FILIPINAS: Amenazas internas y externas

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) definieron cono terroristas a los insurgentes comunistas de Filipinas y a un grupo que invoca al Islam para realizar secuestros y pedir rescate. La población sabe que la nueva etiqueta significa peligro después del 11 de septiembre de 2001.

”Es atemorizador. Ahora sí va a haber problemas”, dijo a IPS Rudy, un taxista de Manila con hijos de dos y seis años, que teme una escalada de violencia con participación extranjera.

Desde los atentados de septiembre del año pasado en Nueva York y Washington, el gobierno estadounidense lanzó una campaña internacional contra el terrorismo, que comenzó en Afganistán, y muchos gobiernos han tratado de que sus propios adversarios figuren entre los blancos de esa ofensiva.

En agosto, Estados Unidos incluyó en su lista de ”organizaciones terroristas extranjeras” al Partido Comunista de Filipinas y su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo (CPP y NPA, respectivamente, por sus siglas en inglés), fundados con inspiración maoísta y que actúan en la ilegalidad desde 1969.

Esas organizaciones han sobrevivido a operaciones contrainsurgentes de cinco gobiernos, incluyendo al de Ferdinand Marcos, elegido en 1965 y dictador de 1972 a 1986. El fundador del CPP-NPA, José María Sison, reside desde los años 80 en Holanda, en calidad de refugiado político.

El NPA es integrado por unos 12.000 combatientes según cálculos oficiales.

Este mes, la UE aplicó la misma definición a CPP-NPA, y tanto el bloque europeo como Washington consideran terrorista a Abu Sayyaf, una organización con no más de 100 miembros según la mayoría de los observadores, que reivindica el islamismo y se hizo notoria por sus secuestros en la región meridional del país.

A comienzos de este año, miembros de las estadounidenses Fuerzas de Operaciones Especiales fueron enviados a la meridional isla Basilan para asesorar al ejército contra Abu Sayyaf, y terminaron involucrados en combates contra ese grupo.

Según informes periodísticos, Estados Unidos y la UE se disponen a incluir en su lista de terroristas al insurgente Frente Moro Islámico de Liberación (MILF, por sus siglas en inglés), que tiene de 6.000 a 12.000 combatientes según cálculos oficiales, y opera desde los años 70 en el sur del país, con la intención declarada de fundar un Estado musulmán.

La etiqueta de terroristas ”es una amenaza al proceso de paz entre el gobierno y los grupos revolucionarios”, opinó Samira Ali Gutoc, de la organización Jóvenes Profesionales Musulmanes de Filipinas.

”Yo los veo como terroristas. ¿Acaso no emplean bombas?”, dijo a IPS Rose Agustin, empleada en una pequeña cafetería.

Washington afirma que el MILF mantiene vínculos con el grupo Jemaah Islamiyah, cuyo objetivo es crear un Estado islámico que sume a Indonesia, Malasia, Tailandia y el sur de Filipinas, y que Jemaah Islamiyah está vinculado a su vez con Al Qaeda (La Base), el grupo al que Estados Unidos señala como responsable de los attentados de septiembre de 2001.

El MILF niega veracidad a esas acusaciones, y sostuvo la semana pasada, mediante un portavoz, que Estados Unidos toma por enemigo a todo el Islam, porque no distingue entre grupos radicales y moderados, y así corre el peligro de fomentar el extremismo.

Manila emite señales contradictorias en relación con la cuestión de los insurgentes, y algunos observadores piensan que eso se debe a debates internos del gobierno.

En los últimos días, altos oficiales del ejército anunciaron nuevas operaciones contrainsurgentes, y funcionarios civiles informaron que se prepara una amnistía para facilitar la reanudación del negociaciones de paz, suspendidas en la actualidad de forma transitoria.

Políticos y analistas locales criticaron a Estados Unidos y la UE por borrar ante la opinión pública las diferencias entre separatismo, insurgencia y terrorismo.

”¿Quiénes son ellos para calificar de terroristas a filipinos que sólo son enemigos del gobierno?”, preguntó el senador Senator Robert Barbers, a former police official.

”El CPP-NPA no es un grupo terrorista. Es una organización revolucionaria, cuyos principales blancos no son civiles, sino las Fuerzas Armadas. Hay un mundo de diferencia entre terroristas y revolucionarios”, señaló el profesor Walden Bello, de la Universidad de Filipinas.

La intención de la UE al etiquetar a grupos filipinos fue ”mostrar que coopera con la campaña antiterrorista de Estados Unidos, aunque se oponga a los planes de ese país para atacar a Iraq. Fue puro oportunismo”, opinó.

”Los integrantes del CPP-NPA son rebeldes, no terroristas”, sostuvo el senador Rodolfo Biazon, ex comandante de las Fuerzas Armadas, quien dirigió combates contra esos insurgentes.

Biazon destacó además que ninguna ley filipina tipifica al terrorismo como delito, y opinó que el gobierno no cuenta con los medios necesarios para librar guerras simultáneas y en gran escala contra el NPA y el MILF.

Según el gobierno, el CPP-NPA es ”la amenaza número uno a la seguridad nacional”, y el MILF la segunda.

El NPA es la guerrilla más antigua de Asia, y según el gubernamental Consejo de Seguridad Nacional contaba con unos 2.000 combatientes a mediados de los años 90, pero ahora tiene seis veces más.

Ese crecimiento se debe al gran número de personas pobres y sin tierra en áreas rurales, y a la ”campaña de rectificación” impulsada por los dirigentes comunistas, que eliminó el cobro forzado de ”impuestos revolucionarios” y otros abusos contra campesinos.

El MILF se escindió en los años 80 del Frente Nacional Moro de Liberación, y cuenta con apoyo entre la población musulmana de la región meridional, a diferencia de Abu Sayyaf.

El CPP-NPA prometió aumentar sus ataques contra objetivos militares y policiales, tras ser declarado terrorista por la UE.

El Partido Comunista, su ejército y ”las masas revolucionarias filipinas nunca se rendirán”, aseguró el domingo mediante un comunicado el portavoz del CPP, Gregorio Rosal.

Washington presiona desde mediados de este año al gobierno de Holanda para que congele cuentas bancarias del CPP-NPA en ese país.

El bloqueo de esas cuentas es una consecuencia automática de la definición de la UE sobre el CPP-NPA, y parece probable que Sison sea expulsado de Holanda. (FIN/IPS/tra-eng/ms/js/mp/ip/02

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