Ministros de 25 países intentarán despejar la semana próxima en la ciudad australiana de Sydney la crisis que amenaza a la OMC por incumplimiento de los plazos en la negociación de los asuntos que más interesan al mundo en desarrollo.
El atraso más evidente se registra en las negociaciones sobre el trato especial y diferenciado que el sistema multilateral reconoce a los países en desarrollo para compensar sus desventajas ante las naciones industrializadas.
Los 145 países miembros de la OMC (Organización Mundial de Comercio) ignoraron el final fijado para julio de 2002 de reforzar el mecanismo de trato especial y diferenciado. El director general de comercio de la Unión Europea (UE), Peter Carl, estimó que el nuevo plazo tampoco será cumplido.
El director general de la OMC, el tailandés Supachai Panitchpakdi, volvió a exhortar esta semana a que se aceleren los trabajos y recordó con preocupación que algunas delegaciones todavía no han hecho conocer sus posiciones negociadoras, como es el caso de la UE respecto de la agricultura.
El cronograma de las negociaciones de la Ronda de Doha, lanzada hace un año en esa capital de Qatar para profundizar la liberalización del comercio internacional, establece términos precisos que vencen a fines de diciembre y el último día de marzo de 2003.
En diciembre deben alcanzarse acuerdos sobre el trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, respecto del acceso a los medicamentos en los países que carecen de capacidad para fabricarlos y en la aplicación de cuestiones pendientes desde la Ronda Uruguay (1986-1994), que concluyó con la creación de la OMC.
Los plazos de marzo de 2003 corresponden a los procesos de negociaciones en agricultura, servicios, acceso a los mercados de los productos no agrícolas y del mecanismo de solución de diferencias de la OMC.
La reunión de Sydney, que tiene carácter informal, se ocupará primordialmente de examinar los obstáculos que retardan las negociaciones sobre aplicación, trato especial y diferenciado y el acceso a los medicamentos.
La cuestión de la aplicación, reclamada por el Sur para eliminar perjuicios ocasionados por los acuerdos de la Ronda Uruguay, se discutirá en Sydney junto al punto del trato especial y diferenciado, adelantó el negociador de un país latinoamericano que asistirá a la reunión en la ciudad australiana.
La delegación de Corea del Sur ha sido encargada de identificar los aspectos del trato especial y diferenciado, que podrían ser objeto de un entendimiento antes de fin de año, dijo la fuente.
Pero las delegaciones dan por sentado que el acuerdo no abarcará a todas las disposiciones sobre trato especial, por lo cual la delegación coreana deberá proponer nuevos plazos para que el Comité de Comercio y Desarrollo de la OMC discuta nuevas soluciones.
El tercer asunto para Sydney se vincula con la declaración, aprobada por los ministros en Doha, respecto de que el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio no impiden ni deberán impedir que los estados miembros de la OMC adopten medidas para proteger la salud pública.
Esa declaración, recibida como un triunfo por los países en desarrollo y las organizaciones no gubernamentales que se movilizaron en todo el mundo para promoverla, dejó pendiente un aspecto para que lo resolviera antes de fin de este año el Consejo General de la OMC, en su sede de Ginebra.
Uno de los puntos principales de esa declaración reconoce el derecho de los miembros de la OMC a promover el acceso a los medicamentos mediante la concesión de licencias obligatorias, que equivalen a una autorización gubernamental para copiar fórmulas farmacéuticas.
Pero la declaración reconoció que algunos países, con capacidades de fabricación insuficientes en el sector farmacéutico, podrían tropezar con dificultades para hacer un uso efectivo de las licencias obligatorias.
La solución ampliamente aceptada a ese problema consiste en la autorización para que esos países importen medicamentos genéricos a precios reducidos.
Pero la UE y Estados Unidos sostienen que los beneficios de esa solución deben excluir a los países en desarrollo de alto ingreso, conforme a las categorías que establece el Banco Mundial.
La pretensión de las naciones industrializadas desató protestas de los países en desarrollo, que acusaron a los dirigentes de la UE de intentar dividir a las naciones del Sur.
Carl dijo esta semana en Ginebra que un criterio parecido de graduación o diferenciación debería aplicarse también en la cuestión del trato especial y diferenciado.
La fuente latinoamericana estimó que en Sydney se puede lograr un consenso para descartar cualquier diferenciación entre los potenciales beneficiarios del sistema de importación de medicamentos esenciales a bajo costo.
Con relación a una graduación del trato especial y diferenciado, la fuente observó que ya existe una diferencia entre los países en desarrollo y las 49 naciones que integran el grupo de países menos avanzados.
Durante las discusiones en Sydney, los países del Grupo de Cairns, integrado por exportadores agrícolas opuestos al proteccionismo, y también Estados Unidos, subrayarán el estancamiento en las negociaciones de agricultura en la OMC causado por la falta de propuestas de la UE, Japón, Corea del Sur, Noruega y Suiza.
Los países invitados por Australia son Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, China, Egipto, Estados Unidos, Hong Kong, India, Indonesia, Japón y Kenia.
También figuran Lesotho, Malasia, México, Nueva Zelanda, Nigeria, Senegal, Singapur, Sudáfrica, Suiza, Tailandia, Trinidad Tabago y la Unión Europea.
El ministro de Comercio de Australia, Mark Vaile, apuntó que esos 25 países representan 80 por ciento del comercio mundial. (FIN/IPS/pc/dm/if/02