Los musulmanes de los cinco mayores países de la Unión Europea (UE) sufren discriminación a pesar de las normas del bloque en materia de equidad, según un estudio del Open Society Institute, organización del financista húngaro- estadounidense George Soros.
El documento titulado Protección a las minorías en la UE indica que la UE asumió un compromiso retórico de valores democráticos e inclusión de las minorías, pero advirtió que no todos los países adecuaron su legislación a esos criterios.
El informe fue elaborado por el Programa de Análisis del Acceso a la UE (Eumap) del Open Society Institute, que realiza estudios regulares en que se compara la situación en distintas áreas en Alemania, España, Francia, Gran Bretaña e Italia con la de 10 países europeos cuyo ingreso está pendiente.
Los principios de la UE en materia de equidad étnica ni siquiera son suficientemente completos para atender la situación de los musulmanes en Europa, según el informe.
La discriminación sobre la base de la afiliación religiosa sólo está considerada en las directivas de la UE sobre Igualdad de trato en materia de empleo y de ocupación, aprobada en noviembre de 2001, y sobre Igualdad de trato independientemente del origen racial o étnico, vigente desde 2000.
Pero no todos los países de la UE adecuaron su legislación a esos criterios, agrega.
A pesar de que la mayoría de los musulmanes que viven en Francia son ciudadanos franceses, segmentos del público continúan considerando a los musulmanes de origen magrebí como inmigrantes aun después de cuatro generaciones en Francia, advierte el estudio.
Eso no sucede con los inmigrantes procedentes de otros países de la UE, agrega.
Por otra parte, la abrumadora mayoría de los italianos tienden a asociar la inmigración con el Islam, aun cuando los musulmanes no constituyen la mayoría de los inmigrantes.
Ni Alemania ni España adoptaron leyes antidiscriminatorias exhaustivas, a pesar de los esfuerzos para adecuar la legislación nacional con las directivas de la UE, según el informe. Pero aun en países que ya las adoptaron existen importantes vacíos legales, agrega.
La ley antidiscriminación francesa, por ejemplo, no ofrece una definición clara de discriminación indirecta, porque implicaría una diferenciación de la población en categorías prohibida por la constitución, según el informe.
En Alemania, los asuntos relacionados con la discriminación y con la violencia contra las minorías religiosas son consideradas por la oficial Comisión de Asuntos de Extranjeros aunque las víctimas sean ciudadanos alemanes, porque no existe un organismo especializado, añade.
Los redactores del informe tropezaron con la escasez de datos oficiales en que conste la religión de las víctimas de discriminación, pero identificaron varias áreas en que este problema efectivamente ocurre.
Musulmanes británicos y franceses entrevistados manifestaron tratamiento injusto como consecuencia de políticas y prácticas educativas que no toman en cuenta su cultura. En Francia, por ejemplo, hubo discriminación contra las estudiantes musulmanas que reivindicaron su derecho a cubrir su rostro y su cabello.
Mientras, las calificaciones de los hijos de inmigrantes que asisten a la escuela en Italia son menores a las que se registran en el promedio general, así como la deserción del sistema educativo es mayor, agrega.
Las agencias de empleo temporario de Francia afirmaron que determinadas empresas no desean trabajadores musulmanes. Las organizaciones musulmanas advirtieron que existe discriminación en la contratación y en la promoción dentro de las empresas, pero, aclaran, se han registrado escasas demandas judiciales.
La directiva sobre Igualdad de trato en materia de empleo y de ocupación de la UE prohíbe la discriminación directa e indirecta en el empleo, lo cual debe obligar a las empresas a asegurarse de que sus políticas, prácticas o criterios no tengan el efecto no deseado de dejar en desventaja a los musulmanes o miembros de otras minorías, indica el informe.
Varios estudios mencionados en el informe indican que en Francia es habitual la discriminación en la selección de solicitantes de subsidios estatales para la adquisición de vivienda, así como en el mercado inmobiliario privado.
Tanto en Francia como en Italia es habitual, según estos estudios, que los funcionarios de las oficinas de vivienda asignen viviendas de menor calidad a los solicitantes de supuesto origen extranjero.
También existen estudios documentados sobre inequidades en la atención de la salud en perjuicio de los musulmanes en Francia. Organizaciones musulmanes británicas también denunciaron tratamiento injusto por parte de los funcionarios de los servicios sociales.
El informe recuerda que una de las condiciones establecidas por la UE a los países que aspiran a integrarse en el bloque es el respeto y la protección de las minorías, al que considera un valor europeo clave. (FIN/IPS/tra-eng/ss/sm/mj/hd/02