El escritor Sergio Ramírez presentará este mes en Nicaragua Sombras nada más, la novela que narra la peripecia de un colaborador del dictadura somocista condenado a muerte por los habitantes de un pequeño pueblo en 1979, días antes del triunfo sandinista.
Ramírez, de 60 años y uno de los escritores más reconocidos de América Latina y el Caribe, también llevará por otros países su nueva creación literaria, de casi 400 páginas de lenguaje depurado y notables recursos narrativos, cuya publicación está a cargo de la editorial española Alfaguara.
Esta es una exploración de América Latina a través de una novela, dijo a IPS el escritor nicaragüense, quien en 1998 ganara el premio Alfaguara de Novela por su obra Margarita, está linda la mar.
Sombras nada más, la sexta novela de Ramírez, se basa en la historia verdadera de Cornelio Hüeck, ex presidente del Congreso de Nicaragua, que en 1979 fuera sometido a un juicio revolucionario y ejecutado.
En ese tipo de procesos populares los acusados tenían que defenderse por sí mismos y sólo aquellos prisioneros que lograran arrancar aplausos y ovaciones del público se salvaban de morir frente al pelotón de fusilamiento, preció.
Esta novela cuenta cómo se comportan las vidas humanas sometidas al poder… y lo que pueden llegar a hacer las personas por las presiones de ese poder, destacó Ramírez.
Ramírez dedicó dos años a investigar y escribir lo ocurrido con Hüeck en el sudoccidental pueblo de Tola, tres semanas antes de que la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derrocara la dictadura de Anastasio Somoza y comenzara un sueño socialista, que contagió a muchos jóvenes de la época.
El autor viajó a Tola, donde entrevistó a testigos del juicio popular y él mismo tomó fotografías y grabó vídeos de los lugares en los que ocurrieron los hechos.
El personaje central de la obra es Hüeck, un estrecho colaborador de Somoza, el último integrante de la dinastía que gobernó de modo dictatorial a Nicaragua entre 1937 y 1979.
Sin embargo, Ramírez no utiliza el apellido Hüeck sino que lo llama Alirio Martinica, a quien le añade otras características adicionales de su propia imaginación.
El título de la novela hace referencia a un bolero, 'Sombras nada más', del músico mexicano Javier Solís, que es recordada por el protagonista de la historia, comentó el prosista.
En la novela, Martinica es secretario personal de Somoza y, aunque no participa en actos de represión, se ve involucrado en los manejos oscuros y corruptos del régimen somocista de la época.
Ante la inminente caída de la dictadura, Martinica trata de escapar del país por mar, pero es capturado por jóvenes guerrilleros del FSLN.
En un juicio al aire libre es acusado de participar directa o indirectamente en acciones criminales del régimen de Somoza, de quien llegó a ser el hombre todopoderoso de las sombras, pero que había sido desplazado del círculo íntimo del dictador desde 1976, en confusas circunstancias.
En su defensa ante los habitantes del pueblo que lo juzgan, el protagonista valora si debe contar cómo, cuando era joven, soñaba con una revolución sin sangre, y cómo, siendo funcionario de Somoza, escondió en su casa a un alto dirigente del FSLN.
En esta obra, el autor utiliza dos niveles de narración, el primero de ellos es el momento de la captura y el interrogatorio del protagonista, y el segundo, los recuerdos de su juventud.
Esta novela está narrada casi desde el personaje principal, pero además intervienen una serie de voces que, como un coro, van componiendo todo el relato… La novela es un mundo de sombras, explicó Ramírez a IPS.
Ramírez cuenta en su haber con una extensa obra literaria, que incluye ensayos, cuentos, memorias y novelas, como De tropeles y tropelías (1971), Charles Atlas también muere (1976), Castigo divino (1988), Un baile de máscaras (1995), Margarita, está linda la mar (1998) y Adiós muchachos (1999).
También fue protagonista destacados de la vida política de Nicaragua, como haber integrado la Junta de Gobierno de la Revolución Sandinista tras el derrocamiento de la dictadura de Somoza en 1979.
Entre 1985 y 1990 fue vicepresidente de Nicaragua y de 1990 a 1995 jefe de los congresistas sandinistas en la Asamblea Nacional (congreso legislativo).
Sobre la situación actual de la literatura en América Latina, el escritor se manifestó muy optimista por el desarrollo que se observa.
A la literatura latinoamericana actual la veo muy diversa y muy rica. Tenemos muchísimo futuro, pues la nuestra es una lengua muy viva, apuntó.
Mencionó como buenos ejemplos del relevo generacional a los mexicanos Juan Villoro y Jorge Volpi, al chileno Alberto Fuguet y al costarricense Carlos Cortés.
Ramírez emprenderá en las próximas semanas una gira para presentar Sombras nadas más, que lo llevará a Caracas, Bogotá, la ciudad colombiana de Medellín, San José, Guadalajara, en México, Miami y Nueva York, entre otras escalas.
El periodista y crítico literario Manuel Bermúdez destacó a IPS la importancia de Ramírez en la literatura de América Central.
Bermúdez consideró que, sin ser una obra de novela histórica, los textos del escritor nicaragüense se apoyan mucho en los datos históricos así como en recursos cinematográficos y periodísticos.
Es una de las voces más prestigiosas de América Latina y, definitivamente, tenemos que calificarlo como el autor de una obra muy buena, indicó este especialista. (FIN/IPS/nms/dm/cr/02