ASIA SUDORIENTAL: China, el nuevo gran hermano

China surge como el hermano mayor cuya mano toman los países de Asia sudoriental para que los conduzca por la senda del desarrollo, luego de décadas de seguir a Japón, la segunda potencia económica mundial.

La zona de libre comercio que crea el nuevo acuerdo de cooperación económica entre China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la más grande del mundo, entrará en vigor el 1 de julio próximo y abarcará un mercado de 1.700 millones de personas.

China percibe oportunidades en ASEAN, que reúne un mercado de 500 millones de personas y ricos recursos naturales, mientras que los gobiernos del bloque se han dado cuenta de que carecen de opciones más atractivas que comprometerse con el país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes.

El intercambio comercial actual entre China y el bloque asciende a 1,2 billones de dólares. El secretariado de la ASEAN estimó que la implementación del acuerdo de libre comercio elevará 48 por ciento las exportaciones del bloque a China y 55 por ciento la corriente contraria.

”La zona de libre comercio China-ASEAN sería la mayor entre países del Sur en desarrollo y esperamos que se convierta en un ejemplo de cooperación Sur-Sur”, sostuvo el vicecanciller chino Wang Yi.

A través de los tratados firmados este mes, China tomó la delantera a Japón, país cuyo camino hacia la bonanza económica siguieron los de Asia sudoriental en las décadas anteriores.

Las economías de Asia sudoriental ya percibían que China se había convertido en un destino atractivo para las inversiones.

La inversión extranjera directa en la ASEAN en 2000 ascendió a 10.000 millones de dólares, cuando en 1999 había alcanzado 16.000 millones y en 1997, cuando estalló la crisis financiera en la región, 27.000 millones.

La eliminación de barreras arancelarias y paraarancelarias regirá para China y los seis fundadores de la ASEAN (Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia).

El acuerdo firmado el 4 de este mes en la cumbre de la ASEAN en Phnom Penh incluye un tratamiento diferencial para los miembros más nuevos del bloque y de menor desarrollo relativo (Birmania, Camboya, Laos y Vietnam), que se integrarán plenamente en 2015.

El convenio tiene entre sus objetivos eliminar las preocupaciones de los países de Asia sudoriental de ser avasallados por el gigantesco mercado de China tras la entrada de ese país a la Organización Mundial de Comercio (OMC) a fines del año pasado.

Al tender puentes comerciales con sus vecinos sudorientales, China también pone fin a los conflictos remanentes de la guerra fría, cuando ambas partes se percibían como fuerzas hostiles.

Beijing consideraba entonces que Asia sudoriental tenía ”el potencial de ser utilizado por terceros para lanzar acciones hostiles contra China”, recordó el secretario general de la ASEAN, Rodolfo Severino.

”La seguridad común que China y la ASEAN persiguen ahora rompe con el concepto de seguridad imperante en la guerra fría”, sostuvo el vicecanciller Wang.

La zona de libre comercio entre China y la ASEAN había sido propuesto el año pasado por el primer ministro chino Zhu Rongji, es necesario para acompasar el ritmo de integración al de otras regiones del mundo, agregó Wang.

China y los 10 países de la ASEAN firmaron en la capital de Camboya tres acuerdos, uno de libre comercio y otros referidos a la lucha contra el narcotráfico y la agricultura, así como una declaración que aplaca las disputas territoriales en el mar de China Meridional entre seis países.

El acuerdo de libre comercio se convirtió en el pilar económico de la nueva relación, y la declaración sobre la delimitación del mar de China Meridional es ahora el pilar político, explicó el diplomático de Camboya Chem Widhya.

El acuerdo sobre el mar de China Meridional procura impedir tensiones en un área rica en recursos naturales. ”Simboliza un avance en la relación de China con la ASEAN y un nuevo nivel de confianza entre las dos partes”, sostuvo Wang.

Mientras, Widhya indicó que China y la ASEAN sellaron un compromiso poolítico para asegurar la seguridad, la estabilidad y la paz en el área Asia-Pacífico.

Un diplomático filipino presente en la cumbre consideró claro que ”China quiere ser una fuerza económica dominante en la región”. La prensa de Tailandia calificó el avance de Beijing en la cumbre como ”el triunfo en un campeonato”.

En cuanto a la declaración sobre el mar de China Meridional, en el que China ocupa las disputadas islas Spratley, calma algunas preocupaciones de Asia sudoriental.

China y cuatro países de la ASEAN (Brunei, Filipinas, Malasia y Vietnam), así como Taiwán, reclaman su soberanía sobre las islas Spratley. La cuarta parte del tráfico naviero mundial pasa por el mar de China Meridional, también importante para las flotas militares que navegan del océano Pacífico al Indico.

La declaración firmada el día 4 compromete a los seis países a no usar la fuerza para hacer valer sus reclamos sobre las islas Spratley, y se firmó tras ocho años de negociaciones en la cumbre en Phnom Penh a pesar de los pronósticos en contrario.

”El efecto es fortalecer un sentimiento de estabilidad en la región”, dijo Severino. El objetivo de China, agregó Wang, ”radica en nuestra percepción de la necesidad de paz y estabilidad en el área del mar de China Meridional”. (FIN/IPS/tra-eng/idc- js/js/mj/if ip/02

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