El ambiente, la apertura comercial del Norte y la deuda del Sur concentrarán la atención de los gobernantes de 21 países iberoamericanos que este viernes y el sábado se reunirán en la oriental localidad dominicana de Punta Cana.
El turismo y el desarrollo sustentable fueron fijados como lema central de esta XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Pero al igual que en las instancias anteriores, otros asuntos considerados de interés son introducidos por los mandatarios en sus reuniones a puertas cerradas.
El presidente de República Dominicana y por lo tanto de esta Cumbre, Hipólito Mejía, señaló que las cuestiones a tratar están inspiradas en el legado de las anteriores y a las reflexiones sobre los últimos hechos y problemas del escenario mundial.
Algunos jefes de Estado y de gobierno anticiparon que plantearán asuntos que motivarán polémica. Es el caso del presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, quien expondrá la situación de los latinoamericanos que emigran a España y Portugal, reclamando a esos dos países una política clara.
Así lo hizo saber el canciller argentino, Carlos Ruckauf, en carta a sus homólogos y a la que tuvo acceso IPS. En ella, tras señalar que 86 argentinos fueron rechazados al llegar al aeropuerto de Madrid, les solicitó que apoyen la posición de su país de incluir ese punto en la agenda de trabajo de la cumbre.
Si los mandatarios se pronuncian en ese sentido se contribuirá a la definición de una política clara de las autoridades españolas, de manera tal que quienes planean viajar a España conozcan los requisitos cuy cumplimiento asegure su ingreso sin otras complicaciones, añadió.
Otro tema en el que no coinciden mandatarios de uno y otro lado del océano Atlántico es respecto del gasto militar.
España y Portugal, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, se plantean aumentar su presupuesto bélico, mientras que el presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, sostuvo el domingo que planteará la necesidad de que todos los países iberoamericanos reduzcan sus gastos militares.
La Cumbre Iberoamericana reúne a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Esta vez Mejía invitó también a mandatarios de países no hispanos del Caribe, en calidad de observadores.
Mientras, la mayor controversia de la cumbre puede surgir al examinar la situación del comercio mundial y sobre la deuda externa de los países del Sur en desarrollo, fijar posiciones y asumir compromisos a ese respecto.
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, refiriéndose a esta Cumbre, planteó desde Brasilia que la cooperación entre los países representados en ella es indispensable, pero no sólo en la ayuda directa al desarrollo.
Se trata, explicó, de que hay un trabajo conjunto de todos los países en la construcción y en la aplicación de reglas claras y justas en el comercio y las finanzas.
Esas reglas deben permitir a todas las naciones sacar provecho de sus respectivas ventajas comparativas, concluyó.
En las reuniones previas, los diplomáticos de los 21 países llegaron a acuerdos que someterán a los mandatarios en la reunión plenaria del sábado.
Si, como es previsible, éstos los aprueban, se comprometerán a realizar un seguimiento de los compromisos asumidos en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio para lograr una mayor liberalización del comercio.
Ello favorecería la integración de los países en desarrollo en la economía mundial, indicaron.
Por ese motivo se espera que los gobernantes iberoamericanos exhorten a los países industrializados a contribuir activamente a la articulación de una economía mundial competitiva, abierta, libre de monopolios, de esquemas proteccionistas y de prácticas distorsionantes, como los subsidios agrícolas.
España y Portugal se encuentran entre los países que reciben mayores fondos de la Unión Europea para subsidiar sus respectivos sectores agropecuarios.
También concitará la atención de los mandatarios la violencia en varios países, llámesela terrorismo, guerrilla o insurrección, según los casos y los opinantes.
A este respecto existe consenso para comprometerse a combatir con una visión integral el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones dondequiera que se produzcan y por quienes las cometan.
El compromiso incluirá, como en la cumbre anterior, el no prestar ayuda ni refugio a los autores, promotores o participantes en actividades terroristas.
Pero todo ello conforme a las disposiciones adoptadas por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
El presidente Alvaro Uribe, de Colombia, afectado por un conflicto interno armado de más de cuatro décadas, pedirá ayuda a sus pares, destacando que el problema colombiano es un riesgo para la estabilidad democrática de América Latina.
Para enfrentarlo es imperativo eliminar las fuentes de financiación del terror, añadió Uribe. Con unas palabras dirigidas en especial a los países del Norte concluyó: ¡No nos envíen sus armas!, ¡Eliminen sus mercados de droga y sus precursores químicos.
El presidente de Perú, Alejandro Toledo, anunció que no asistirá a esta XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, debido a que coinciden con las elecciones regionales.
Por su parte, el mandatario cubano, Fidel Castro, quien no participó de la anterior reunión realizada el año pasado en Lima, informará si viaja a República Dominicana apenas unas horas antes del acto inaugural a realizarse el viernes próximo.
Los responsables de cooperación de los países redactaron este miércoles su informe final sobre los programas en marcha y los nuevos proyectos, que elevarán a los jefes de Estado y de gobierno para su aprobación. (FIN/IPS/td/dm/ip/02