SALUD: Plan de la comunidad lusófona contra el sida

La Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), con Timor Oriental como su octavo miembro, acordó un programa multilateral contra el sida, que incluye la construcción de un laboratorio de medicinas genéricas y de una fábrica de condones.

La cuarta cumbre de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) concluyó este jueves en Brasilia con la firma de un plan par combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), saludado por los ocho jefes de Estado y de gobierno como el primer intento multilateral del bloque, constituido en 1996.

Con un presupuesto inicial de 30 millones de dólares, el programa prevé la construcción de un laboratorio en Mozambique para la producción de medicamentos genéricos (con la misma fórmula de los patentados por las compañías farmacéuticas) y de una fábrica de condones en Angola.

Este es un caso ”ejemplar de cooperación” que atiende una necesidad urgente de los países africanos, destacó el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea Bissau, Mozambique, Portugal, Santo Tomé y Príncipe y, desde este jueves, Timor Oriental, forman parte de la CPLP.

Casi 13 por ciento de la población de Mozambique es portadora del VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), 5,5 por ciento de la de Angola, y 2,8 por ciento en Guinea Bissau, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La incidencia de VIH de 0,7 por ciento en Brasil y de 0,5 por ciento en Portugal.

Brasil puso a disposición de sus socios de la CPLP su experiencia y tecnología para fabricar medicamentos antirretrovirales, que distribuye en forma gratuita a 115.000 enfermos, y para organizar campañas de prevención con amplia movilización de la sociedad.

El papel brasileño en el programa fue decisivo, pues puso en marcha una ”estrategia audaz y precursora” que puede beneficiar a los demás miembros de la CPLP, estimó el presidente de Portugal, Jorge Sampaio.

Los ocho países de habla portuguesa firmaron cinco acuerdos para facilitar la circulación transfronteriza de sus ciudadanos.

Los acuerdos incluyen visas para ingresos múltiples, destinadas a viajeros frecuentes, como empresarios, reducción de los requisitos e impuestos para las visitas cortas, y derechos de residencia y tratamiento médico para los ciudadanos de la comunidad.

Sin embargo, se frustró el proyecto de adopción de una ciudadanía común, un estatuto que ya rige entre Brasil y Portugal y que establecería iguales derechos civiles y políticos para los ciudadanos de toda la comunidad.

Este sistema habilitaría, por ejemplo, a ciudadanos portugueses a presentarse a cargos electivos en cualquier nación de la CPLP y a la inversa.

Angola y Mozambique se opusieron al proyecto, arguyendo que es incompatible con sus constituciones nacionales.

Ambas naciones africanas aún se resisten a conceder esos derechos a ciudadanos de Portugal, la potencia que las mantuvo como enclaves coloniales hasta 1975.

Un estatuto como éste exige ”un debate previo con la sociedad civil”, en países que viven ”realidades geopolíticas” particulares y donde la idea de ciudadanía común podría generar ”actitudes hostiles”, dijo el presidente de Mozambique, Joaquim Alberto Chissano.

La CPLP es un bloque en construcción, pues las sociedades de los estados miembros tienen escaso conocimiento recíproco y hasta los gobernantes se sorprenden con la realidad de los demás países, admitieron diplomáticos.

La tendencia predominante son los acuerdos bilaterales. Los ministerios de Ciencia y Tecnología de Brasil y Mozambique, por ejemplo, firmaron este jueves un acuerdo para implementar en el país africano de un sistema de control ambiental, mediante información recogida por satélites brasileños.

Una de las características singulares de la CPLP es que carece de proximidad geográfica, por lo que la lengua y la cultura son los puentes entre países separados por extensos mares, observó la canciller de Santo Tomé y Príncipe, Alda Bandeira da Conceicao.

Pero aun la lengua portuguesa tiene un arraigo débil, especialmente en Timor Oriental, donde sólo es hablada por 10 a 15 por ciento de sus 800.000 habitantes, según su presidente, José Alexandre ”Xanana” Gusmao.

El gobernante espera que la visita de profesores, los recursos para la educación a distancia y los programas de televisión brasileños y portugueses ayuden a que en diez años, la mayoría de la población adopte el idioma lusitano.

La antigua colonia portuguesa, ubicada en la porción oriental de la isla de Timor, en el Pacífico sur, se convirtió en nación independiente el 20 de mayo, tras 25 años bajo el dominio de Indonesia. Su población habla más de 20 lenguas nativas.

En los países africanos también se hablan muchas lenguas locales, lo que limita la penetración del idioma que fue colonial, pero también obstaculiza los intentos de alfabetización.

Pese a todo, la paz en Angola y Mozambique y la independencia de Timor Oriental favorecerán el desarrollo de la CPLP y la profundización de la cooperación multilateral, concluyeron los gobernantes reunidos en la capital brasileña desde el martes. (FIN/IPS/mo/dcl/he/dv/ip/02

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