La OTAN dejó de lado su tradicional reticencia a las operaciones militares fuera de Occidente y se declaró preparada para luchar contra terroristas y «países renegados», al concluir este viernes su XVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en la capital de República Checa.
El secretario general de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), el británico George Robertson, dijo que la alianza militar de Occidente continuará siendo «la encarnación de la seguridad transatlántica».
Los 19 países de la OTAN también acordaron combatir el terrorismo mediante la consolidación de los vínculos con las repúblicas que integraron la Unión Soviética antes de su disolución en 1991.
Luego de invitar a siete países de Europa central y oriental a incorporarse a la organización el jueves, los líderes de la OTAN consagraron la jornada final de la cumbre a considerar con los 27 países integrantes del Consejo de Cooperación Euroatlántico (EAPC) estrategias conjuntas de combate al terrorismo.
Los representantes de los 46 países, la mayoría de ellos jefes de gobierno, también discutieron mecanismos para detener la amenaza de las armas nucleares, químicas y biológicas.
Entre las naciones que integran el EAPC figuran algunas deseosas de integrarse en la OTAN, como Albania y Croacia, otras tradicionalmente neutrales, como Finlandia y Suecia, y otras que eran parte de la Unión Soviética, como Kazajstán.
Los aliados acordaron la creación de una fuerza de respuesta rápida de 20.000 soldados para luchar contra la amenaza terrorista, que estará operativa en 2004.
Esa fuerza podrá desplegarse en cualquier punto del planeta en apenas siete días, y estará integrada por unidades de elite aéreas, navales y terrestres de Europa y de América del Norte.
La clave de la nueva estrategia militar de la alianza occidental son los Compromisos de Capacidad de Praga, cuyo objetivo es mejorar la disponibilidad de las fuerzas de los distintos países y achicar la brecha militar entre Estados Unidos y sus aliados europeos.
"Nadie está inmune al peligro del terrorismo y de las armas de destrucción masiva, y la alianza tiene un gran papel para derrotarlas. Los líderes de la OTAN deben, por lo tanto, poner el sello en un paquete exhaustivo que mejorará dramáticamente nuestra capacidad para hacerlo", dijo Robertson.
Miembros europeos de la alianza occidental se comprometieron a modernizar sus fuerzas armadas. Asimismo, considerarán grandes inversiones para acumular armas de precisión y equipos electrónicos dirigidos a anular radares y centros de comunicaciones del enemigo.
También acordaron desarrollar un nuevo sistema de vigilancia terrestre, así como mejorar el transporte aéreo pesado y la protección contra armas químicas y biológicas. "Estas son decisiones, no solo declaraciones", afirmó Robertson.
Pero los países europeos de la OTAN no han cumplido compromisos anteriores de aumentar sus gastos de defensa, asumidos en la última cumbre, celebrada en 1999.
Las ocho prioridades serán el transporte aéreo estratégico, la recarga de combustible de aviones de combate mediante aviones tanque, los sistemas de comando y control y de comunicaciones, la defensa contra ataques con armas de destrucción masiva, las armas guiadas de precisión y la vigilancia terrestre.
Francia, Hungría, Noruega, Polonia, Portugal y República Checa, entre otros países, se comprometieron a aumentar sus presupuestos militares.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, abandonó este viernes de mañana la reunión en Praga para entrevistarse en la occidental ciudad rusa de San Petersburgo con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Bush se disponía a asegurarle a Putin que la expansión de la OTAN no es una amenaza para Rusia, que encabezaba hasta 1991 la Unión Soviética, el antiguo enemigo de la alianza occidental.
Tres ex integrantes de la Unión Soviética —Estonia, Letonia y Lituania—, así como cuatro países que integraron el bloque comunista —Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia y Rumania—, fueron invitados el jueves a sumarse a la OTAN.
Mientras ingresaban en la OTAN los países ex comunistas, se registraba "la reconciliación" entre la alianza occidental y Moscú "en el nuevo Consejo Rusia OTAN", dijo la consejera de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice.
La visión desde Moscú es algo más escéptica.
"La idea de convertir a la alianza en un gendarme mundial y de permitir a Estados Unidos retener la supremacía planetaria es rechazada por Alemania y Francia, los principales países europeos de la OTAN, y también, con matices, por Gran Bretaña", sostuvo este viernes el diario oficialista Rossiyskaya Gazeta.
Asistieron a la cumbre 2.800 delegados oficiales de 46 países.
Entre ellos figuraban los presidentes Johannes Rau, de Alemania, George W. Bush, de Estados Unidos, Jacques Chirac, de Francia, Konstandinos Stephanopoulos, de Grecia, Ferenc Mádl, de Hungría, Olafur Ragnar Grimsson, de Islandia, Carlo Azeglio Ciampi, de Italia, y Aleksander Kwasniewski, de Polonia.
Además, estuvieron presentes los también presidentes Jorge Sampaio, de Portugal, Václav Havel, de República Checa, y Ahmet Necdet Sezer, de Turquía, así como el canciller (jefe del gobierno) alemán Gerhardt Schroeder y el presidente del gobierno español José María Aznar.
También participaron los primeros ministros Guy Verhofstadt, de Bélgica, Jean Chrétien, de Canadá, Anders Fogh Rasmussen, de Dinamarca, Jean-Pierre Rafarin, de Francia, Tony Blair, de Gran Bretaña, Konstandinos Simitis, de Grecia, Péter Medgyessy, de Hungría, y David Oddsson, de Islandia.
Otros primeros ministros presentes fueron Silvio Berlusconi, de Italia, Jean-Claude Juncker, de Luxemburgo, Jan Peter Balkenende, de Holanda, Kjell Magne Bondevik, de Noruega, Leszek Miller, de Polonia, José María Durão Barroso, de Portugal, Vladimír Spidla, de República Checa, y Bulent Ecevit, de Turquía.
Por otra parte, participaron los reyes Alberto II, de Bélgica, Isabel II, de Gran Bretaña y Canadá, Margarita II, de Dinamarca, Juan Carlos I, de España, el gran duque Enrique de Luxemburgo, Beatriz, de Holanda, y Harald V, de Noruega.
Asistieron en nombre de los países aliados de la OTAN pero aún no integrantes de la alianza los presidentes Heydar Aliyev, de Azerbaiyán, Georgi Parvanov, de Bulgaria, Stjepan Mesic, de Croacia, Eduard Shevardnadze, de Georgia, Nursultan Nazarbayev, de Kazajstán, y Boris Trajkovski, de Macedonia.
En ese carácter, también participaron los presidentes Vladimir Voronin, de Moldavia, Ion lliescu, de Rumania, e Islam Karimov, de Uzbekistán, y el primer ministro de Hungría, Peter Medavessy.


