El crecimiento económico no puede ser sostenido sin una buena distribución del ingreso que fortalezca el mercado interno, afirmó este jueves el ex jefe de gobierno español Felipe González en la Cumbre Latinoamericana de Negocios que se realiza en Brasil.
Esa es una verdad práctica, no teórica, sostuvo González, con la autoridad de haber transformado a España de un país emergente en país central en 14 años de gobierno, y basándose en la historia de América Latina, con una economía estancada en los últimos 20 años y el agravamiento de las desigualdades.
Ningún país central es débil en reparto de la riqueza, argumentó el ahora diputado por el Partido Socialista Obrero Español, ante políticos y líderes empresariales y sociales que participan del encuentro organizado en Río de Janeiro por el Foro Económico Mundial.
Esa no es una cuestión moral sino un problema de eficiencia económica, ya que mejores condiciones sociales impulsan la variable estratégica principal que es el capital humano, indispensable par el éxito, acotó.
Pero González, instado a emitir un consejo al presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, señaló que los fracasos de gobiernos de izquierda se debieron a que sólo mejoraron la distribución sin promover mecanismos de creación de riqueza.
En su opinión, América Latina afronta una crisis dramática, que afecta la democracia. Los militares se retiraron del poder, pero vuelven como líderes populistas, observó, en referencia implícita al presidente venezolano Hugo Chávez.
Los desafíos políticos y sociales para que América Latina reanude su desarrollo se destacaron en el segundo día de la reunión regional del Foro Económico Mundial, que finalizará este viernes.
En ese marco, la brasileña Vivianne Senna, del no gubernamental Instituto Ayrton Senna que actúa en educación y asistencia a niños pobres, precisó que 44 por ciento de la población regional vive en la pobreza, con un ingreso de menos de dos dólares por día.
Brasil ocupa el puesto 73 en el Indice de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pese a que es la décima mayor economía mundial.
Países con una renta pareja tienen sólo ocho por ciento de pobres, mientras 30 por ciento de los 171 millones de brasileños están en esa condición, destacó Senna.
Es indispensable una doble agenda, de transformación productiva y equidad social, defendió la activista.
Para ello no bastan acciones fragmentadas de filantropía de empresas con responsabilidad social y de organizaciones no gubernamentales, sino que hacen falta políticas públicas que ataquen los problemas al por mayor, añadió.
Por su parte, el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, exhortó a las entidades bancarias internacionales a que adopten criterios sociales al decidir sobre sus inversiones.
Es necesario evaluar a cada país no sólo por sus indicadores financieros sino por la cultura y las potencialidades de la población, dijo Wolfensohn el miércoles en el encuentro.
El flujo de inversiones en América Latina cayó de 40.000 millones de dólares en 1997 a la mitad este año, lamentó el presidente del Banco Mundial, tras criticar las visiones pesimistas sobre la región que manifiestan los inversores.
Para Juan Manuel Santos, presidente de la Fundación Buen Gobierno y ex ministro de Hacienda de Colombia, la crisis latinoamericana es más política que económica. Las instituciones sólo funcionan con política de calidad, sentenció.
Sin embargo, destacó la trampa diabólica que tiene atrapados a los países endeudados y sometidos a planes de ajuste.
Las reformas, con recortes de gastos sociales, disciplina fiscal, privatización y apertura de mercados, ampliaron el déficit público en Colombia, en lugar de controlarlo, aseguró.
Santos, quien también ocupó el Ministerio de Comercio Exterior de Colombia, acusó a los países ricos de agravar las dificultades del mundo en desarrollo con la aplicación de subsidios a su producción agrícola, que distorsionan el comercio internacional.
Los cafetaleros colombianos bromean diciendo que en una reencarnación les gustaría volver como vacas europeas o bananos de las islas Canarias, en España, por los altos subsidios que reciben, apuntó.
Esos beneficios alcanzan de tres a cuatro dólares diarios por cada vaca en la Unión Europea y siete dólares en Japón, informó José María Figueres, ex presidente de Costa Rica y actual director gerente del Foro Económico Mundial.
Por eso se vuelven locas, respondió Santos con ironía, en referencia a la encefalopatía espongiforme bovina o enfermedad de las vacas locas que afectó en los últimos años al ganado de varias naciones europeas.
Gonzalez admitió que el Consenso de Washington, que inspiró las reformas económicas impulsadas por Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en América Latina en los años 90, se convirtió en ideología.
Para los países centrales nuestro mercado es para nosotros, el de los países emergentes es para compartir con nosotros, explicó.
El ex gobernante español se dijo partidario del libre mercado, como forma de crear riquezas, pero la desregulación total, especialmente del mercado financiero, es una equivocación grave que costó 20 por ciento del producto interno bruto a países como México y Ecuador, advirtió.
González defendió una nueva arquitectura financiera mundial, y se mostró sorprendido por la información de que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social concede préstamos de largo plazo superiores a los del Banco Mundial.
Si una institución de fomento nacional supera a una mundial algo está mal, sentenció González.
La crisis actual es global, como una pandemia, y los países centrales deben convencerse de que sus economías se ven afectadas por la exclusión del mercado de centenares de millones de personas pobres, como ocurre en América Latina, concluyó González. (FIN/IPS/mo/dm/dcl/if/ip/02