Estados Unidos logró una victoria diplomática al lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara este viernes, por unanimidad, una resolución que dispone el envío a Iraq de inspectores en busca de armas de destrucción masiva.
La resolución fue aprobada luego de siete semanas de negociaciones a puertas cerradas, intensos gestiones diplomáticos y amenazas implícitas de Estados Unidos de uso unilateral de la fuerza contra Bagdad.
El Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) exigió a Iraq que acepte en un plazo de siete días todos los términos de la resolución y que en 30 le presente una declaración precisa y completa de sus armas nucleares, químicas y biológicas y de sus misiles.
De acuerdo con la resolución, los inspectores de armas de la ONU, que se retiraron de Iraq hace cuatro años, reanudarán su trabajo en el terreno dentro de 45 días y dispondrán de otros 60 para elevar un informe al Consejo de Seguridad.
Los inspectores también deberán dar cuenta de eventuales obstáculos que el régimen de Saddam Hussein ponga a su labor.
Pero el texto aprobado, presentado por Estados Unidos y Gran Bretaña, deja espacio para muy diferentes interpretaciones.
Francia y Rusia aseguraron que Estados Unidos prometió volver a formular la posibilidad de un ataque preventivo contra Iraq ante el Consejo de Seguridad si el gobierno de Saddam Hussein se niega a cooperar con los inspectores.
París y Moscú afirmaron que una eventual guerra contra Iraq deberá ser autorizada por el Consejo, pues la resolución no permite un ataque militar automático en caso de que Bagdad no colabore de manera irrestricta con los inspectores de armas.
La resolución obtuvo el voto de los cinco miembros permanentes del Consejo (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), que tienen derecho a veto, y de los 10 no permanentes (Bulgaria, Camerún, Colombia, Guinea, Irlanda, Mauricio, México, Noruega, Singapur y Siria).
El embajador de Estados Unidos en la ONU, John Negroponte, admitió que la resolución no tiene gatillos ocultos ni cláusulas de automaticidad en cuanto al uso de la fuerza contra Iraq.
El asunto volverá a discutirse en el Consejo de Seguridad si Bagdad incurre en una violación material de su obligación de cooperar con los inspectores, explicó.
Pero si el Consejo de Seguridad no actúa con decisión en caso de nuevas violaciones iraquíes, esta resolución no obliga a ningún miembro de la ONU a no actuar para defenderse contra las amenazas de Iraq, o para hacer cumplir las resoluciones de la ONU y proteger la paz y la seguridad mundiales, agregó.
Esta resolución brinda a Iraq una oportunidad final, dijo. Además, recordó que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió el mes pasado que si el desafío de Iraq continúa, el Consejo de Seguridad deberá afrontar sus responsabilidades.
Negroponte también dijo ante el Consejo de Seguridad que la resolución es claro en cuanto a que el incumplimiento de las obligaciones asignadas a Iraq en materia de desarme será inaceptable. Y, de un modo u otro, Iraq será desarmado, agregó.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmó luego de aprobada la resolución que su país acordó discutir con el Consejo de Seguridad cualquier violación material de las obligaciones de Iraq pero sin poner en peligro nuestra libertad de acción para defender a nuestra nación.
Si Iraq no cumple a pleno, Estados Unidos y otras naciones desarmaremos a Saddam Hussein, advirtió.
El embajador de Iraq en la ONU, Mohammed al-Douri, dijo a la prensa que su país estudiará la resolución y decidirá si la acepta o no.
Al-Douri se manifestó sorprendido del voto afirmativo de Siria, país árabe y vecino de Iraq y que lo apoyó hasta el momento de la votación. Pero no acuso a nadie y respeto y comprendo todos los votos, dijo.
Annan, quien expresó durante varias semanas la esperanza de que el Consejo de Seguridad tomara una decisión unánime, dijo a los miembros del organismo que la resolución fortalece la causa de la paz y daba renovado ímpetu a la búsqueda de la seguridad en un mundo cada vez más peligroso.
La resolución establece en términos claros la obligación de Iraq de cooperar con la ONU para acabar con las armas de destrucción masiva supuestamente en su poder.
El texto aprobado no deja dudas sobre cuáles son las obligaciones que Iraq debe cumplir ni sobre cómo deben ser cumplidas. Iraq tiene ahora una nueva oportunidad para cumplir con todas las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad, afirmó Annan.
La ONU sometió a Iraq a un embargo económico y de armas en 1990, cuando invadió Kuwait, de donde fue desalojado a comienzos de 1991 por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
La ONU exige para el levantamiento del embargo económico que el régimen de Saddam Hussein se deshaga de todas las armas de destrucción masiva que supuestamente posee. (FIN/IPS/tra- eng/td/mj/ip/02