Las mujeres son todavía una pequeña minoría en los puestos de decisión del sistema de la ONU, pese a una declaración internacional que exhorta a la igualdad de género en el foro mundial y sus numerosas agencias.
Apenas 10 por ciento de los cargos de subsecretarios generales y secretarios generales asistentes son ocupados por mujeres, según un informe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Además, sólo tres mujeres dirigen agencias del foro mundial: la estadounidense Carol Bellamy, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la saudí Thoraya Obaid, del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, y la tanzania Anna Kajumulo Tibaijuca, del Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas.
En la jerarquía de la ONU, las tres tienen rango de subsecretarias generales, por debajo del secretario general Kofi Annan, de Ghana, y la vicesecretaria general Louise Frechette, de Canadá.
Tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad han discutido la necesidad de aumentar la participación femenina en los puestos de decisión, y la semana pasada Annan anunció que la prioridad de la nueva subsecretaria general de administración, Catherine Bertini, será intensificar los esfuerzos por alcanzar el equilibrio de género.
Una comisión de la Asamblea lamentó el mes pasado en una resolución que sólo una de los 51 representantes especiales y enviados del secretario general sea una mujer.
Además, el número de mujeres que encabezan agencias de la ONU se redujo a la mitad, de seis a tres, y el porcentaje de mujeres asignadas a operaciones de paz disminuyó, agregó la Asamblea.
La declaración internacional que exhorta a la paridad de géneros en la ONU fue incluida en la plataforma de acción adoptada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995.
La Secretaría General de la ONU, el órgano que administra los programas y políticas de la organización, se fijó el año 2000 como plazo para lograr la equidad de género en el Plan de Acción para el Mejoramiento de la Condición de la Mujer en la Secretaría (1995- 2000).
Sin embargo, informes posteriores señalaron que ese objetivo no podrá lograrse antes de 2012.
Ha habido un cambio de mentalidad en materia de género, pero el problema tiene que ver con el liderazgo, declaró a IPS Madhumita Hosali, coordinadora de asuntos de la mujer en el departamento de información pública.
Si grandes empresas como Pfizer, Booz-Allen o IBM pueden instituir políticas de género, no hay razón para que la ONU, una organización sin fines de lucro, no pueda hacer cambios radicales y dar el ejemplo a la comunidad internacional. Para eso se precisa visión, compromiso y coraje, dijo.
Bertini se sumará a las seis mujeres de un grupo de 28 altos funcionarios que integran el gabinete de Annan y la estructura política central de la ONU.
Además de Frechette, Bellamy, Obaid y Tibaijuka, entre esas seis mujeres están Brigita Schmognerova, de Eslovaquia, que encabeza la Comisión Económica para Europa, y Mervat Tallaway, de Egipto, directora de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental.
El Consejo de Seguridad concluyó en octubre su sesión sobre Mujer, Paz y Seguridad expresando su preocupación por el lento progreso en la designación de mujeres como representantes especiales y enviadas del secretario general.
El Consejo exhortó al secretario general a aumentar el número de mujeres que sirven como representantes de alto nivel para alcanzar el objetivo general del equilibrio de género.
Heidi Tagliavini, de Suiza, se transformó el pasado julio en la única jefa de misión y representante especial del secretario general en Georgia.
Annan respondió al Consejo que la Secretaría realizará mayores esfuerzos para aumentar la designación de mujeres a nivel de representantes y subrepresentantes especiales.
Asimismo, Annan instó a los estados miembros a identificar más mujeres calificadas para las candidaturas y se comprometió a fijarse objetivos concretos para designar mujeres como representantes especiales y enviadas general, con miras a alcanzar la meta de 50 por ciento para 2015.
Rosemary Waters, presidenta de la Unión de Funcionarios de las Naciones Unidas, dijo a IPS que en el sistema de la ONU existe un compromiso auténtico para alcanzar el equilibrio de género, pero parece haber un conflicto entre la visión del secretario general y su implementación
El compromiso debe existir a todo nivel, y debe ser aplicado y vigilado, exhortó.
No es la falta de mujeres calificadas, sino de voluntad política para cambiar y compartir el poder lo que obstaculiza el progreso en la ONU, opinó Doris Mpoumou, de la Organización de Mujeres para el Ambiente y el Desarrollo (WEDO), con sede en Nueva York. (FIN/IPS/tra-en/ua/ml/ip/02
