Un policía y dos integrantes de la organización ilegal ETA murieron en el septentrional País Vasco español debido a dos atentados con explosivos que también hirieron a otros dos agentes.
Este martes estalló una bomba adosada a un cartel favorable al suspendido partido Batasuna, en una carretera ubicada en la provincia de Guipúzcoa, próxima a la frontera con Francia y una de las tres que integran la comunidad autónoma del País Vasco.
El estallido fue provocado con un mando a distancia cuando Juan Carlos Beiro Montes, cabo de la Guardia Civil, se aprestaba a retirar el cartel junto con dos agentes de esa fuerza de seguridad, informaron fuentes policiales.
El juez Baltasar Garzón dispuso la suspensión de las actividades de Batasuna al menos por tres años, por considerarlo el brazo político de ETA y responsable de actos de terrorismo.
En la noche del lunes, dos integrantes de ETA murieron al estallar la bomba que transportaban en un vehículo en el barrio de Basurto, en las inmediaciones de la ciudad vasca de Bilbao, capital de la provincia de Vizcaya.
Uno de los muertos fue identificado por la policía como Odei Galárraga, está acusado entre otros delitos de participar en el asesinato a tiros del oficial de la policía autónoma vasca Mikel Uribe, en junio de 2001, informó el ministro del Interior, Angel Acebes.
Esa identificación se basa en que se encontró documentación falsa con una fotografía de Galárraga entre los restos del vehículo, además de trozos de falsas matrículas de automóviles falsicadas y de armas de fuego.
Según Acebes, los muertos estaban preparando un atentado, seguramente para hoy mismo.
Con la muerte de estos etarras, suman 40 los miembros de ese grupo o personas vinculadas con él que perdieron la vida por el estalido de sus propias bombas desde 1969.
En la actualidad, el gobierno de José María Aznar, del Partido Popular (PP), lleva adelante una fuerte ofensiva contra ETA y su entorno apoyada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el mayor de la oposición.
Esa ofensiva incluyó en junio la aprobación de una reforma de la ley de partidos políticos, en virtud de la cual el parlamento decidió luego que el Poder Ejecutivo pidiera al Tribunal Supremo de Justicia la ilegalización de Batasuna, por apoyar los actos terroristas de ETA.
Ese pedido se planteó a comienzos de septiembre, y es independiente de las medidas adoptadas por Garzón.
El juez no invoca la ley de partidos sino el Código Penal, que a su entender han infringido en forma reiterada Batasuna y sus organismos colaterales.
Aznar advirtió por su parte que cualquier tipo de homenaje a delincuentes o terroristas está especialmente declarado fuera de la ley tras la última reforma del Código Penal, en referencia a actos convocados por dirigentes de Batasuna para homenajear a etarras presos.
Los miembros de ETA son una banda de asesinos y criminales, y sólo les esperan dos destinos, el de la prisión, después de pasar por la Justicia, cada vez más rápido, o el de acabar como han acabado éstos, víctimas de su propia acción y determinación sanguinaria, comentó el presidente del gobierno sobre los dos muertos en Bilbao.
Aznar preside la Internacional de Centro Democrático.
ETA son las iniciales de Euskadi Ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad en vascuence). La organización surgió en los años 60, a fines de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Franco murió en 1975, y asumió la jefatura de Estado el rey Juan Carlos, que dio comienzo a una transición hacia la democracia.
De 1975 a 1977, todos los integrantes de ETA que estaban presos fueron amnistiados y puestos en libertad. Algunos de ellos pasaron a la actividad política legal, como Mario Onaindia, quien había sido condenado a prisión perpetua y es en la actualidad parlamentario del PSOE.
La transición se acompañó de un proceso de descentralización, y la Constitución aprobada por referendo en 1978 organizó al país como un Estado integrado por 17 comunidades autónomas.
Una de esas comunidades es el País Vasco, que cuenta con parlamento, gobierno y policía propios, y en el cual rige el bilingüismo, con uso del castellano y el euskera, vascuence o lengua vasca.
Ese idioma era hablado por una minoría campesina en 1975, y en la actualidad se emplea en escuelas, institutos, universidades y administración pública.
El PP, el PSOE y los dos partidos nacionalistas vascos moderados que gobiernan el País Vasco señalan que tales progresos se lograron en democracia, entre otros argumentos para condenar la violencia de ETA.
Pero el PP y el PSOE apoyan la ilegalización de Batasuna, y los moderados Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna, escisión del PNV, se oponen a ella, por considerarla un atentado contra las libertades públicas y creer que será contraproducente para el objetivo de pacificar la región. (FIN/td/mp/ip/02
