ISRAEL: Días de incertidumbre

El futuro político de Israel y el proceso de paz con Palestina ingresaron este martes en un periodo de incertidumbre política, con la disolución de la Knesset (parlamento) y la convocatoria a elecciones generales anticipadas para el 4 de febrero, como fecha tentativa.

El primer ministro israelí Ariel Sharon se declaró incapaz de formar un gobierno estable y pidió al presidente Moshe Katsav la disolución de la Knesset, luego del retiro la semana pasada del centroizquierdista Partido Laborista de la denominada coalición de unidad nacional.

”El primer ministro me dijo que una mayoría en la Knesset estaba en contra de su gobierno y que eso le imposibilitaba formar una coalición estable”, dijo Katsav, quien lamentó la crisis de la coalición.

La disolución del parlamento anunciada por el presidente Katsav marca el fracaso de Sharon, del conservador partido Likud, para formar un gobierno derechista. Sin embargo, expertos de firmas encuestadoras pronostican un amplio triunfo de la derecha en las elecciones anticipadas.

De todos modos, aún está por verse quiénes serán los candidatos a encabezar el gobierno, pues tanto el Likud como el Partido Laborista tendrán en las próximas semanas una dura puja interna.

Los palestinos no son indiferentes a la caída del gobierno de Sharon. Algunos la consideran una victoria. ”Este es otro logro del levantamiento (popular palestino contra Israel) y otro fracaso de la política de ocupación” agudizada por Sharon, dijo un portavoz del movimiento radical Jihad Islámica.

Pero el jefe de negociadores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erekat, dijo temer que los ministros del gobierno de transición que integrará el Likud hasta las elecciones se enfrenten en ”un concurso para ver quién hará sufrir más a los palestinos”.

Sharon se mantendrá como primer ministro en el gabinete interino, mientras su principal adversario dentro del Likud, el ex jefe de gobierno Benjamín Netanyahu, encabezará desde este miércoles el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El primer ministro acusó de la caída del gobierno de unidad nacional a sus ex socios laboristas y a la coalición ultraizquierdista Unión Nacional-Israel Nuestra Casa.

El Partido Laborista anunció su retiro luego de que el gabinete se negara a recortar los fondos asignados a los asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza, uno de los puntos más conflictivos en las negociaciones con Palestina.

Por su parte, la Unión Nacional presentó una lista de exigencias sobre el mismo asunto consideradas extremas por Sharon.

”Lo último que este país necesita ahora son elecciones. Pero el chantaje político de la extrema derecha me dejó sin alternativa”, pues ”nunca cederé a un chantaje”, se lamentó el primer ministro. Al mismo tiempo, atribuyó a los laboristas ”irresponsabilidad” y ”capricho político”.

Sharon también criticó a Netanyahu por imponer condiciones para aceptar la cartera de Relaciones Exteriores. El ex comandante del ejército y ahora ministro de Defensa, Shaul Mofaz, aceptó ”sin precondiciones”, comparó.

El Likud cuenta con ventaja para ganar las elecciones, según las encuestas, pero la competencia por la candidatura a la jefatura del gobierno entre Netanyahu y Sharon será dura. La disputa se dirimirá en las próximas semanas, con ambos participando en el mismo gabinete.

Sharon se ha ganado una reputación de militar de línea dura y de defensor de los colonos judíos en los territorios palestinos ocupados.

Pero Netanyahu avanza sobre él desde la derecha, en especial al proponer una represión aun más intensa de la intifada (rebelión popular palestina contra la ocupación), sin ocultar su deseo de forzar el cese o el exilio del presidente de Palestina, Yasser Arafat.

Al anunciar que aceptaba integrarse al gabinete de transición, Netanyahu dijo que Sharon ”hizo lo correcto” al convocar elecciones anticipadas.

La campaña electoral se desarrollará en medio de crecientes preocupaciones en torno de la seguridad y de la economía. Los planes de Estados Unidos de apelar a la guerra para derrocar al presidente de Iraq, Saddam Hussein, también influirán.

”Sabemos que estamos en la peor situación en materia de seguridad y sabemos que estamos en las vísperas de una guerra en Iraq”, sostuvo Netanyahu al explicar por qué aceptaba hacerse cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El flamante ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer, uno de los principales aspirantes laboristas a la jefatura del gobierno, lanzó en sus primeros discursos afirmaciones interpretadas como el puntapié inicial de la campaña electoral.

Sharon, dijo, no logró casi nada en casi dos años en el poder, ”ni en lo político, ni en lo social, ni en lo económico”. Ben- Eliezer justificó la presencia laborista en el gabinete de unidad nacional a grandes esperanzas que nunca fueron satisfechas.

Al mismo tiempo, criticó la intención del Likud de no cubrir las necesidades de los pobres en territorio israelí y gastar dinero, en cambio, en los asentamientos judíos ubicados en territorio autónomo palestino.

El Partido Laborista deberá elegir a su candidato a primer ministro dentro de dos semanas. El ex jefe de gobierno y canciller del gabinete de unidad nacional, Shimon Peres, aseguró este martes que se unió a Sharon con la esperanza de que podría lograr avances en el proceso de paz con Palestina.

”Los gobiernos de unidad nacional pueden hacernos avanzar o paralizarnos”, dijo Peres, y en los últimos meses quedó claro que Sharon no iba en ninguna dirección, agregó.

Mientras, en la ANP no existe unanimidad sobre la constitución del gobierno de transición israelí, considerado ”una amenaza” por algunos funcionarios o igual al anterior por otros.

La reformulación del gabinete israelí, otra vez con Sharon al frente, representa una amenaza no sólo contra la ANP sino contra todo Medio Oriente, advirtió el funcionario palestino Nabil Abú Rdeineh, asesor de Arafat.

En cambio, el ministro de Información de la ANP, Yasser Abed Rabbo, dijo que la ausencia en el gabinete israelí del Partido Laborista no supondrá ningún cambio, pues las políticas de gobierno hace mucho tiempo que eran determinadas por el Likud.

Al mismo tiempo, Arafat afirmó que la designación de Mofaz como ministro de Defensa no contribuye con los esfuerzos diplomáticos para calmar la violencia. Al ex comandante del ejército se le atribuyen el asesinato de activistas y el cierre militar de ciudades palestinas para impedir atentados suicidas.

El actual comandante del ejército, Moshe Ya'alon, fue subcomandante de Mofaz y también es de línea dura.

”Mofaz por un lado, Ya'alon por el otro y Sharon por encima de ellos. ¿Qué podemos imaginar que sucederá en la región?”, dijo Arafat al canal de televisión satelital Al Jazeera, de Qatar. (FIN/IPS/tra-eng/fb/ss/mj/ip/02

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