El fracaso de docenas de marchas y gestiones determinó a campesinos pobres de México a desnudarse frente a edificios públicos de la capital para pedir las tierras que se les prometió hace 12 años.
No nos queda otra opción, a ver si ahora no escuchan, nos ayudan, dijo María, integrante del grupo de campesinos del estado de Veracruz, sobre el Golfo de México, que esta semana se despojaron varias veces de su ropa ante el Senado federal, en la capital.
María y su compañeros, que instalaron el 8 de octubre un campamento en el centro histórico de la capital, pertenecen a la organización campesina Movimiento de los 400 Pueblos, que aglutina a unas 2.000 familias de Veracruz.
Una o dos veces al año y por períodos de hasta dos meses, entre 200 y 300 miembros del Movimiento de los 400 Pueblos llegan a la capital y se establecen en tiendas de campaña para exigir el cumplimiento de la promesa que les hizo en 1990 el entonces presidente Carlos Salinas (1988-1994).
Solicitan que se les entreguen unas 5.000 hectáreas de tierras en Veracruz.
Cansadas no estamos, aunque pasamos mucho frío vamos a seguir con esto hasta el final, aseguró María, mientras sus compañeras y compañeros golpeaban cacerolas y exigían sin descanso en las afueras del Senado respuesta a su pedido.
Los senadores afirman que no pueden hacer nada, que el gobierno debe resolver el conflicto. Mientras, portavoces del Poder Ejecutivo señalan que han abordado el tema y que los campesinos deben esperar en su sitio de residencia la atención a sus demandas.
El problema consiste en que parte de las tierras que Salinas se comprometió a entregar al Movimiento de los 400 Pueblos, un grupo que afirma no tener relación con ningún partido político, ya pertenecen a otros campesinos, tan pobres como ellos.
La gobernación de Veracruz y otras organizaciones de campesinos aseguran que el Movimiento de los 400 pueblos, cuyos integrantes practican cultivos de subsistencia, actúan con violencia, que han ocupado tierras sin autorización y atacado a con machetes y palos a quienes intentaron resistir.
El líder del Movimiento de los 400 Pueblos, César de Angel Fuentes, estuvo en prisión de 1994 a 2000, cumpliendo una condena por invasión de tierras, despojo y daños en propiedad ajena.
El gobierno debe intervenir para evitar un derramamiento de sangre en Veracruz, advirtió la Confederación Nacional Campesina, un grupo ligado al opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Campesinos ligados al PRI, un partido que gobernó México durante más de 70 años, hasta que fue derrotado por el actual presidente, Vicente Fox, disputan con el Movimiento de los 400 Pueblos la propiedad sobre cientos hectáreas en Veracruz.
Los cerca de 200 campesinos instalados en la ciudad de México en reclamo de tierras reciben asistencia médica y alimentación de grupos sociales vinculados a la izquierda política.
Es vergonzoso y triste lo que ocurre allí afuera, dijo la senadora Laura Garza, del PRI, en alusión a los campesinos desnudos. Esto demuestra que el gobierno no tiene capacidad para atender las demandas de los grupos sociales, afirmó.
Entre los campesinos del Movimiento de los 400 Pueblos hay varias parejas con hijos pequeños, pero la mayoría son hombres.
Hace un año, y tras permanecer un mes en la capital, unos 300 campesinos del Movimiento regresaron a sus tierras luego de realizar varias jornadas de protesta en calzoncillos, simular crucifixiones y declararse en huelga de hambre.
En aquella oportunidad, el gobierno de Fox ofreció revisar el caso y buscar una solución, pero eso no ha sucedido hasta ahora.
Los conflictos de tierras agrícolas en Veracruz se refieren a unas 236.000 hectáreas de una zona agreste conocida como la Huasteca, donde se cultivan el maíz y el fríjol.
Los habitantes del lugar son en su mayoría pobres y, según datos oficiales, 40 por ciento de los mayores de 15 años son analfabetos o semianalfabetos.
La situación de los campesinos de Veracruz no es muy diferente a la de gran parte de las zonas rurales de México, donde se concentra 75 por ciento de la pobreza del país.
Portavoces del gobierno de Fox indican que 400 disputas por tenencia de tierras en zonas rurales están a punto de desembocar en violencia. Los tribunales difieren sus sentencias para alejar el peligro.
Para los habitantes de la ciudad de México y del centro histórico en particular, la presencia periódica de manifestantes procedentes del campo o de centros urbanos es un hecho casi cotidiano.
En el centro histórico de la ciudad se encuentran el Palacio Presidencial, la sede del gobierno de la capital y otros edificios públicos, que actúan de imán de las manifestaciones.
Nosotros no nos movemos de aquí, nos sacaremos la ropa las veces que sean necesarias hasta que nos atiendan, advirtió Agustín Morales, uno de los dirigentes del Movimiento los 400 Pueblos. (FIN/IPS/dc/ff/02
