El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, aún espera que Iraq no sea atacado, pese a la inminente aprobación de una moción de Washington y Londres en el Consejo de Seguridad del foro mundial que puede abrir paso a una acción militar.
El presidente estadounidense George W. Bush logró que Moscú y París aceptaran el proyecto sobre Iraq presentado el miércoles, en el cual se afirma que Iraq ha violado decisiones de la ONU sobre su desarme, y se advierte que habrá graves consecuencias si no coopera con los inspectores de armas del foro mundial.
En el texto se indica que Bagdad debe permitir la acción de esos inspectores en forma inmediata, irrestricta e incondicional.
Francia y Rusia habían insistido en que un ataque sólo sería legítimo con autorización del Consejo, y son miembros permanentes con derecho a veto en ese organismo, al igual que Estados Unidos, Gran Bretaña y China.
Se espera que el Consejo, de 15 integrantes, apruebe este viernes el proyecto con 14 votos a favor y la abstención de Siria, el único país árabe que en la actualidad ocupa uno de los 10 lugares rotativos en el organismo.
El tema del Consejo de Seguridad es el desarme iraquí, y ese organismo estará menos inclinado a pensar en términos de acción militar, si Bagdad coopera con los inspectores, dijo Annan el jueves a periodistas.
El secretario general comentó que ha recibido distintos mensajes de Bagdad sobre su eventual reacción a la aprobación de la propuesta.
Iraq aseguró que desea cooperar, pero también indicó que eso dependería de lo que se le exija, y habrá qué pasa cuando los inspectores vuelvan a ese país, señaló Annan.
Bagdad expulsó en 1999 a los inspectores de armas de la ONU, encabezados por el australiano Richard Butler, con el argumento de que actuaban como cómplices de Washington para intentar justificar nuevos ataques contra Iraq.
Estados Unidos afirma que su moción ante el Consejo busca dar la última oportunidad al presidente iraquí Saddam Hussein, a quien acusa de desarrollar armas de destrucción masiva.
Presiones de Francia y Rusia lograron pequeñas pero significativas modificaciones del proyecto original de Washington y Londres, dijo a IPS el profesor de política Stephen Zunes, de la estadounidense Universidad de San Francisco.
Sin embargo, el texto no establece con claridad que corresponde al Consejo evaluar si Iraq no coopera con los inspectores, y adoptar eventuales sanciones, de modo que Washington podría alegar que tiene derecho a iniciar por sí mismo un ataque, añadió.
Pero los artículos 41 y 42 de la Carta de la ONU reservan para el Consejo de Seguridad el derecho de apelar al uso de la fuerza, si considera que se han agotado todos los demás medios para hacer cumplir una de sus resoluciones.
Por lo tanto, un ataque de estadounidenses y británicos contra Iraq sería ilegal y constituiría una agresión, aunque se apruebe la moción, sostuvo el profesor de derecho Francis Boyle, de la estadounidense Universidad de Illinois.
Creo que Bush está decidido a ir a la guerra, sea cual fuere el grado de colaboración iraquí con los inspectores, pero debe invocar una autorización de la ONU, porque la mayoría de los estadounidenses consultados en encuestas han dicho que su apoyo a un ataque depende de que el foro mundial lo apruebe, afirmó Zunes.
Michael Ratner, presidente del estadounidense Centro por los Derechos Constitucionales, comentó que la exigencia de inspecciones antes de una guerra es un relativo avance.
Sin embargo, cualquier desacuerdo iraquí con esas inspecciones puede ser interpretado por Washington como la justificación de un ataque sin autorización expresa del Consejo, agregó.
La moción de estadounidenses y británicos establece condiciones que ningún país soberano puede aceptar, y que probablemente Iraq no podría cumplir aunque deseara hacerlo, aseveró el activista Ali Abunimah, integrante de la Red de Acción Arabe-Estadounidense.
Ese proyecto fue redactado para que no sea posible cumplir sus exigencias, con la intención de que sea una hoja de parra para cubri la desnudez de la agresión. Por desgracia, Bush va a tener su guerra, afirmó. (FIN/IPS/tra-eng/td/ml/mp/ip/02