El Parlamento Latinoamericano (Parlatino) se dispone a discutir y evaluar las negociaciones del ALCA y a promover la comunicación informatizada entre los 22 Congresos nacionales asociados.
Los planes de reactivación del Parlatino fueron comentados a IPS por el nuevo presidente del cuerpo, el diputado brasileño Ney Lopes de Souza, que sucede a Beatriz Paredes, presidenta de la Cámara de Diputados de México.
Lopes fue elegido en la 19 asamblea ordinaria del Parlatino, celebrada el viernes en la sede permanente de la institución, en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
La asamblea también resolvió crear una comisión especial para el seguimiento de las negociaciones comerciales que interesan a América Latina y el Caribe, como las que desarrollan los 34 países comprometidos en principio en el proyecto del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) y la Organización Mundial del Comercio.
Los parlamentos de la región están al margen de las negociaciones que conducen los gobiernos y luego reciben tratados que deben aprobar, sin un conocimiento previo de sus cuestiones, lo que genera reacciones negativas, advirtió Lopes.
Se intentará entonces promover una mayor participación de los legisladores latinoamericanos en las discusiones comerciales. La comisión especial de seguimiento tendrá representantes de los 22 países cuyos congresos están asociados al Parlatino.
El acompañamiento permanente permitirá a los legisladores debatir los acuerdos en negociación, formándose opinión para no ser sorprendidos por hechos consumados, exlicó el diputado brasileño.
Esa previsión no elimina conflictos de intereses, pero puede abrir caminos a un mejor entendimiento, agregó Lopes, el tercer representante de Brasil que llega a la presidencia del Parlatino.
Asimismo, el diputado proyecta para sus dos años al frente del Parlatino implementar una red informatizada para hacer fácilmente disponibles las informaciones económicas, sociales y culturales de los países latinoamericanos y caribeños, además de los proyectos en trámite en los parlamentos de la región.
La amplia y rápida circulación de una información homogénea ayudará a armonizar las legislaciones, a establecer normas transnacionales y comunitarias como las existentes en la Unión Europea, que es uno de los objetivos del Parlatino.
La información también estimulará la firma de tratados entre dos o más países latinoamericanos sobre ambiente, de combate contra el narcotráfico y sobre otros asuntos, posibilitando adhesiones posteriores que pueden convertirlos en convenciones regionales, observó Lopes.
Fundado en 1964, el Parlatino es una asociación de congresos nacionales, aunque carece del poder legislativo que tiene el Parlamento Europeo. Sus miembros son diputados o senadores escogidos por sus colegas de los 22 países involucrados.
Sólo en Venezuela, los representantes ante el Parlatino son elegidos por voto popular, una práctica que el cuerpo aspira a universalizar a largo plazo, indicó Lopes.
Se trata de la aplicación de los ideales bolivarianos, de efectiva integración latinoamericana, promovidos por el actual gobierno venezolano.
También el Parlatino defiende la Patria Grande, que se formalizaría en una Comunidad Latinoamericana de Naciones, una integración política, social y cultural, con instituciones comunes y no limitada a aspectos económicos y comerciales.
La sede del Parlatino fue construída y es mantenida por el gobierno del estado de Sao Paulo. Pero faltan recursos y no todos los congresos nacionales de América Latina y el Caribe envían sus representantes ni colaboran con la financiación de las actividades del cuerpo.
Además de las asambleas ordinarias, que se realizan cada dos años, la institución se compone de varias comisiones permanentes, especializadas en temas como salud, educación, ambiente, economía y deuda social.
Varios países latinoamericanos adoptaron leyes a iniciativa del Parlatino. Son ejemplos una ley básica de defensa del consumidor y los cupos partidarios para aumentar la presencia de las mujeres en la actividad política.
La institución realiza también desde los años 80 una campaña por la condonación de la deuda externa de los países más pobres de América Latina y por la renegocación en condiciones favorables de los compromisos de las otras naciones de la región.
La cooperación con organismos internacionales es otra forma de actuación. Al respecto, Lopes destacó un convenio con la Organización de Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura para impulsar proyectos y debates sobre enseñanza de adultos y universidades públicas y privadas.
Esa vía de asociación con otras instituciones es una importante alternativa para el Parlatino, ante la escasez de recursos, señaló su presidente. Los proyectos conjuntos permiten combinar los conocimientos técnicos de los socios con la función legisladora de los parlamentarios, para asegurar los objetivos.
Está en la mira del nuevo presidente, por ejemplo, un convenio con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación, especialmente ahora, que prsidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, marcó como prioridad de su gobierno el combate contra el hambre. (FIN/IPS/mo/ff/ip/02


