/REPETICION/ EDUCACION-VENEZUELA: Tránsito atascado de primaria a secundaria

Las autoridades educativas de Venezuela deberán atender el traumático paso de alumnos de primaria a secundaria, para aminorar la alta deserción y repetición y acompañar así los logros obtenidos en cobertura y alfabetización, según expertos.

El analfabetismo bajó de 12 por ciento en 1990 a siete por ciento en la actualidad y además afecta en especial a las personas mayores de 56 años, mientras que la educación primaria ofrece una cobertura total, según datos gubernamentales.

Pero uno de los puntos débiles de la enseñanza básica de este país es el tránsito de la escuela primaria al bachillerato, advirtió Josefina Bruni Celli, investigadora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y coordinadora del ”Informe de progreso educativo en Venezuela 2002”.

La educación básica obligatoria venezolana es de nueve años, dividida en seis años de primaria y tres de bachillerato, que se complementa con otros dos años de secundaria.

El estudio del IESA indica que uno de cada cinco niños y niñas que ingresan al primer año de secundaria abandona las aulas, ya sea por falta de cupos en los centros de educación o por fracaso escolar. En tanto, la deserción promedio en primaria es 7,1 por ciento y en el segundo ciclo de 10,56 por ciento.

”Tras inscribirse en la educación secundaria, los jóvenes experimentan altas tasas de repetición, que promedia 15 por ciento. Se retiran entonces de la escuela, para no tener que repetir el año”, se explica en la investigación.

Bruni Celli señaló que la evidencia empírica ha echado por tierra el viejo mito ”de que nuestros jóvenes no completan sus estudios obligatorios porque sus familias prefieren enviarlos a trabajar”.

”Luego de culminar el sexto grado, las familias hacen un esfuerzo para que sus hijos prosigan sus estudios en el bachillerato”, apuntó.

”Tal es el afán, que se pelean por el número insuficiente de cupos disponibles en el primer grado de secundaria y se muestran dispuestos a pagar elevadas cuotas de contribución a la sociedad de padres, aunque se trate de familias pobres”, añadió.

La investigación del IESA concluyó que entre las principales causas del fracaso escolar al inicio del bachillerato se cuenta el trauma que provoca en los alumnos el cambio drástico de sistema.

”Se pasa de una maestra por clase a varios profesores, con trato más impersonal”, y también los estudiantes pierden los antiguos compañeros y por lo general se cambia de centro”, describe el estudio.

Además, los adolescentes llegan a la etapa del bachillerato ”con serias fallas de formación en lectura, escritura y matemáticas por causa de la mala formación de la escuela primaria”, se agrega.

Adicionalmente, un sector de la población estudiantil queda excluido por falta de cupos en los centros de educación secundaria.

Aunque no hay información disponible para todas las escuelas del país, sólo en el distrito metropolitano de Caracas se reportaron este año 3.017 alumnos sin plaza disponible para ingresar a los cursos en el segundo ciclo, según cifras de la comisión de educación del cabildo metropolitano (legislativo comunal).

El concejal Carlos Ciorda sostuvo que para cubrir la actual demanda de cupos en Caracas haría falta entre 80 y 100 nuevos salones de clases, con capacidad para 35 estudiantes cada uno.

Este año, además, la crisis económica provocó que alrededor de ocho por ciento de los adolescentes de las escuelas privadas promovidos al bachillerato solicitaron su inscripción en un instituto del Estado, lo cual elevó la cantidad de demandantes.

La emigración de la escuela privada a la pública ha motivado incluso la propuesta de que, ante la dificultad para construir nuevos centros educativos, el Estado alquile aulas que hayan quedado vacías en aquel sector.

El ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, informó que se discute la posibilidad del uso durante las noches de esas escuelas técnicas vaciadas de alumnos por la crisis económica.

”En la discusión por la calidad de la enseñanza está incluido el rendimiento de los alumnos, la reducción de las tasas de reprobación, la deserción y la exclusión escolar, el mejoramiento de la capacidad de maestros y profesores, la rehabilitación de los planteles y la universalización del sistema preescolar”, dijo Istúriz.

En ese marco se diseñó al comienzo del gobierno de Hugo Chávez la creación de las llamadas escuelas bolivarianas, con programas más amplios que el resto del sistema educativo y con la garantía de la alimentación de los estudiantes, que cuentan con campos deportivos, centros de computación y otras disciplinas.

Sin embargo, en los tres años de puesto en marcha el programa se han creado 2.250 centros, que representan menos de 10 por ciento del total instalado, y, según admitió el propio ministro, sólo 70 por ciento funciona a plenitud.

Istúriz mencionó en la lista de asuntos a mejorar uno de los problemas crónicos de la educación venezolana como es la formación de maestros y profesores. El estudio del IESA señala que la profesión docente ”carece de estatus y prestigio y, además, es una de las peor pagadas del país”.

El salario mínimo de los maestros es en la actualidad de unos 270 dólares mensuales, pero además los maestros y profesores afrontan dificultades para cobrar a tiempo sus retribuciones.

Para enfrentar la demora en los pagos, motivo central de las huelgas del sector, el Ministerio de Educación presentó una propuesta de modificación del calendario escolar, para que las clases se cumplan de enero a diciembre, con dos interrupciones para vacaciones, y hacerlo coincidir así con el año fiscal.

Sin embargo, la propuesta fue bloqueada en la Asamblea Nacional (parlamento), que postergó su debate para el año próximo. (FIN/IPS/jz/dm/ed/02

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