Los arduos debates y las presiones que han marcado la conferencia de CITES sobre protección de especies en peligro, que se realiza en la capital chilena, han puesto en evidencia una vez más la crisis del multilateralismo y de la cooperación internacional.
La influencia unilateral de Estados Unidos quedó demostrada en el forzado acercamiento de seis países africanos, para dar paso a un levantamiento parcial de la veda al comercio de marfil, que según organizaciones ambientalistas reactivará la caza furtiva de elefantes.
La intervención de los delegados gubernamentales estadounidenses en la asamblea fue crucial para que se autorizara a Botswana y a Namibia la exportación de 20 y 10 toneladas, respectivamente, de sus reservas de marfil, dijo este miércoles el Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora de Chile (Codeff).
Esta es la decisión más polémica adoptada hasta ahora por la XII Conferencia de las Partes de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), inaugurada el 3 de este mes y que finalizará el viernes próximo.
Cualquier comercio legal (de marfil) puede conducir al incremento de la caza ilegal de elefantes en Africa y Asia, advirtió el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW), al expresar su rechazo a esa resolución.
Tanto IFAW como Codeff aplaudieron una posterior decisión de la asamblea de los 160 gobiernos signatarios de CITES, que negó a Zimbabwe y Zambia la venta de sus reservas de marfil, estimadas en conjunto en otras 40 toneladas.
Las gestiones de los delegados gubernamentales de Estados Unidos fueron decisivas para ambas resoluciones, que tuvieron como factor esencial el retiro de la propuesta de Kenia y la India de incluir todas las poblaciones de elefantes del mundo en el Apéndice I de CITES.
Esta convención protege a 25.000 especies vegetales y 5.000 animales y reúne en el Apéndice I a todas aquellas en franco peligro de extinción para prohibir absolutamente su comercio o el de sus subproductos, como en el caso del marfil.
La autorización a Botswana y Namibia puede significar dar carta blanca a comerciantes ilegales, que pueden aprovecharse de las nuevas condiciones y de la pobreza en los países africanos para, mediante métodos criminales denunciados en esta misma convención, traficar ilegalmente con el marfil de elefantes muertos malintencionadamente, declaró la presidenta de Codeff, Jenia Jofré.
Varios de los países africanos que albergan poblaciones de elefantes están entre los más pobres del mundo, con ingresos por habitante al año que no superan los 250 dólares.
Las ventas ilícitas de marfil pueden representar así ingresos para sus empobrecidos habitantes, que aprovecharán la demanda de este producto en países industrializados, como Japón, donde los colmillos de los elefantes se emplean en la fabricación de lujosas joyas y artesanías de alto precio.
El debate sobre los elefantes en la conferencia de CITES abarcó gran parte de la jornada del martes y sólo fue interrumpido para que los delegados escucharan al presidente de Chile, Ricardo Lagos, quien llevó un saludo a la sede de la reunión.
Al llegar al edificio Diego Portales, donde se realiza la conferencia, Lagos fue recibido por dos réplicas gigantes inflables de ballenas y elefantes, colgadas en el piso número 22 por la organización ambientalista Greenpeace, con la leyenda: Señor presidente, nuestra vida pende de un hilo, sálvenos.
En su discurso, el mandatario chileno exhortó a buscar una cooperación internacional más fuerte en el ámbito científico, técnico y económico.
Esto es un factor clave para desarrollar capacidades humanas, tecnológicas y de información que les permitan a los países en desarrollo recuperar, conservar y manejar sosteniblemente su patrimonio ambiental, sentenció.
Lagos señaló que un país, como Chile, puede establecer un marco legal riguroso para proteger sus recursos pesqueros en el área de las 200 millas de mar jurisdiccional, pero debe observar con impotencia como las especies migratorias son depredadas por barcos factorías fuera de ese límite.
El mandatario chileno llamó a fortalecer CITES para ser protectores y no depredadores, y definió a la convención como uno de los esfuerzos más exitosos de la comunidad internacional para equilibrar el uso sustentable (de los recursos de fauna y flora) y los criterios de precaución.
En la visión de Lagos, las cuestiones ambientales deben discutirse a escala global, tal como se discute hoy sobre la paz, la guerra y el combate contra el terrorismo. Lo que ocurre con la capa de ozono tiene que ver con lo que hacen los 6.000 millones de habitantes del planeta, dijo.
Hoy entendemos que así como hay un conjunto de temas multilaterales. el tema que convoca a CITES es también el tema de la multilateralidad, enfatizó Lagos.
El presidente comparó la situación ambiental con la de los derechos humanos, que es también un tema multiglobal.
En ese sentido, dijo que la creación de la Corte Penal Internacional, que entró en vigor en julio y que no fue ratificada por Estados Unidos, es el resultado de la experiencia del ser humano a lo largo de los dramas que vivimos en el siglo XX, que permite la protección sin fronteras de las personas.
De igual manera entendemos que el tema ambiental y la protección de determinadas especies, debe abordarse, como lo hacen ustedes, de una manera multilateral, dijo Lagos a los 2.000 delegados de 160 países reunidos en la conferencia de CITES. (FIN/IPS/ggr/dm/en/02