MEDIO ORIENTE: Al Jazeera crea tensión entre países árabes

Las críticas realizadas a los gobiernos de Jordania y Arabia Saudita en programas del canal satelital de noticias Al Jazeera provocaron un enfrentamiento diplomático entre ambos países y Qatar, sede de esa estación televisiva.

Al Jazeera es conocido como ”la CNN del mundo árabe” —en referencia al canal de noticias para abonados con sede en Atlanta, Estados Unidos— y tiene al menos 35 millones de televidentes asiduos, pero algunos gobiernos de la región lo consideran un problema crónico.

La última polémica internacional creada por Al Jazeera involucra a Jordania, Arabia Saudita y Qatar, cuyo gobierno ejerce gran influencia sobre el canal.

El gobierno de Jordania cerró las oficinas de Al Jazeera el pasado jueves y llamó en consulta a su embajador en Qatar, en protesta porque el canal presentó a los gobernantes jordanos como ”títeres de Estados Unidos e Israel”.

La reacción de Ammán respondió a un programa emitido el martes 6, llamado Al Ittijah Al Moakess (Dirección opuesta), en que los participantes criticaron a Jordania y a la política de su familia real en Medio Oriente.

Los participantes cuestionaron las bases del tratado de paz jordano-israelí de 1994, censuraron la política de Jordania hacia los palestinos e Iraq, y llamaron al rey Abdullah II y su difunto padre el rey Hussein ”mentirosos” y ”agentes” de los servicios secretos de Israel y de Estados Unidos.

La reacción del ministro de Información jordano, Mohammed Adwan, fue inmediata. ”Esta estación ha pasado por alto todos los valores profesionales y morales al abordar muchos asuntos nacionales”, declaró Petra, la agencia oficial de noticias.

”No se trata de libertad de expresión, sino de falsificación intencional de la noble historia de Jordania y sus líderes hachemitas”, sostuvo el canciller jordano Marwan al-Moasher, y acusó a Al Jazeera de utilizar ”tácticas baratas”.

La prensa jordana acusó al canal qatarí de intimar con Israel y sugirió que el gobierno de Qatar está dispuesto a colaborar con Estados Unidos en un ataque a Iraq, a diferencia de Jordania y Arabia Saudita.

Esa sugerencia se basa en recientes informes de que Estados Unidos podría utilizar a Doha como base militar en el Golfo en sus esfuerzos por derrocar al régimen iraquí de Saddam Hussein, luego de que Ammán y Riyad se negaran a cooperar.

El diario The Jordan Times afirmó que Qatar ”difama a países árabes a través de Al Jazeera para encubrir sus propios vínculos con Israel y sus acuerdos militares con Estados Unidos”.

”Ese canal de televisión es un cordero con Qatar y un león con el resto de los países árabes”, agregó.

Al Jazeera ”insiste en su imparcialidad pero se abstiene de cubrir cuestiones domésticas qataríes que puedan generar controversia”, sostuvo el periódico.

Pero no sólo Jordania está enojada con Al Jazeera. Las relaciones entre Arabia Saudita y Qatar se deterioraron en julio a causa de programas emitidos por ese canal que Riyad calificó de afrenta a la familia real saudí.

En un programa de entrevistas emitido en la última semana de junio, disidentes saudíes criticaron abiertamente a la monarquía saudí. El canal qatarí también emitió un documental sobre el fundador de Arabia Saudita, el difunto rey Abdulaziz, que Riyad consideró insultante.

El Consejo de Cooperación del Golfo también se quejó por coberturas de Al Jazeera y arguyó que ellas violan el código de conducta del bloque, que prohíbe los ataques de medios de prensa entre distintos países miembros.

Por su parte, Qatar admitió que Al Jazeera es ”un continuo dolor de cabeza”, pero insistió en que no cerrará el canal, que ofrece ”un panorama liberal en una región dominada por el pensamiento conservador”.

”Sí, hay resentimiento, pero también hay incompresión. Precisamos abrir un diálogo para superar este problema, dado que (los países árabes) somos una familia y compartimos el mismo destino”, declaró el canciller qatarí Hamad bin Jassim bin Jabr al Thani, y alegó el derecho a la libre expresión en defensa de Al Jazeera.

Pero aunque Doha sostiene que Al Jazeera es un canal independiente del sector privado, muchos países árabes creen que es casi un órgano oficial de prensa.

Las autoridades qataríes asimilan su relación con Al Jazeera a la del canal British Broadcasting Corporation (BBC) con el gobierno de Gran Bretaña.

Sin embargo, es sabido que el emir de Qatar ofreció una donación de 137 millones de dólares al canal, y que el canciller Al Thani, primo del emir de Qatar, posee un interés de 35 por ciento en la estación televisiva.

Al Jazeera, fundado hace cinco años, ganó notoriedad por sus entrevistas a Osama bin Laden, el saudí acusado por Estados Unidos de los atentados del 11 de septiembre, así como por sus debates abiertos sobre algunos temas tabú, en contraste con la mayoría de los medios de la región.

Actualmente, cobra 20.000 dólares por minuto por los derechos de transmisión de sus vídeos sobre Bin Laden.

Hanan Ragheb, investigador del departamento de comunicaciones de la Universidad Al Ain, consideró que las reacciones de Ammán y Riyad reflejan la escasa tolerancia de los gobiernos dictatoriales de la región a las críticas.

”No hay censura siempre que el blanco de las críticas sea un enemigo del gobierno, como sucede con Israel, pero las reglas del juego cambian cuando el blanco son las autoridades nacionales”, señaló Ragheb.

A pesar de las reservas de los gobiernos de la región hacia Al Jazeera, el canal goza de gran popularidad.

”Ofrece la verdad y también chismes. Las últimas noticias están en Jazeera”, comentó Noora Abdullah, un trabajador de Dubai Media City. (FIN/IPS/tra-en/nj/js/mlm/ic/02

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