/CORRECCION/ESPAÑA: Gobierno vasco reclama autodeterminación

El presidente del septentrional País Vasco español, Juan José Ibarretxe, reclamó este viernes al gobierno de España soberanía compartida, y anunció que convocará un referendo para establecer la ”libre asociación en un Estado plurinacional”.

El gobernante Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), principal de la oposición, reaccionaron con dureza a ese planteo, realizado ante el parlamento autónomo del País Vasco, y advirtieron que se opondrán a él con la Constitución y las leyes en la mano.

Ibarretxe integra el moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), y preside el gobierno de la comunidad autónoma del País Vasco, una de las 17 que constituyen España.

No obstante, al reivindicar el ”derecho del pueblo vasco” a la autodeterminación aclaró que no sólo se refería a los habitantes de esa Comunidad Autónoma, integrada por las provincias de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya, sino también a los de la comunidad autónoma de Navarra y el sudoccidental país vasco francés.

El presidente vasco sostuvo que Madrid debe aceptar la ”capacidad plena” de su gobierno para convocar a un referendo y reconocer ”la nacionalidad vasca, a efectos jurídicos, políticos y administrativos”.

También reivindicó libertad para establecer relaciones con los territorios vascos franceses, un sistema judicial independiente del español, y representación propia en las instituciones de la Unión Europea, con competencias exclusivas.

Las comunidades autónomas españolas participan con representantes en algunas actividades del boque europeo, pero siempre como parte de la delegación de España.

Ibarretxe aseguró que implementará sus iniciativas de acuerdo con la Constitución, el Estatuto de Autonomía y sus reglamentaciones, y a tales efectos se comprometió a presentar al parlamento vasco un borrador articulado de su propuesta, a más tardar en un año.

Una de las primeras respuestas le llegó desde Navarra.

Alberto Catalán, secretario general de la Unión del Pueblo Navarro, partido gobernante de esa comunidad, exigió a Ibarretxe que no mencione a Navarra ”en aventuras nacionalistas que son rechazadas por la inmensa mayoría del pueblo navarro”.

Catalán aludió así a un referendo realizado en Navarra en 1980, en el cual 85 por ciento de los votantes se pronunciaron en contra de la integración al País Vasco y a favor de constituir una comunidad autónoma propia.

Más duro fue el primer vicepresidente y portavoz del gobierno español, Mariano Rajoy, quien declaró que Ibarretxe, ”en vez de luchar contra la banda terrorista ETA, está apoyando a Batasuna”.

El partido Batasuna tiene suspendidas sus actividades por el juez Baltasar Garzón, quien lo considera el brazo político de la organización ilegal ETA (Euskadi Ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vasco), caracterizada en los últimos años por atentar con coches bomba y matar por la espalda a personas desarmadas.

Rajoy enfatizó que el Estado tiene suficientes instrumentos para lograr que las leyes sean cumplidas por todos, incluyendo al gobierno vasco.

El portavoz del PSOE en el parlamento vasco, Rodolfo Ares, afirmó que Ibarretxe metió al País Vasco ”en una confrontación sin precedentes”, a la cual calificó de ”despropósito irresponsable”.

Un inesperado apoyo a Ibarretxe fue el de Gaspar Llamazares, dirigente del Partido Comunista y coordinador general de Izquierda Unida, una coalición encabezada por ese partido.

Llamazares sostuvo que la iniciativa del presidente vasco rebaja la tensión y ”modera la situación política en el País Vasco”, y pidió al gobierno español que tenga una respuesta equivalente a la ”mano tendida” de Ibarretxe.

Las suspensión de actividades de Batasuna dispuesta por Garzón implica el cierre de sus locales y el embargo de sus cuentas bancarias y demás bienes, para que pueda hacerse responsable de daños causados por la violencia callejera que impulsa según el juez.

Esas medidas y un pedido del gobierno a la Fiscalía del Estado, para que inicie el proceso de ilegalización de Batasuna, polarizaron la situación en el País Vasco, cuyos poderes Ejecutivo y Legislativo se pronunciaron contra ambas iniciativas, al igual que el PNV.

La propuesta de Ibarretxe en favor de la autodeterminación agudizará sus contradicciones con el PP y el PSOE, pero es difícil que mejore sus relaciones con Batasuna, que considera al PNV cómplice de Madrid. (FIN/td/mp/ip/02

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