja percepción del riesgo de contagio.
En consecuencia, la vía sexual se consolida como principal fuente de transmisión del VIH/sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Según especialistas, la confianza en la fidelidad de la pareja y la creencia generalizada de que el preservativo aminora el placer sexual, conspiran contra la necesidad de tomar precauciones.
Muchos de mis amigos alegan que sus novias están limpias (sic) y no hace falta el condón, que reduce el placer, dijo a IPS Alberto Flores, musicólogo cubano de 32 años.
Con más de 11,2 millones de habitantes, Cuba registra 0,03 por ciento de infección por VIH, el índice más bajo de los países latinoamericanos y caribeños, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/Sida (Onusida).
En el país hay suficiente disponibilidad de preservativos, que pueden adquirirse, como en el resto de la región, en cualquier farmacia y a precios módicos, apuntan autoridades sanitarias.
Pero admiten que se debe trabajar más para que aumente la demanda. Resultados preliminares de una encuesta realizada en 2001 entre personas de 15 a 49 años de todo el país, arrojó que sólo 53 por ciento de los consultados usaron condón en su último contacto sexual ocasional.
En esto hay que ser sistemático. Nosotros necesitamos repartir gratis hasta 1.000 unidades en cada concierto (de rock) y no siempre disponemos de esa cantidad, dijo María Gattorno, directora de un centro cultural para aficionados a ese género musical.
Países como Brasil consideran clave la distribución gratuita de preservativos en la estrategia para contener la epidemia de VIH/sida.
Como parte de esa política, también se suministran gratuitamente medicamentos antirretrovirales a los enfermos de sida.
En febrero de este año, durante las fiestas de carnaval, se repartieron 28 millones de condones en Brasil.
En 1992, el Banco Mundial previó que Brasil llegaría a 2002 con 1,2 millones de infectados. Pero gracias a las medidas adoptadas, las personas con VIH suman 215.000 hasta la fecha, y la mortalidad de la enfermedad se redujo 50 por ciento.
Pese a estos esfuerzos, casi un millón de niñas y adolescentes entre 10 y 18 años quedan anualmente embarazadas.
Agencias de la Organización de las Naciones Unidas suministraron el año pasado casi 109 millones de condones a 18 países latinoamericanos.
La región necesita destinar 51,5 millones de dólares por año para satisfacer sus requerimientos de preservativos, estimó en 2000 el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Fnuap).
De esa suma, 14,5 millones de dólares se necesitan para suministrar condones a los programas de planificación familiar y 37 millones para la prevención del VIH y demás enfermedades de trasmisión sexual.
Sin embargo, el aporte financiero de los donantes internacionales a la región sólo cubre cinco millones de dólares, lo que deja un déficit de 46,5 millones.
El Fnuap recomienda el preservativo como la mejor opción para personas sexualmente activas, aunque también apoya la abstinencia voluntaria y la pareja estable dentro de las opciones para evitar contagios.
En varias partidas de preservativos, el Fnuap incluyó los llamados condones femeninos.
El condón femenino es una bolsa de poliuretano de unos 18 centímetros, que se inserta dentro de la vagina. Tiene un anillo flexible en el extremo cerrado de la bolsa delgada y otro ligeramente más grande en el extremo abierto, que debe quedar fuera de la vagina, para evitar el contacto con el pene o sus secreciones.
Aunque igualmente seguro y con la ventaja de que deja a la mujer la decisión sobre su uso, el preservativo femenino casi no figura en las campañas de prevención, su precio es mayor y su comercialización en la región es escasa.
Chile es una de las excepciones. La Comisión Nacional del Sida (Conasida) y la red Vivo Positivo, que reúne a 30 organizaciones no gubernamentales, iniciaron su difusión.
En ese país, las mujeres más proclives al uso de preservativos femeninos son precisamente las portadoras de VIH, que defienden su derecho a una vida sexual activa.
Varias organizaciones de mujeres de México conformaron una red nacional para promover el condón femenino y distribuirlo a través de estrategias de mercadeo social, como parte del Programa Nacional de Lucha contra el VIH/Sida, que apoya el FNUAP.
Pero para algunos hombres resulta difícil aceptar novedades sexuales traídas por las mujeres, sentenció la coordinadora de la Red Ciudadana Positiva en el sur de Brasil, Beatriz Pacheco, integrada por mujeres que viven con VIH.
Pacheco, capacitada para promover métodos de prevención, zanjó la situación distribuyendo los condones femeninos entre los hombres, con mejor aceptación.
El secreto de su éxito, dice, es su argumento de que el sexo con el condón femenino no necesita erección plena.
Más de una iniciativa suele chocar con la oposición de la Iglesia Católica y sectores conservadores, cuyas protestas obligaron, por ejemplo, a la alcaldía de Río de Janeiro, Brasil, a suspender la introducción de preservativos en la canasta básica de productos que donaba a la población más pobre.
De acuerdo a las estadísticas, la epidemia crece principalmente en las franjas más pobres de la población brasileña, y a un ritmo más acentuado entre las mujeres.
En naciones como Argentina, la crisis económica también se hace sentir en los precios de los condones, que sufrieron alzas de hasta 50 por ciento en los últimos meses, con la consiguiente baja de ventas, según fuentes farmacéuticas.
En algunos lugares, el condón aún se compra con sonrojo, o como si fuera un producto prohibido. Sácate la vergüenza, ponte el condón, fue la propuesta lanzada el 23 de octubre por la organización chilena Vivo Positivo.
En otros países, como Costa Rica, funcionan buenos sistemas de atención a personas que viven con sida, mas no en materia de prevención. De hecho, actualmente no hay campañas informativas en medios de comunicación, ni en centros educativos costarricenses.
Pero la mayoría de los países de la región promueve el uso de preservativos como estrategia de prevención, mediante mensajes publicitarios, en espacios públicos, o a través de promoción en ferias comunitarias.
Las campañas exhortan a una mejor comunicación entre padres e hijos e intentan crear conciencia de que el riesgo de contraer VIH es igual para toda persona sexualmente activa.
Tú no puedes estar siempre con tus hijas e hijos. El condón sí, reza una consigna de materiales informativos utilizados en México, donde nueve de cada diez casos de sida se atribuyen a contagio sexual.
En tanto, el sida sigue cobrando víctimas. En 2002 murieron 3,1 millones de personas por la enfermedad en todo el mundo, y otros cinco millones contrajeron el virus, señaló el último informe de Onusida divulgado con motivo del Día Mundial de Lucha contra el Sida, que se celebra este domingo.
En todo el mundo, 42 millones de personas son portadoras de VIH/sida, sostuvo el informe.
Onusida estima que en América Latina y el Caribe hay 1,9 millones de adultos y niños viviendo con VIH, de los cuales 210.000 se contagiaron este año.
Diversos estudios alertan que en la región, donde más de 20 por ciento de los habitantes son adolescentes y más de la mitad vive en la pobreza, el VIH se está convirtiendo en uno de los problemas de salud más urgentes y graves, especialmente entre la población joven.
* Artículo producido por IPS con motivo del 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha Contra el Sida. Con aportes de Mario Osava/Brasil, Gustavo González/Chile y Néfer Muñoz/Costa Rica. (FIN/IPS/pg/dcl/he/02