COSTA DE MARFIL: Apoyo clave de Francia a fuerzas del gobierno

La ministra de Defensa de Francia, Michelle Alliot-Marie, sostuvo este miércoles que su país ”no librará una guerra contra nadie” en Costa de Marfil, pero expertos y diplomáticos aseguraron que la intervención militar francesa fue crucial para impedir la victoria de los insurgentes.

El objetivo de las fuerzas francesas enviadas a Costa de Marfil el 22 de septiembre, tres días después de iniciado el alzamiento, fue ”proteger a los extranjeros de cualquier abuso”, afirmó Alliot- Marie. ”Respaldaremos todas las iniciativas para restaurar la paz en el país”, agregó.

Las tropas francesas participantes en la denominada Operación Licorne tomaron el control de la carretera de 100 kilómetros que une la septentrional ciudad de Bouaké, que estaba en manos de los rebeldes, con la capital, Yamoussoukro, en cuyo aeropuerto establecieron su comando.

Los rebeldes, cuya plataforma política se desconoce, exigieron a Francia que se mantuviera al margen del conflicto. Costa de Marfil es escenario de enfrentamientos étnicos que el presidente Laurent Gbagbo, en el poder desde octubre de 2000, no ha podido contener.

”Pretendemos derrocar el régimen del presidente Gbagbo e instalar nuevas instituciones, más legítimas y más democráticas”, dijo el jefe de operaciones de los rebeldes, teniente Elender, a la Agencia Panafricana de Noticias (PANA).

Informes diplomáticos indican que la intervención de Francia dio un respiro a Gbagbo ante el movimiento insurgente estallado el 19 de septiembre, al parecer encabezado por militares expulsados de las Fuerzas Armadas tras el derrocamiento del golpista general Robert Guei en octubre de 2000.

Guei fue encontrado muerto el mismo 19 de septiembre.

Los militares franceses se apostaron también en otras ciudades del centro y el occidente del país, formando un ”anillo de protección” alrededor de Yamoussoukro y la ciudad portuaria de Abidjan, capital comercial del país.

”Dado el estado lamentable de las Fuerzas Armadas”, cuyos 20.000 soldados cuentan con un pobre armamento, ”puede decirse que sólo la intervención francesa pudo detener el avance de los rebeldes hacia Yamoussoukro y Abidjan”, dijo a IPS un diplomático de Africa occidental en París.

Tras declarar el fin de semana su apoyo a Gbagbo, Francia suministró a las Fuerzas Armadas de Costa de Marfil vehículos militares, equipos de comunicación y alimentos. También envió un contingente de uniformados cuya magnitud no se reveló, que se unieron a los 650 militares franceses ya apostados en Abidjan.

El gobierno de Jacques Chirac aseguró que las fuerzas francesas estacionadas en Costa de Marfil tienen el único objetivo de proteger y ayudar a la evacuación de los ciudadanos franceses allí radicados.

Unos 20.000 franceses vivían en este país hasta mediados de septiembre y muchos lo abandonaron tras el estallido del conflicto.

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia afirmó que, a pesar del ”apoyo logístico” brindado a las tropas de Costa de Marfil, París ”no interferirᔠen el conflicto militar.

Sin embargo, advirtió que ”Francia tiene la responsabilidad de defender la independencia y la unidad de Costa de Marfil”. ”No toleraremos la desestabilización del país”, afirmó.

Francia está obligada a respaldar a las autoridades de Costa de Marfil en el marco de un tratado de cooperación en materia de defensa vigente desde 1961. El país de Africa occidental había obtenido su independencia del dominio francés un año antes.

Costa de Marfil y Francia firmaron en 1978 otro acuerdo de cooperación militar, cuyo contenido es mantenido en secreto.

”No me preocupa la comunidad internacional. Le pido (a Francia) que no interfiera en nuestros asuntos internos. Triunfaremos o moriremos. Yo ya estoy muerto, de todos modos”, dijo un insurgente que sólo se identificó como Hercules.

Informes de prensa indicaron que 5.000 personas se manifestaron en la ciudad de Bouaké contra la intervención militar francesa.

La policía y los militares suelen recurrir al secuestro y a la violencia luego del golpe de Estado encabezado por Guei en diciembre de 2000, explicó la experta francesa en asuntos de Costa de Marfil Claudine Vidal, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas.

Los colaboradores de Guei fueron expulsados de la Fuerzas Armadas en octubre de 2000, luego del derrocamiento de Guei, quien se mantuvo ocho meses en el poder. Muchos soldados leales al golpista fueron asesinados y otros juraron vengarse, indicó Vidal.

”La corrupción continuó durante el gobierno de Gbagbo, al punto que los comerciantes de Abidjan realizaron en junio una huelga para protestar contra esas prácticas. Los taxistas detuvieron varias veces sus tareas para manifestarse contra el asesinato de sus colegas a manos de policías y soldados”, agregó.

La sociedad de Costa de Marfil está dividida por líneas religiosas y étnicas. De los 16 millones de habitantes, 34 por ciento son cristianos, 27 por ciento son musulmanes y 15 por ciento profesan religiones animistas tradicionales.

Además, viven en ese país cuatro millones de extranjeros, la mayoría de la vecina Burkina Faso.

Informes desde Costa de Marfil indican que Liberia y Burkina Faso, que apoyaron el régimen de Guei, apoyan a los insurgentes. Observadores militares franceses afirman que la presencia de combatientes anglohablantes, así como el excelente equipo y la organización de los rebeldes, revelan que reciben ayuda exterior. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/mj/ip/02

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