Los árabes mantienen opiniones ambiguas hacia Estados Unidos, admirado por su poder tecnológico y su institucionalidad política pero despreciado y hasta odiado por su política hacia Medio Oriente, según una encuesta sin precedentes divulgada este martes.
Los resultados del estudio contradicen la visión de altos funcionarios del gobierno de George W. Bush según la cual la oposición árabe hacia Washington responde al rechazo de valores occidentales, como la democracia y la libertad, más que a las políticas de Estados Unidos.
A los árabes les gustan nuestros valores, pero están furiosos por nuestras políticas, dijo el presidente del Instituto Arabe- Estadounidense, organización educativa y de presión política con sede en Washington, James Zogby. En cambio, países como Canadá y Francia cuentan con amplio respeto en el mundo árabe, sostuvo.
Sorprendentemente, Irán también es un país admirado por los árabes, en particular por los encuestados de Kuwait, Arabia Saudita, Líbano, Jordania e Israel, según el estudio, encargado por la Fundación del Pensamiento Arabe, radicado en Beirut, a la firma encuestadora estadounidense Zogby International.
La encuesta fue realizada en abril y mayo mediante entrevistas personales a 3.899 adultos árabes en ocho países de Medio Oriente: Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano y Marruecos.
Cada entrevistado respondió 92 preguntas sobre sus valores personales, actitudes políticas, prioridades y percepción de otros países.
La iniciativa respondió a la inquietud originada por los atentados cometidos el 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington y atribuidos a radicales islámicos. Diferentes encuestadoras realizadas en Estados Unidos formulaban la pregunta ¿por qué nos odian?.
Mientras el propio Bush atribuyó los ataques a un supuesto rechazo árabe hacia los valores occidentales, expertos y gobiernos de Medio Oriente insistieron en que el malestar se refería a políticas de Washington percibidas como injustas, en especial respecto de Palestina.
Una encuesta anterior divulgada por Zogby International en abril había indicado que la gran mayoría de los entrevistados en Arabia Saudita, Egipto, Emiratos, Kuwait y Líbano valoraban a Estados Unidos por su ciencia, su tecnología, su educación, sus exportaciones y sus valores políticos.
Pero los encuestados nos dijeron, en efecto, que odiaban la política estadounidense hacia Iraq y hacia otros países árabes, y, sobre todo, hacia Israel, dijo el presidente de Zogby International, John Zogby, hermano de James Zogby.
La última encuesta, sin precedentes tanto por su alcance como por su objeto de investigación, procuró determinar los valores personales y las perspectivas de los árabes.
El estudio indicó que los árabes, como la mayoría de las comunidades étnicas y religiosas del mundo, concentran su atención en las cuestiones que les son próximas, indicó James Zogby.
Los árabes son personas como nosotros, agregó.
Al pedírsele a los encuestados que eligieran entre una lista los valores que consideraban muy importantes para inculcar a sus hijos, las más seleccionadas fueron el respeto por sí mismos, la buena salud y la higiene, la responsabilidad personal, el respeto por los ancianos y el trabajo para lograr una vida mejor.
En cuanto a las cuestiones políticas, los entrevistados ubicaron entre los más importantes los derechos civiles y personales, seguidos de cerca por la salud.
Pero, en un giro significativo, ubicaron el problema palestino y los derechos de esa nación por encima de la propia situación económica personal, y muy por encima de las economías nacionales y la relación de sus países con otros, árabes o no.
Palestina fue la principal preocupación política para los entrevistados sauditas y marroquíes, la tercera para los egipcios y la cuarta para los jordanos y los árabes de nacionalidad israelí.
El problema palestino no existe como cuestión de política exterior. Palestina es una cuestión existencial, personal, sostuvo James Zogby, quien comparó esta percepción con la visión de los judíos estadounidenses hacia el Holocausto nazi.
Como consecuencia, el modo en que los palestinos son tratados es componente fundamental de la lente con que los árabes ven a los países extranjeros, en particular a Estados Unidos, sostuvo.
Al pedírsele a los encuestados que pusieran en orden 13 países extranjeros según su valoración, Israel fue en todos los casos el peor ubicado, seguido, casi invariablemente, por Estados Unidos y Gran Bretaña, las naciones occidentales más identificadas con el apoyo a la política israelí.
Los entrevistados de Emiratos, Arabia Saudita y Egipto fueron los que dieron el peor puntaje a Estados Unidos. La actitud hacia Washington se enmarca en su relación con Israel, sostuvo James Zogby.
Por el otro lado, Francia, Canadá, Japón e Irán recibieron todos un puntaje positivo en seis de los ocho países cubiertos por el estudio, mientras China y Alemania lo recibieron en cinco de los ocho.
Entre los ubicados en lugares intermedios figuraron Rusia, India, Pakistán, y, en último término, Turquía, cuyos militares tienen estrechos vínculos con Israel y a cuyo gobierno Washington pone como modelo para Bagdad una vez que el presidente iraquí Saddam Hussein abandone el poder.
Por otra parte, el estudio indica que la concepción de Estado- nación aún es nueva en el mundo árabe, dijo James Zogby. En siete de los ocho países, los entrevistados prefirieron considerarse árabes más que ciudadanos de sus respectivos países y aun más que musulmanes o seguidores de una religión.
La excepción fue Líbano, donde los encuestados prefirieron identificarse como ciudadanos de su país más que como pertenecientes a cualquier religión específica o grupo étnico.
En la encuesta divulgada en abril, entre 50 y 60 por ciento de los entrevistados de Egipto, Líbano y tres países del Golfo valoraron la libertad y la democracia en Estados Unidos, pero sólo entre cinco y 15 por ciento tuvieron una opinión favorable acerca de la política de Washington hacia el mundo árabe. (FIN/IPS/tra- eng/jl/mj/ip/02
