SALUD-CACHEMIRA: Las otras bajas de la guerra civil

El saldo del conflicto en Cachemira incluye el aumento de los casos de impotencia sexual entre jóvenes civiles, así como una ola de sangrientas peleas entre soldados de India dedicados a la lucha contrainsurgente.

La demanda de la medicina contra la impotencia Viagra se incrementa en Cachemira, recomendada por médicos a jóvenes que sufren disfunciones sexuales como consecuencia de la depresión y de la tensión nerviosa.

Pero también se registran daños emocionales y mentales entre los soldados que participan en la lucha contra los separatistas de Cachemira, estado indio de mayoría musulmana y cinco millones de habitantes.

El conflicto ha cobrado 35.000 vidas desde 1989 y llevó a India y al vecino Pakistán al borde de la guerra en tres ocasiones.

Desde 1997 se registraron más de 20 incidentes en que soldados indios matan a sus propios pares, un fenómeno que el ministro de Defensa George Fernandes atribuyó al ”estrés de combate”.

Pero altos oficiales admiten en privado que estos choques entre compañeros de armas no suelen ser denunciados para que los familiares de los muertos puedan cobrar el seguro de vida.

En constante estado de alerta, cada vez más soldados indios toman las armas para agredir a sus pares y, con frecuencia, se suicidan luego. También cunden la hipertensión y los problemas psicológicos.

”Los desórdenes depresivos son comunes aquí”, dijo el psiquiatra Mushtaq Margroob.

En cuanto a los jóvenes cachemiros que acuden a las clínicas por disfunciones sexuales, muchos fueron víctimas de tortura a manos de las autoridades.

Algunos padecen impotencia a causa de choques eléctricos en los genitales, pero la mayoría debido a las consecuencias psicológicas de la tortura, dijo un médico que solicitó reserva de su identidad.

Este médico prescribe Viagra en todos los casos, dado su efecto inmediato, que aventa el temor de los jóvenes a una impotencia de por vida.

”Como el problema suele ser más psicológico que fisiológico, el paciente siente que su libido se restauró luego de tomar Viagra unas pocas veces y no lo necesita más”, explicó.

Pero un farmacéutico dijo que ”muchos jóvenes se sienten humillados al pedir Viagra, y por eso vienen al final de la jornada o esperan que no haya otros clientes”.

Farmacias de Srinagar, capital de Cachemira, realizan ventas clandestinas de Viagra al equivalente de más de 10 dólares por tableta. Un farmacéutico llegó a cobrar 208 dólares a un joven desesperado hace dos años, cuando el medicamento era aún una novedad.

El consumo de Viagra está prohibido en el estado de Cachemira, pero las autoridades carecen de personal y de motivación para impedir su venta. Las pastillas son llevadas allí desde Nueva Delhi y distribuidas en las más de 4.600 farmacias farmacias del estado.

Casi 4.100 efectivos murieron en operaciones contrainsurgentes en Cachemira desde 1989. Las jornadas son interminables pues los insurgentes pueden atacar en cualquier momento y lugar, y los incidentes de indisciplina se multiplicaron, afirmaron fuentes militares.

Hasta mediados de los años 90, se les garantizaba tres años de licencia a los soldados asignados a operaciones contrainsurgentes que cumplían dos años en el frente. Pero la falta de perspectivas de paz redujeron el periodo de licencia a dos años.

Cada vez más soldados se quejan de hipertensión y sudoración excesiva, y muchos deben ser tratados por desórdenes psicológicos pocos meses después de ser enviados al frente. (FIN/IPS/tra- eng/rb/js/mj/ip hd/02

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