AMBIENTE: Credibilidad de ”madera sustentable” en cuestión

El sistema de certificación de madera ”sustentable” usado actualmente debe reformarse para que proteja de verdad los derechos de los indígenas y el ambiente, exhortó este miércoles una organización ecologista británica.

”No se puede asegurar al público que un producto de madera con la etiqueta del Forest Stewardship Council (Consejo de Gestión Forestal, FSC) proceda de un bosque bien manejado”, dice un nuevo informe de Rainforest Foundation (Fundación de los Bosques Tropicales, con sede en Gran Bretaña).

El informe de 150 páginas, basado en investigaciones realizadas en Indonesia, Malasia y Tailandia, fue publicado en vísperas de una reunión este fin de semana en México del FSC, que dirige el sistema de certificación.

El FSC fue establecido en 1994 para acreditar y etiquetar productos de madera procedentes de bosques manejados en forma sustentable, y hasta ahora acreditó operaciones forestales en 66 países.

La etiqueta del FSC demuestra en teoría que ”el producto tiene origen en un bosque manejado de acuerdo con los principios y normas sociales y ambientales acordados internacionalmente”.

Pero esto no es lo que ocurre en países como Tailandia, aseguró Noel Rajesh, investigador forestal del grupo ecologista tailandés Towards Ecological Recovery and Regional Alliance (TERRA) y coautor del informe.

”La certificación de algunas operaciones de la Organización de la Industria Forestal (FIO) de Tailandia por parte del FSC apenas prolonga la vida de una agencia polémica y cargada de deudas”, señaló Rajesh, que investigó la acreditación de 3,5 por ciento de las operaciones de esa organización.

El FSC encargó la certificación de la FIO a Smartwood, una filial del grupo neoyorquino sin fines de lucro Rainforest Alliance (Alianza por los Bosques Tropicales).

Según el gerente de Smartwood en Asia-Pacífico, Jeff Hayward, la acreditación de la agencia tailandesa aumentó el nivel de vida de los aldeanos que trabajan en ella.

”Notamos un espíritu de cooperación y esperanza renovadas en esas plantaciones y aldeas. Pero muchos críticos no lo notan porque no van a la plantación”, dijo Hayward.

Rajesh, por otra parte, opinó que la certificación ”debilitó los esfuerzos de las comunidades locales de Tailandia para detener las operaciones forestales de la FIO, recuperar las tierras que la agencia les ocupó para sus plantaciones y ganar más control sobre los ecosistemas forestales”.

Hayward cree que la certificación debe ser resultado de un equilibrio entre la visión de las empresas, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales (ONG), y no la de éstas exclusivamente.

”Sabemos que a veces nuestra opinión molesta a las ONG porque pretenden que asumamos su misma postura”, pero ”el FSC exige un enfoque que tome en cuenta los valores económicos, sociales y ambientales”, observó.

En octubre de 1998, Smartwood también otorgó la acreditación del FSC a algunas operaciones forestales de la empresa estatal Perum Perhutani en la isla indonesia de Java.

”Perhutani fue certificada pese a numerosas ilegalidades, disputas de posición y violencia. El proceso pareció ignorar la corrupción de la empresa y problemas de tenencia”, señala el informe de Rainforest Foundation.

En Malasia, el FSC optó por colaborar directamente con el Consejo Malasio de Certificación de Madera en la elaboración de normas.

Pero como el Consejo Malasio no atendió las preocupaciones sobre los derechos de los residentes locales, la red indígena JoangoHutan escribió una carta de protesta al director ejecutivo del FSC, Heiko Liedeker.

”Si el FSC continúa prestando su nombre para el desarrollo de normas y prácticas de certificación erróneas, promoviendo la venta de madera malasia e ignorando los derechos de los indígenas a sus tierras y bosques, entonces se convertirá en un obstáculo para la promoción del respeto de los derechos indígenas, en lugar de un facilitador”, dice la carta.

Leideker defendió la trayectoria de su organización. ”Por cada caso negativo que cita (Rainforest Foundation), tenemos 10 o 20 casos positivos”, afirmó.

El director de Rainforest Foundation, Simoun Counsell, cree que el tiempo se está acabando para el FSC.

”Todos los esfuerzos para mejorar el FSC a través de sus procesos internos, en un proceso de años, parecen haber fracasado”, declaró Counsell.

Agregó que ”la asamblea general (en México) será probablemente la última oportunidad del FSC para demostrar su capacidad de convertirse en un sistema de certificación confiable”.

”El FSC debe decidir si va a atenerse a sus principios y normas o a someterse a los intereses creados de los certificadores y sus clientes”, concluyó. (FIN/IPS/tra-en/bb/mlm/en/02

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