Todos los ministros de Ambiente de América Latina y el Caribe respaldaron este fin de semana la iniciativa energética de Brasil, que compromete a los países de la region a utilizar fuentes renovables para obtener un mínimo de diez por ciento de la energía que producirán en 2010.
La propuesta contrasta con una iniciativa de la Unión Europea (UE) de alcanzar 15 por ciento de fuentes renovables para 2010 en todo el planeta, pero con un incremento de apenas dos por ciento para los países industrializados, que actualmente tienen 5,6 por ciento de energía limpia y son al mismo tiempo los que más contaminan.
Estados Unidos, responsable de 25 por ciento de las emisiones contaminantes del planeta, fue muy económico en la discusión de la sesión plenaria ministerial y se negó a establecer metas mundiales sobre energía limpia. En cambio, presentó propuestas del tipo 2, de carácter voluntario, dijo a IPS el ministro de Medio Ambiente de Brasil, José Carlos Carvalho.
La propuesta presentada el sábado por Brasil es un documento muy importante para crear un mecanismo más estrecho de cooperación e intercambio en el ámbito latinoamericano y caribeño, y también para nuestra posición en el debate internacional, agregó Carvalho.
El Grupo de los 77, representante del mundo en desarrollo y del que forma parte Brasil, también concordó en principio con el establecimiento de objetivos sobre energía, agua y saneamiento, aunque con diferencias internas.
Tanto la UE como Estados Unidos ofrecieron en Johannesburgo inversiones en proyectos de agua y saneamiento en los países en desarrollo a cambio de que no sean fijadas metas mundiales sobre energía limpia.
Pero esas metas, según creen varios gobiernos y las organizaciones no gubernamentales, son imprescindibles para detener el recalentamiento del planeta causado por los gases de efecto invernadero, derivados de la quema de combustibles fósiles.
Los ministros de Ambiente de América Latina y el Caribe también exhortaron a aquellos países que aún no han ratificado el Protocolo de Kyoto a que lo hagan cuanto antes, particularmente aquellos que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero.
Así mismo, los ministros reclamaron el cumplimiento por los países desarrollados del compromiso de destinar 0,7 por ciento de su producto interno bruto a la asistencia oficial para el desarrollo.
La iniciativa regional reitera las posiciones adoptadas en la Cumbre de la Tierra, realizada hace 10 años en Río de Janeiro, tendentes a erradicar la desigualdad social, introducir la dimensión ambiental en los procesos económicos, fortalecer las instituciones de capacitación técnica y vocacional y promover el desarrollo de recursos humanos. (FIN/IPS/mlm/en/02
