ALIMENTACION-ETIOPIA: Desesperado pedido de ayuda

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU respaldó el pedido de asistencia internacional formulado este lunes por el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, para impedir una hambruna peor a la que mató a un millón de personas en este país en 1984 y 1985.

”No creo (que Zenawi) sea alarmista. El primer ministro tiene toda la razón al alertar ahora a la comunidad internacional, dada la lentitud de la respuesta a las señales que hemos dado desde junio”, dijo el funcionario del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Etiopía Wagdi Otman.

Zenawi dijo a la cadena radiotelevisiva británica British Broadcasting Corporation (BBC) advirtió que la actual sequía podría originar una crisis alimentaria peor a la iniciada en 1984. ”Si aquélla fue una pesadilla, ésta será demasiado espantosa”, afirmó.

”No podemos arreglárnosla por nuestros propios medios”, alertó Zenawi. Se requieren ”grandes cantidades” de ayuda alimentaria para salvar la vida de 14 millones de personas que sufrirán hambre. Seis millones ya la sufren. Etiopía tiene 68 millones de habitantes.

Pero la secretaria (ministra) de Desarrollo Internacional de Gran Bretaña, Clare Short, calificó el pronóstico de Zenawi de ”muy irresponsable”.

”La sequía de este año en Etiopía es seria, pero creo que es falso sugerir que habrá una crisis como la anterior. Si hay sequía, debemos organizarnos para asegurarnos de alimentar a la población. Realmente creo que la situación en Africa austral es mucho más peligrosa y preocupante”, dijo Short a la BBC

La comparación causó molestias en las agencias de asistencia, que procuran destacar la solicitud de Etiopía en momentos en que la atención de la comunidad internacional se concentra en Botswana, Namibia, Zambia y Zimbabwe.

Sin embargo, alegan, sólo en Etiopía la cantidad de personas que podrían sufrir hambre es igual a la de los cuatro países de Africa austral sumados.

El gobierno y la prensa de Gran Bretaña muestran gran interés en la crisis en Zimbabwe, dado el conflictivo vínculo de Londres con el gobierno de Robert Mugabe y la polémica reforma agraria en curso, con la que se ha redistribuido haciendas propiedad de blancos a agricultores de la mayoría negra.

”No se llega a una hambruna sin un gran desgobierno”, afirmó Short, refiriéndose a Zimbabwe. Sin embargo, ”creo que nos manejaremos en el plano internacional para aportar la comida que necesita” Etiopía, aseguró.

Por su parte, el PMA asegura que la respuesta de los donantes a la crisis en Etiopía ha sido inadecuada, y pronosticó ”severa” escasez en enero, a menos que los compromisos internacionales ”se materialicen con rapidez”.

”A comienzos del año próximo, la cantidad de etíopes afectados por la sequía aumentará dramáticamente, y la ayuda alimentaria prometida” por los donantes ”ni siquiera se acerca a ser suficiente”, dijo la representante del PMA en Etiopía, Georgia Shaver.

Sólo la agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) necesita 80 millones de dólares en comida para el primer trimestre de 2003, y una cantidad similar procedente de aportes bilaterales se requerirá en el peor momento previsto para la crisis, a comienzos del año próximo.

”Queremos alertar a la comunidad internacional para que envíen comida a Etiopía, de modo de responder de inmediato a la crisis cuando sepamos dónde están los que necesitarán ayuda”, explicó Otman.

”El 'negocio' de la asistencia alimentaria es extremadamente difícil, logísticamente. Etiopía es un país mediterráneo y debemos ingresar allí a través de Djibouti. Eso significa de que apenas un donante dice 'yo les daré comida', deben esperarse entre tres y seis meses para que ésta entre en el país”, agregó.

Etiopía sufre frecuentes sequías, pero la situación se agrava por el rápido crecimiento de la población, que casi se ha duplicado desde 1984. Además, las sequías severas solían ocurrir una vez por década, pero esta es la segunda en los últimos tres años.

Zenawi sostuvo que la actual sequía ”no tiene precedentes”, pues no hubo precipitaciones tanto en la temporada corta de lluvias, de febrero a abril, como en la larga, de junio a septiembre.

”Por lo general, una cosecha por año es mala. Pero este año se combinaron dos malas cosechas”, coincidió Otman. (FIN/IPS/tra- eng/ks/mn/mj/dv/02

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