RELIGION-CUBA: Iglesia lamenta deserción de peregrinos

La Iglesia Católica de Cuba lamentó este miércoles la deserción de 23 integrantes de un grupo de jóvenes que viajaron a Canadá a un encuentro con el papa Juan Pablo II, y atribuyó el caso a presiones ajenas a la cita.

El obispo Carlos Baladrón Valdés, de la diócesis de Guantánamo- Baracoa, en el extremo oriental de Cuba, confirmó en un comunicado que el resto de la representación cubana, integrada por 200 personas, ya ha regresado al país.

Un primer grupo llegó a La Habana el 30 de julio y otro, que debió permanecer tres días adicionales en Canadá para esperar su vuelo, retornó el 2 de agosto.

Los delegados asistieron del 23 al 28 de julio a la XVII Jornada Mundial de la Juventud, presidida por Juan Pablo II y que tuvo la participación de 500.000 representantes de 150 países.

Un joven residente en La Habana que el 1 de este mes se separó de la delegación aumentó a 23 el total de peregrinos que decidieron no regresar a Cuba.

”La Iglesia respeta las opciones en asuntos tan personales como el de tomar la decisión de emigrar, pero no puede dejar de manifestar su pesar por esta situación (…) máxime cuando se produce en circunstancias como éstas”, dijo Baladrón, presidente de la Comisión de Jóvenes de la conferencia de Obispos de Cuba.

”Varias decenas de jóvenes de otros países del llamado Tercer Mundo tomaron una decisión similar”, agregó.

Pero la ”particular difusión” que tuvo el caso de los 23 cubanos indica que un acontecimiento religioso como el que tuvo lugar en Toronto y la decisión de emigrar, ”pueden ser aprovechados por quienes defienden determinados intereses políticos”, advirtió.

El obispo aseguró que desde los primeros días de estancia en Canadá ”fue notable el esfuerzo de algunas personas residentes allí, ajenas a la naturaleza del evento, exhortando a los cubanos a no regresar a su país”.

”Nunca antes una delegación de la Iglesia (Católica) se vio envuelta en una situación similar”, dijo.

No obstante, otras fuentes aseguraron que no es la primera vez que miembros de delegaciones asistentes a reuniones religiosas internacionales han aprovechado la ocasión para abandonar el país.

Al respecto, las fuentes señalaron que muchas personas, especialmente los jóvenes, optan por esa vía ante las dificultades para emigrar legalmente de Cuba.

”Los trámites pueden resultar incosteables si no tienes un familiar en el exterior que te ayude a financiarlos. Por otro lado, conseguir una visa por motivos personales es mucho más difícil”, dijo un líder juvenil de una iglesia protestante.

A su vez, un ex profesor universitario comentó que suele ser frecuente que ”grupos de exiliados adversos al gobierno de Fidel Castro exhorten a integrantes de estas misiones a desertar”.

El ex profesor indicó que la mayoría de los peregrinos que prefirieron no volver a Cuba residían en provincias del oriente del país, donde la crisis económica de los años 90 se sintió con más fuerza.

”Creo que esto ha sido un duro golpe para la Iglesia Católica cubana y es de esperar que no afecte las posibilidades futuras de otros laicos para viajar el exterior”, comentó el periodista católico Enrique López Oliva.

En su comunicado, Baladrón agradeció ”las facilidades y buena voluntad” de las autoridades de Cuba y Canadá para garantizar la asistencia a la cita mundial de la delegación cubana, la más numerosa que se recuerde tratándose de celebraciones católicas.

La emigración de ”quienes buscan ciertas oportunidades que no se encuentran en el propio país” figura entre los problemas sociales que preocupan a la Iglesia Católica cubana, entre otras cosas, por su efecto sobre la familia.

Sólo en Estados Unidos residen actualmente más de un 1,2 millones de personas de origen cubano, según información oficial de ese país.

Datos del gubernamental Departamento de Estudios Socio Religiosos, de Cuba, indican que 85 por ciento de los 11 millones de habitantes del país tienen algún sentimiento religioso, y el 15 por ciento restante se declara ateo.

Entre quienes afirman tener alguna creencia, 15 por ciento profesan una religión institucionalizada, mientras que 70 por ciento señala su opción dentro de la denominada religiosidad popular.

En cuanto al catolicismo, se estima que alrededor de tres por ciento de los habitantes de la isla asisten a misa con cierta regularidad, 15 por ciento lo hacen de vez en cuando y 60 por ciento están bautizados. (FIN/IPS/pg/ff/cr/02

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