CHILE: Minorías sexuales piden reforma constitucional

Dirigentes de las minorías sexuales de Chile trabajan con expertos del gobierno, con el fin de lograr en 2003 una reforma constitucional que posibilite mejores instrumentos legales para combatir la discriminación de que son objeto.

El presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Alejandro Jiménez, dijo a IPS que esos cambios constitucionales son tan importantes como otras reformas que se proponen respecto del sistema electoral y de las relaciones del poder civil con los militares, en la perspectiva de democratizar la sociedad chilena.

El Movilh es una de las organizaciones más fuertes del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUmS), que reúne también a Traves-Chile, representativo de travestis y transexuales, así como a colectivos de lesbianas.

La propuesta central del MUmS es modificar el artículo 19 de la Constitución, que fue aprobada por referendo en 1980 durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) y que, pese a enmiendas posteriores, mantiene aún una impronta autoritaria.

”Esta modificación constitucional debería meterse dentro de todo el paquete de las reformas, porque es tan importante como (derogar) el sistema binominal (en las elecciones legislativas) o que el presidente pueda cambiar a los mandos de las Fuerzas Armadas”, sentenció Jiménez.

El sistema binominal excluye del parlamento a los partidos y movimientos pequeños, al elegir sólo dos cargos por cada distrito para diputados o circunscripción de senadores.

La Constitución de 1980, a su vez, resta atribuciones al poder civil, ya que el presidente puede remover a los comandantes de las tres ramas castrenses y de la policía de Carabineros sólo con acuerdo de los dos tercios del Consejo de Seguridad Nacional, que integran estos mismos mandos junto a cinco civiles.

El reconocimiento y resguardo constitucional de las minorías sexuales ”tiene que ver con un tema de la profundización de la democracia y de darle herramientas para el ejercicio de sus derechos a quienes sufren de discriminación”, subrayó el presidente del Movilh.

El artículo 19 establece que los chilenos no pueden ser discriminados por edad, raza, sexo, religión, nivel educacional o incapacidad física, pero a juicio de la comunidad homosexual es ”muy genérico”.

El Movilh y el MUmS postulan que en la reforma se incluyan el concepto de orientación sexual, en lugar del de condición homosexual que plantean algunos legisladores, y que se prohiba la discriminación tanto por incapacidad física como síquica.

Las demandas de las minorías sexuales se articulan con las propuestas que elabora un programa gubernamental sobre Tolerancia y No discriminación, que ha conformado mesas de trabajo con unas 80 organizaciones de indígenas, gitanos, emigrantes, travestis, homosexuales, lesbianas y de otros sectores que son excluidos en Chile.

El Movilh propuso al viceministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Martner, la creación de una mesa tripartita con dirigentes de minorías sexuales, parlamentarios y el grupo de expertos del gobierno, encabezado por el abogado Luis Correa.

El movimiento homosexual ha hecho constantes campañas entre los legisladores y cuenta para esa iniciativa con el respaldo de diputados del oficialismo, como Isabel Allende, Víctor Barrueto, Gabriel Ascencio y María Antonieta Saa, y de la oposición derechista, entre los que se cuentan Lily Pérez y Arturo Longton.

Según Jiménez, hay una mayor sensibilidad de los políticos, tanto en el parlamento como en el gobierno, ante las demandas de las minorías sexuales, pero lo importante ahora es que la labor de la comisión tripartita desate una discusión pública, ”porque aquí hay que involucrar a los ciudadanos que están directamente afectados por las leyes que se construyen”.

”Más allá de los efectos legales que esto pueda tener, el solo hecho de colocar en discusión estos temas nos permite 'pegarnos el salto' (crecer) como sociedad, un salto cultural respecto de como abordamos el fenómeno de la diversidad”, comentó el presidente del Movilh.

Entre los efectos prácticos de una reforma al artículo 19 estaría la facultad para que miembros de minorías sexuales, despedidos de su trabajo por patrones que invoquen una disposición genérica sobre ”necesidades de la empresa”, puedan interponer recursos de protección en los tribunales.

María Elena Acuña, coordinadora del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, dijo a IPS que el establecimiento de normativas legales que salvaguarden la integridad personal, social y cultural es un avance.

”Este país es discriminatorio, toda vez que en Chile la diferencia se transforma rápidamente en desigualdades que atentan contra la integridad de las personas, truncando muchas veces sus aspiraciones”, agregó Acuña.

De acuerdo a estándares internacionales, que calculan en 10 por ciento la población mundial de homosexuales y lesbianas, las minorías sexuales en Chile comprenderían a alrededor de 1,5 millones de personas, una ínfima minoría de las cuales asume en público su condición.

”Los homosexuales y los transgéneros somos los más discriminados. Muchas de nosotras quieren cambiarse (legalmente) el nombre y no han podido. Muchas no han podido terminar el octavo básico (último grado de la enseñanza primaria)”, comentó a IPS la presidenta de Traves-Chile, Silvia Parada.

Solamente las oficinas del Registro Civil de Santiago acogen solicitudes de cambio de nombres masculinos a femeninos y viceversa, explicó Parada.

”Nuestra única fuente laboral es el comercio sexual y (la policía de) Carabineros constantemente nos agrede física y verbalmente”, se quejó la dirigente, recordando que hasta la fecha no se han aclarado los asesinatos de 22 travestis.

”Hay discriminación social y, dentro de ella, en el sistema laboral, porque hay compañeras que estudian Corte y Confección, pero ningún empresario las va a contratar”, agregó Parada, quien manifestó escepticismo sobre el efecto concreto de la reforma constitucional.

”La situación no va a cambiar por escribirlo en un párrafo, es un trabajo social. Este cambio debe nacer de las mismas personas. Es positivo (modificar la Constitución), pero seguiremos siendo discriminadas”, afirmó la dirigente transexual.

”El 14 y 15 de noviembre haremos un congreso de personas transgéneras y queremos que el Presidente de la República asista. Veremos si asiste”, concluyó Parada. (FIN/IPS/ggr/dm/hd/02

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