Una asociación de profesores de México se opone a la decisión del gobierno de crear un instituto para evaluar la calidad de la educación pública, por considerar que es una vía para la privatización del sector.
Los profesores desconocen al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y realizarán marchas de protesta y actos de desobediencia, anunció este viernes la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un grupo identificado con organizaciones de izquierda y caracterizado por agresivas movilizaciones.
La creación del nuevo Instituto, anunciado el jueves, es fruto del diálogo del gobierno de Vicente Fox con empresarios y expertos y con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), vinculado al opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los gobiernos instalados por el PRI desde 1929 a 2000 exhibieron con orgullo sus logros en materia educativa: el analfabetismo se redujo en ese largo periodo de 70 a 10 por ciento y el grado promedio de escolaridad subió de primero de primaria a segundo de secundaria.
Pero los avances cuantitativos no se tradujeron en una mejor calidad de la educación pública.
Evaluaciones independientes, que fueron siempre rechazadas por los gobiernos del PRI, indican que México reprueba en calidad y que el segundo de secundaria equivale en realidad a un nivel de tercero de primaria.
El SNTE traicionó al PRI y al magisterio al firmar un acuerdo con Fox, pues entrega la planeación educativa al sector privado y pone en riesgo la educación pública y gratuita, afirmó Roberto Reyes, de la CNTE.
El nuevo instituto, que estará integrado por expertos del gobierno y del sector privado en asuntos de educación, desarrollará un sistema de indicadores para evaluar a estudiantes y maestros.
Tras conocer los resultados de sus evaluaciones, se harán ajustes en el actual sistema curricular y en las metodologías.
Más de 60 por ciento de las personas que el jueves de noche respondieron a una encuesta de la cadena de televisión Azteca dijeron que sus hijos están en manos de profesores poco calificados.
El SNTE y la CNTE habían permanecido unidos hasta ahora en la oposición a toda sugerencia del gobierno o de especialistas de abandonar el monopolio de los profesores en materia de evaluaciones de la calidad de la educación.
La CNTE no aceptará que la evaluación se realice sin la participación de los profesores sindicalizados y sin que se les otorgue a éstos un aumento salarial, advirtió Reyes.
Cada año, por el mes de mayo, miles de afiliados a la CNTE llegan a la capital en autobuses y se instalan en diversos puntos del centro de la ciudad para reclamar al gobierno, en mmanifestaciones callejeras muchas veces violentas, el aumento de salarios que en promedio se ubican en menos de 300 dólares mensuales.
La matrícula en las escuelas de formación de personal docente disminuye 25 por ciento por año, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la razón es al perecer el deterioro de los ingresos de maestros y profesores.
En México se cuentan 1,5 millones de profesores y más de 220.000 escuelas públicas.
El gobierno destina 5,1 por ciento del producto interno bruto a la educación, 2,9 puntos menos de la proporción recomendada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El nuevo Instituto, que no tendrá relación con negociaciones salariales ni con cuestiones de presupuesto, pudo diseñarse en parte gracias a la amistad que mantienen Fox y Elba Esther Gordillo, dirigente del SNTE, señaló el columnista Miguel Granados, del diario Reforma.
Gordillo, también secretaria general del PRI, mantiene una estrecha y antigua amistad con el presidente. Fue esa cercanía y la evidencia de que la calidad educativa de México no es buena lo que llevó al SNTE a cambiar de postura y aceptar la creación del Instituto de evaluación, según creen varios observadores.
Pero en el SNTE y en el PRI no todos ven con buenos ojos el acuerdo de Gordillo con Fox para crear el Instituto.
Estaremos muy atentos del funcionamiento del nuevo Instituto, pues no permitiremos que se violen los derechos de los maestros, dijo Miguel Alonso, integrante de la corriente Nuevo Sindicalismo, del SNTE.
Lo que el gobierno de Fox pretende es derechizar la educación. Intelectuales, empresarios y supuestos expertos del gobierno desean imponer un molde educativo alejado de la tradición mexicana, afirmaron por su parte los dirigentes de la CNTE.
El SNTE fue durante los gobiernos del PRI pieza fundamental de la estabilidad política. Cada año, las dos partes firmaban alianzas que incluían el incremento de los salarios de los profesores, lo que alejaba cualquier posibilidad de conflicto.
Sólo la CNTE llevaba a cabo movilizaciones, y también señalaba su marginación del diálogo con el gobierno.
En esa relación de gobierno y personal educador se dejó de lado la calidad educativa, indicó Pablo Latapí, experto en asuntos educativos.
Un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 2000 entre 265.000 alumnos de 32 países ubicó a México en penúltimo lugar en cuanto a comprensión de lectura, matemáticas y ciencias.
En países como Brasil y México, donde el gasto para instituciones educativas por estudiante mayor de 15 años es sólo 25 por ciento del promedio de la OCDE, promover la educación de los que más la necesitan representa un desafío considerable, indicó esa organización.
En otra evaluación, realizada en 40 países por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo en 1995, los alumnos mexicanos de tercero y cuarto año de primaria y de primero y segundo de secundaria se ubicaron en los últimos lugares en matemáticas y ciencias.
El gobierno de México necesita escoger un patrón de competitividad consistente con la necesidad de reducir pobreza y desigualdades socioeconómicas, porque el país aún enfrenta esos problemas mayúsculos en gran parte atribuibles a la desigualdad educativa, indica un informe del Banco Mundial sobre México realizado en 2000.
Los niveles de desempeño en calidad no han sido alcanzados todavía, por lo que los logros educativos necesitan mejorar, añade el Banco.
Estudios de la UNAM señalan que México gasta 935 dólares por estudiante de primaria y 1.700 por estudiante de secundaria, mientras Estados Unidos invierte 5.500 y 7.200 dólares, respectivamente. (FIN/IPS/dc/ff/ed/02
