TURQUIA: Un resignado aliado de EEUU contra Iraq

El gobierno de Turquía se prepara para colaborar con Estados Unidos en una campaña militar contra Iraq, aunque podría padecer nefastas consecuencias económicas y políticas, como el fortalecimiento del movimiento separatista kurdo.

Washington dejó clara su determinación de expulsar del poder al presidente iraquí Saddam Hussein, pero le resulta imprescindible la utilización de sus bases aéreas en Turquía, un país limítrofe con Iraq.

”Funcionarios de Estados Unidos nos manifestaron su determinación de atacar Iraq” y ”nos estamos preparando para ello, política y militarmente”, declaró el primer ministro Bulent Ecevit.

Sin embargo, el mandatario dijo que su gobierno continuará los esfuerzos para disuadir a Washington de tal ataque. ”Una operación militar afectaría gravemente a nuestra economía en crisis”, argumentó.

Ecevit, cuyo futuro como primer ministro es incierto debido a una serie de deserciones de aliados políticos, se oponía férreamente a una guerra contra Iraq, pero su tono se moderó tras una serie de reuniones esta semana con el embajador estadounidense, Robert Pearson.

Luego, el martes, Ecevit se reunió con el jefe del estado mayor del ejército.

Las conversaciones se realizaron en respuesta a los planes de Estados Unidos de convocar una reunión de líderes opositores iraquíes, escribió el columnista Murat Yetkin en el diario Radikal.

Esos opositores incluirían líderes del enclave kurdo del norte de Iraq, que ha estado fuera del control de Bagdad desde la guerra del Golfo (1991) y protegido por aviones de Estados Unidos y Gran Bretaña con bases en Turquía.

Las autoridades turcas temen que el fortalecimiento o la independencia de los kurdos noriraquíes promueva el separatismo entre su propia minoría kurda.

Bajo presión de Washington, sin embargo, Ankara decidió prepararse para un ataque y estableció un plan de seguimiento llamado B.020 para hacer frente a una situación ”post-Saddam” en Iraq, según medios de prensa que citaron a fuentes de la oficina del primer ministro.

El plan descarta cualquier ”declaración de un estado kurdo independiente” en un futuro Iraq.

Luego de 15 años de conflicto con el guerrillero Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que luchaba por la autonomía del sudeste turco, de mayoría kurda, el gobierno pretende bloquear cualquier intento de autonomía kurda dentro del vecino Iraq.

El año pasado, el PKK cambió su nombre por Congreso del Kurdistán por la Democracia y la Libertad (KADEK), desintegró sus grupos armados dentro de Turquía e inició una lucha pacífica por los derechos de los kurdos.

Sin embargo, unos 5.000 de los ex guerrilleros se encuentran ahora en el norte de Iraq, según fuentes militares turcas.

Las tierras kurdas del antiguo imperio otomano fueron divididas tras la primera guerra mundial entre Irán, Iraq, Turquía y Siria. Se estima que 15 millones de kurdos viven en Turquía, dos millones en el norte de Iraq, 1,5 millones en Irán y menos de un millón en Siria.

”Se debe impedir que las minorías étnicas de Iraq establezcan administraciones separadas”, porque ”declaraciones en ese sentido (de independencia) serían motivo de intervención de nuestra parte”, establece el plan B.020.

Ankara también teme un influjo de kurdos del norte de Iraq hacia Turquía en busca de refugio, en caso de una invasión estadounidense.

Cientos de miles de kurdos iraquíes huyeron a Turquía tras un fracasado levantamiento contra Saddam Hussein durante la guerra del Golfo. El frío y el hambre se cobraron miles de vidas durante ese éxodo y después.

Mike Parris, ex embajador de Estados Unidos en Turquía, advirtió el miércoles a una sesión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense sobre la resistencia turca a un ataque contra Iraq.

”Los turcos detestan la idea de derrocar a Saddam”, porque ”temen que si las cosas no salen de acuerdo con los planes, Estados Unidos deje a Turquía cara a cara con un vecino hostil y caótico”, dijo Parris al panel.

”Sin embargo, Ankara no podrá cruzarse de brazos mientras Washington va tras Saddam. Por sus propios intereses, deberá participar en la planificación e implementación de los planes estadounidenses”, advirtió.

Luego de anunciar elecciones para el 3 de noviembre en una sesión especial, el parlamento turco dejó el miércoles a Iraq fuera de su agenda y en cambio discutió medidas para ajustar las leyes nacionales a las pautas de la Unión Europea, con miras a una eventual incorporación al bloque.

No obstante, el apoyo turco a Estados Unidos requerirá la aprobación parlamentaria, previno Turgut Tarhanail, profesor de la Universidad de Bilgi, en Estambul.

”El parlamento turco debería pronunciarse en ese sentido”, o ”de lo contrario el gobierno tendrá graves dificultades”, advirtió Turhanail.

Mientras, la comunidad empresarial turca manifiesta preocupación por las consecuencias económicas de una guerra contra Iraq.

”Le dijimos a Pearson que una operación militar estadounidense perjudicará a la economía de la región”, pero ”él guardó silencio”, declaró Bedrettin Karaboga, presidente de la Asociación de Industriales y Empresarios del Sudeste, tras una reunión con el embajador estadounidense. (FIN/IPS/tra-en/nm/mlm/ip/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe