El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, dejó en claro este martes que la aceptación de las inspecciones de armas de la ONU por parte de Iraq no será suficiente para que ese país se libre de una guerra.
Luego de la publicación del informe sobre la producción de armas de Iraq presentado por Blair al parlamento británico, Bagdad procuró diluir la crisis garantizando acceso irrestricto a los inspectores de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a los sitios mencionados en el estudio.
Pero el documento de 55 páginas asegura que el presidente iraquí ya identificó posibles lados débiles en el proceso de inspecciones y sabe cómo aprovecharlos. Equipo y documentos delicados ya han sido ocultos, advierte.
El asesor de la Presidencia iraquí Amer Saadi dijo luego de la publicación del informe que los inspectores tendrán acceso irrestricto a todos los sitios sospechosos y que los procedimientos podrían comenzar el mes próximo, pero sólo si no hay interferencias.
Sus argumentos son largos, sus evidencias son cortas, dijo Saadi respecto de las acusaciones de Blair, a las que calificó de mescolanza de verdades a medias, mentiras y alegatos miopes e ingenuos.
El informe sigue la línea dictada por Estados Unidos al marcar distancia entre una posible acción militar para derrocar a Saddam Hussein y la aceptación de las inspecciones de la ONU por parte del presidente iraquí.
La historia de las inspecciones de armas de la ONU se caracterizó por la persistente obstrucción ejercida por el régimen en Bagdad, que recurrió con frecuencia a amenazas físicas e intimidación psicológica para obstaculizar a los funcionarios internacionales a cargo de la tarea, indica el documento.
El informe británico menciona sitios alternativos para el almacenamiento y desarrollo de armas, e incluso asegura que Saddam Hussein habría delegado en su hijo Qusai la autoridad para utilizar el uso del arsenal químico y biológico.
Pero la investigación arroja escasa evidencia firme sobre el acceso de Iraq a armas nucleares. Sólo asegura que una orden para utilizar armas químicas y biológicas tardaría apenas 45 minutos en ser cumplida y que el régimen podría desarrollar armas nucleares en dos años si obtiene material en el exterior.
El informe asigna la carga de la prueba sobre el caso a Iraq, que no presentó demostración convincente de ningún tipo para su afirmación de que destruyó todo su arsenal biológico y los insumos para producirlo.
El documento difundido por Blair fue elaborado en conjunto por el Servicio Secreto de Inteligencia, el Comando de Comunicaciones del Gobierno, el Servicio de Seguridad y el Equipo de Inteligencia de Defensa de Gran Bretaña.
La publicación del informe no tiene precedentes, indicó Blair en un prólogo. No tengo dudas de que la amenaza es seria, que (Saddam Hussein) hizo avances en (el desarrollo de) armas de destrucción masiva y que debe ser detenido, agregó.
El informe contiene varias afirmaciones sobre los programas armamentistas de Iraq pero ofrece pocas pruebas, más allá de fotografías satelitales de instalaciones supuestamente utilizadas para elaborar armas químicas y biológicas. No podemos publicar todo lo que sabemos, afirmó Blair.
Uno de los pocos detalles que contiene el documento es la identificación de la empresa de India NEC Engineers Private Limited como proveedora de equipo utilizados por Iraq para lanzar ataques nucleares y químicos.
La compañía india habría colaborado con la construcción de una fábrica en Al-Mamoun para producir perclorato de amonio, componente clave de combustible sólido de cohetes, según el informe.
Nueva Delhi suspendió la licencia de exportación de NEC Engineers Private Limited luego de una minuciosa pesquisa, asegura el informe. El dato fue confirmado a IPS por un portavoz del Alto Comisionado de India en Gran Bretaña.
El informe indica que, para desarrollar armas nucleares, Iraq necesita componentes de gas centrífugo, y que el régimen procura alcanzar capacidad para enriquecer uranio con ese fin.
Saddam Hussein procuró cantidades importantes de uranio en Africa, a pesar de no tener programas de energía nuclear que lo requieran, así como bombas de vacío, líneas de producción de magnetos, 60.000 tubos de aluminio y otros productos necesarios para fabricar armas nucleares, advierte el documento.
En cuanto a las armas biológicas, serían producidas en laboratorios móviles cuya dirección está a cargo de la científica Rihab Taha, según el informe.
Por otra parte, Iraq obtuvo ilegalmente hasta 20 misiles Al- Hussein con un alcance de 650 kilómetros y con capacidad de cargar sustancias químicas y biológicas letales, así como misiles Al-Samoud, con un alcance de 200 kilómetros. El límite fijado por la ONU es de 150 kilómetros, recordó Blair.
Una lanzadera construida por Iraq permitiría a esos misiles alcanzar las bases militares británicas en Chipre, Grecia y Turquía, así como todo el Golfo e Israel, agregó.
La lanzadera pudo ser fabricada gracias a 3.000 millones de dólares obtenidos por el régimen al margen de las actividades económicas permitidas por la ONU, advierte el informe.
Además, Iraq posee grandes cantidades de gas mostaza y de los agentes nerviosos Tabun, Sarín y VX, producidas en las instalaciones de Salman Pak, aseguró Blair. (FIN/IPS/tra- eng/ss/raj/mj/ip/02