AMERICA LATINA: Crisis aumentan inseguridad alimentaria

Las crisis económica que afronta América Latina afectará la seguridad alimentaria de la región, señaló este miércoles un portavoz de la oficina regional de FAO, que enviará la semana próxima una misión especial a Argentina.

Constantino Tapias, subdirector de la oficina regional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), con sede en Santiago de Chile, dijo que la situación argentina implicará un aumento en los indicadores de subnutrición de América Latina, que se reflejará en próximos informes.

La misión que viajará la semana próxima a Argentina examinará con el gobierno de Eduardo Duhalde la posibilidad de poner en marcha programas de emergencia que se aplican en otros países con déficit graves de suministros de alimentos.

Tapias precisó que los últimos informes, analizados en la Cumbre Mundial de la Alimentación celebrada en junio en Roma, indican que en América Latina y el Caribe hay más de 50 millones de personas subnutridas, que equivalen a alrededor de 11 por ciento de su población.

En la primera Cumbre Mundial de la Alimentación, realizada en 1996, se propuso reducir a la mitad para 2015 la población desnutrida en el mundo, estimada en ese entonces en unos 800 millones de personas.

La segunda cumbre, de este año, ratificó el fracaso en el cumplimiento de esa meta. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se ha propuesta ahora que la población con hambre se reduzca a 440 millones para 2030, objetivo difícil de alcanzar en las actuales condiciones.

Germán Rojas, oficial de Informaciones de la oficina regional de FAO, puntualizó que los problemas de la economía mundial tienen impacto en la agricultura, dificultando los propósitos de combatir la extrema pobreza, vinculada al hambre.

Argentina, considerada tradicionalmente como un país de alto consumo de calorías y nutrientes, con un nivel óptimo de seguridad alimentaria, sufre una prolongada recesión económica que provoca una acelerada pauperización de sus habitantes.

Estadísticas oficiales indican que 51 por ciento de los 36 millones de argentinos viven en condiciones de pobreza, mientras que casi 25 por ciento de la población es indigente, debido a la drástica contracción de sus niveles de ingreso en los tres últimos años.

Los efectos del empobrecimiento de la población argentina en los índices de nutrición se reflejarán en los próximos informes de FAO sobre ese país, con incidencia en América Latina en general, explicó Tapias.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo también está prestando asistencia a Argentina en programas de asistencia a la población más empobrecida y FAO colaborará específicamente en iniciativas en el campo alimentario, informó Rojas.

Por su parte, Tapias subrayó que, de acuerdo a las conclusiones de la II Cumbre Mundial de la Alimentación, se requiere más voluntad política de los gobiernos y de los diversos actores económicos y sociales en la lucha contra la extrema pobreza y el hambre.

Del mismo modo, es necesaria una mayor movilización de recursos en la asistencia internacional, especialmente hacia aquellos países que no cuentan con recursos propios para incrementar su disponibilidad de alimentos, agregó.

En noviembre se llevarán a cabo reuniones regionales entre FAO y el Banco Interamericano de Desarrollo, como principal agencia multilateral de financiamiento de recursos en América.

FAO volverá a insistir en la necesidad de acciones concertadas en beneficio de la población desnutrida, con oportunidad del Día Mundial de la Alimentación, que cada 16 de octubre recuerda la fundación de esta agencia de la ONU.

El lema para la conmemoración de este año es ”El agua, fuente de seguridad alimentaria” y apunta a resaltar la importancia del buen manejo de los recursos hídricos en la agricultura y en la promoción de un desarrollo sostenible.

Jan Van Wambeke, experto de la oficina regional en el tema, señaló que América Latina es una de las regiones más ricas en recursos hídricos, ya que tiene 10 por ciento de la población mundial y recibe cada año 30 por ciento de las precipitaciones de lluvias.

La disponibilidad de agua dulce en la región es de 28.000 metros cúbicos por habitante al año, lo cual no impide que existan países, como Haití, con déficit de agua, o vastas zonas áridas, como en el norte de Chile y de Argentina, dijo Van Wambeke.

No obstante la alta disponibilidad de recursos hídricos, América Latina debe mejorar tanto su manejo como su asignación, para disminuir su inseguridad alimentaria y reducir la pobreza, sobre todo en el caso de pequeños productores agrícolas.

Estimaciones de FAO indican que la tierra de regadío en los países en desarrollo aumentará 27 por ciento entre 1996 y 2030, pero la cantidad de agua de uso agrícola crecerá sólo 12 por ciento, gracias a la mayor eficiencia de los sistemas de riego.

En la actualidad, más de dos tercios del agua extraída de ríos, lagos y otros depósitos acuíferos se utiliza para riego. El tercio restante corresponde a la industria, incluyendo producción de energía, y al suministro de agua potable en las ciudades. (FIN/IPS/ggr/dm/if/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe