Los musulmanes sufren segregación en Gran Bretaña porque las leyes sólo prevén castigos para la discriminación racial y no la religiosa, advirtió un instituto británico independiente.
Los graves problemas de integración que padecen los islámicos como grupo tienden a ser pasados por alto, sostiene el informe La situación de los musulmanes en el Reino Unido, del Open Society Institute, fundado por el financista húngaro- estadounidense George Soros.
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, los musulmanes son blanco de crecientes ataques y de cuestionamientos a su fidelidad a Gran Bretaña, señala el estudio publicado el lunes.
Además, la comunidad islámica padece de manera desproporcionada la exclusión social y la falta de servicios públicos adecuados.
Una generación entera de musulmanes podría quedar atrapada en un ciclo de pobreza y marginada de la sociedad, advierte el informe.
Los musulmanes de Pakistán y Bangladesh gozan de cierta protección debido a su etnia, pero los de Europa, Africa, el Caribe o China están desprotegidos, porque proceden de comunidades donde los musulmanes son minoría.
Pese a ello, los pakistaníes y bengalíes son los grupos más desfavorecidos de Gran Bretaña, con mayores índices de pobreza y desempleo que otras comunidades minoritarias, señala el informe.
Ochenta por ciento de los hogares pakistaníes o bengalíes tienen un ingreso igual o inferior al promedio nacional, frente a 40 por ciento de los hogares de otras minorías, y más de la mitad viven en los 10 barrios más pobres del país.
El informe señala que cerca de 40 por ciento de los dos millones de musulmanes residentes en Gran Bretaña tienen su origen fuera de Asia meridional y recomienda que las leyes prevean la misma protección contra la discriminación religiosa que contra la discriminación racial.
Desde el 11 de septiembre de 2001, los musulmanes británicos son acusados de aislacionistas, señaló Tufyal Choudhury, profesor de derecho humanitario internacional de la Universidad de Durham y autor del informe.
Este estudio demuestra que las comunidades islámicas todavía enfrentan discriminación y desventajas que les dificultan la integración. Puede ser un proceso de doble vía, advirtió.
Por ejemplo, la falta de contenido islámico en los programas de estudio lleva a los musulmanes a depender de la formación religiosa que ofrecen las mezquitas, pero estas lecciones no preparan a los jóvenes de manera adecuada con respecto a su religión, dice el informe.
Los departamentos de educación deben ofrecer pautas para asegurar que la necesidad de los estudiantes musulmanes sean atendidas en todo el país, instó el Open Society Institute.
Por ejemplo, sugirió, las escuelas deberían ofrecer la enseñanza de árabe como idioma extranjero junto con el francés, el alemán y el español, y así ayudarían a mantener a los musulmanes alejados de grupos extremistas.
El árabe es la lengua del Corán, el libro sagrado del Islam, pero las lecciones sobre Corán ofrecida en las mezquitas ofrecen a los estudiantes una visión inadecuada de esa religión, según el informe.
Los jóvenes aprenden que son musulmanas pero no adquieren una comprensión suficiente del Islam, y así se crea un espacio en que pueden introducirse organizaciones con diferentes interpretaciones de la religión, advierte.
El estudio exhorta a estimular la participación de los musulmanes en la vida pública. También es necesario que las instituciones de la Unión Europea aseguren la inclusión de los musulmanes en los procesos de elaboración de políticas, dice.
El informe forma parte del Programa de Vigilancia del Acceso en la Unión Europea (EUMAP 2002) del Open Society Institute, concentrado en la situación de las minorías vulnerables en los 15 países miembros del bloque regional.
Las medidas para mejorar la situación de los musulmanes británicos producirán beneficios para la sociedad en su conjunto, concluye el informe.
El Consejo Musulmán de Gran Bretaña, un grupo independiente, opinó que las recomendaciones servirán para medir los cambios institucionales, no sólo dentro del gobierno, sino también dentro de organizaciones comunitarias y mezquitas.
El Consejo también impulsa nuevas leyes que castiguen la vilificación de determinadas religiones.
En una encuesta separada realizada por encargo de la Sociedad Islámica de Gran Bretaña y publicada en la Semana de la Conciencia del Islam, 56 por ciento de los encuestados, en su mayoría no islámicos, opinaron que los musulmanes padecen discriminación. (FIN/IPS/tra-en/ss/raj/mlm/ip/02


