Millones de televidentes árabes asistieron esta semana al primer episodio de una serie egipcia que grupos judíos calificaron de propaganda antisemita.
La serie, llamada Jinete sin caballo, presenta la historia ficticia de un egipcio que lucha contra los británicos en Palestina a comienzos del siglo XX, y descubre un manifiesto para la dominación judía del mundo e intenta descubrir la verdad detrás de él.
El primero de los 41 capítulos de la serie fue transmitido el miércoles en un canal satelital privado de Egipto, y en la noche por la televisión estatal.
La polémica por la nueva serie llegó a los títulos de diarios de varios países. Grupos judíos exhortaron a no transmitirla, mientras funcionarios israelíes afirmaron que contituye la peor forma de odio que existe y expresaron preocupación por sus fuentes racistas y falsas.
Jinete sin caballo comenzó a exhibirse en Egipto al comienzo del Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, cuando la audiencia televisiva es mayor. Funcionarios del gobierno rechazaron las exhortaciones a retirarlo de la programación.
Prejuzgar una obra de arte, una serie dramática, antes de verla es una actitud inmadura y poco inteligente, declaró Nabil Osman, director del Servicio Estatal de Información.
Los críticos arguyen que no precisan mirar la serie y fundamentan sus objeciones en informes de que el guión se basa en Los protocolos de los sabios de Sión, un documento de un siglo de antigüedad considerado fraguado.
El texto detalla un supuesto plan para la dominación mundial ideado por una camarilla de ancianos judíos.
Varios académicos concluyeron que los Protocolos fueron escritos por la policía secreta de Rusia durante el reino de Nicolás II, como pretexto para perseguir a los judíos. Posteriormente fue utilizado por Hitler para incitar el antisemitismo en Alemania nazi.
Una vez más, la prensa árabe demoniza a Israel y a los judíos, y nadie la critica, declaró la Liga Antidifamación, con sede en Nueva York.
Los líderes árabes deben poner fin a los programas que apelan a la ignorancia, el odio y el antisemitismo. Es irracional que la televisión árabe haya creado toda una serie televisiva basada en uno de los documentos más repugnantes de la historia antijudía, agregó la Liga.
Por otra parte, los productores de Jinete sin caballo insisten en que la serie no contiene ninguna escena ni diálogo antisemita.
Usamos el libro de los sabios de Sión en el drama, pero no expresamos ninguna opinión sobre él, explicó el guionista Mohammed Baghdadi.
No tenemos problemas con los judíos como pueblo ni con el judaísmo como religión. Sólo estamos en contra del racismo de los sionistas y de la construcción de asentamientos judíos en territorios palestinos, aclaró Baghdadi.
Muchos árabes creen en una conspiración judía para la dominación mundial, y grupos judíos temen que la nueva serie de televisión refuerce esa visión, dado que algunos espectadores no podrán discernir la realidad de la ficción.
Funcionarios de Washington exhortaron a los productores de televisión egipcios a hacer más clara esa distinción.
El actor y activista político egipcio Mohammed Sobhi, que ha actuado en varias producciones de tono crítico hacia Estados Unidos e Israel, es el protagonista de la serie.
Soy el primero en afirmar que los Protocolos son falsos. Lo extraño es que los israelíes los leyeron y los aplicaron, como en un juego, declaró el actor.
El diario estatal Al-Ahram urgió a los grupos judíos a abandonar la preocupación por la serie y abrir los ojos a lo que pasa en su propio patio trasero.
En lugar de poner el grito en el cielo por falsas controversias, deberían prestar atención a los derechos humanos, religiosos y sociales de los palestinos, violados sistemáticamente por las fuerzas de ocupación de Israel, instó el diario.
Un grupo de jóvenes egipcios que miró el primer episodio de Jinete sin Caballo en un café de El Cairo opinó que por ahora no tiene nada de antisemita, y que esperará a ver el final antes de juzgarlo.
El primer capítulo muestra las duras condiciones y las injusticias que sufrían los egipcios bajo el dominio turco, pero no escuché que nadie llamara a la serie 'antiturca', comentó uno de los jóvenes, Hossam Saleh, de 24 años. (FIN/IPS/tra-en/cm/ss/mlm/cr/02