El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, llamó a sus pares de América este martes en la capital chilena a actuar en conjunto contra el terrorismo, mientras Amnistía Internacional advirtió que los derechos humanos no pueden sacrificarse en nombre de la seguridad colectiva.
La organización humanitaria Amnistía Internacional, con sede en Londres, exhortó igualmente a los ministros de Defensa a asumir un compromiso para remover los obstáculos a las investigaciones sobre crímenes contra los derechos humanos cometidos por dictaduras militares en América Latina.
Rumsfeld realizó una breve visita a Santiago para participar en la inauguración de la quinta Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, la primera que se realiza luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en Washington.
En la cita, inaugurada este martes por el presidente chileno Ricardo Lagos y que se prolongará hasta el viernes próximo, participan representantes de 34 países americanos, todos excepto Cuba.
En un hecho inédito, asisten a esta conferencia cuatro ministras de Defensa, comenzando por la anfitriona, la chilena Michelle Bachelet, convertida también en la primera mujer que preside un encuentro de este tipo.
Las otras funcionarias son Margaret Bloodworth, de Canadá, Martha Lucía Ramírez, de Colombia, y Ana Helena Chacón, de Costa Rica, país en que la cartera de Defensa tiene rango de viceministerio.
Lagos y Rumsfeld coincidieron en sus discursos en que la situación de Colombia compromete gravemente la seguridad hemisférica, pero el mandatario chileno subrayó también la necesidad de mantener la democracia, el respeto de los derechos humanos y el estado de derecho en todo el continente.
Lagos sostuvo que la presencia en Colombia de la guerrilla izquierdista, los paramilitares de derecha y el narcotráfico no es un asunto particular de ese país, sino también un tema que afecta la seguridad de toda nuestra región.
El gobernante chileno agregó que se debe demandar a todos los gobiernos de América medidas de cooperación y colaboración con los esfuerzos que está haciendo el presidente (colombiano) Alvaro Uribe, con el propósito de pacificar a ese país.
Por su parte, Rumsfeld exhortó a un trabajo mancomunado de las Fuerzas Armadas, las policías, los guardacostas y las guardias aduaneras para garantizar la seguridad, base crítica sin la cual la democracia y la prosperidad no son posibles.
Los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos dejaron en claro que las amenazas trascienden la geografía y no respetan fronteras, y que para enfrentarlas se requieren gobiernos democráticos e invulnerables.
Cuando los terroristas escapan de Afganistán normalmente encuentran amparo en países sin gobierno, añadió el funcionario estadounidense. Hoy día, el narcoterrorismo y el tráfico de armas se utilizan como medios para desestabilizar a los gobiernos democráticos, añadió.
Los gobiernos elegidos tienen la obligación de ejercer la autoridad soberana en todo su territorio nacional, señaló, para remarcar a renglón seguido que todos nos beneficiamos ayudando a los países de este hemisferio para que ejerzan la soberanía en todo el territorio.
Washington asiste a Colombia en su lucha contra la guerrilla y el narcotráfico porque es difícil para un país individual resolver solo problemas que son globales o regionales, justificó Rumsfeld en declaraciones al diario chileno La Tercera, antes de partir este mismo martes a la República Checa.
Rumsfeld puso el acento en la coordinación operativa de las fuerzas militares y policiales, mientras Lagos dijo que en el combate contra el terrorismo es urgente aumentar la cooperación internacional y actuar a través de los organismos establecidos, en particular la Organización de las Naciones Unidas.
En tanto, Amnistía Internacional emitió una declaración sobre el encuentro de ministros de Defensa, en la cual advirtió que la verdadera seguridad sólo puede ser alcanzada por medio de un respeto absoluto por los derechos humanos de todas las personas.
Agregó que, a raíz del conflicto en Colombia y luego de los ataques de 2001 contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa en Washington, los gobiernos de América están bajo considerable presión para adoptar medidas de seguridad nacional y regional.
Las acciones tomadas en la región para responder a estos serios desafíos de seguridad han elevado graves preocupaciones por los derechos humanos, comentó Amnistía.
Esas acciones parecen estar basadas en la premisa de que los derechos humanos básicos de los individuos pueden sacrificarse legítimamente en nombre de la seguridad colectiva, se añade en la declaración.
Esto es una falsa suposición, muy peligrosa. Lejos de ser incompatibles, la seguridad y los derechos humanos son complementarios, sentenció Amnistía.
La organización humanitaria precisó que la Convención Interamericana contra el Terrorismo, adoptada este año por la asamblea de la Organización de Estados Americanos, contiene previsiones para el respeto de los derechos humanos y la protección de refugiados.
La escalada de violencia en Colombia y las medidas de seguridad introducidas por el gobierno de Uribe están exponiendo a los civiles a mayores riesgos, con repercusiones en los países vecinos, como Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, dijo Amnistía.
La declaración señaló en otro acápite que es crucial asegurar un futuro pacífico y seguro en la región y para ello se precisa una completa investigación de las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado con la participación de las Fuerzas Armadas y de seguridad u otros grupos actuando con su apoyo o consentimiento.
Es también fundamental la persecución judicial de los responsables de esas violaciones, dijo Amnistía Internacional, que pidió a los ministros de Defensa un claro compromiso con el imperio de la ley y los derechos humanos.
En ese sentido, les planteó que quiten cualquier obstáculo a las investigaciones de casos (de crímenes represivos) que impliquen a personal militar o de seguridad. (FIN/IPS/ggr/dm/ip hd/02
