El diálogo, el establecimiento de nuevos liderazgos y la educación resaltaron como mecanismos para la pacificación internacional en el foro mundial Paz en la paz, que reúne en la capital de Puerto Rico a artistas, economistas premios Nobel y activistas.
El contacto directo entre los diferentes y la capacidad de que todos se expresen libres de temor son mecanismos útiles para construir una cultura de paz, sostuvo Sara Ozacky-Lazar, líder del Centro Arabe-Judío para la Paz en Israel.
Este grupo, que Ozacky-Lazar conduce junto con la palestina Riad Kabha y recibió el premio en la materia de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), logró establecer un diálogo entre niños, educadores, mujeres y profesionales israelíes y palestinos.
Ozacky-Lazar sostuvo que, a pesar de las diferencias en un equipo compuesto por judíos y árabes, el diálogo fue posible porque ambas partes logran comprenderse recíprocamente gracias al contacto constante y que tienden a proponer las mismas soluciones.
El Centro elevará el mes próximo su propia propuesta para la paz en Medio Oriente, que consiste en la convivencia de dos estados —Israel y Palestina—, que se brinden seguridad mutua y compartan la soberanía de Jerusalén.
La organización prevé la recolección de dos millones de firmas, un millón de judíos y otro de árabes, en respaldo a su propuesta.
El fundador de la organización Economistas Aliados para la Reducción de Armas, el ex capitán de la Armada estadonudense durante la segunda guerra mundial Robert Schwartz, expuso otro enfoque: concienciar a la ciudadanía para elegir líderes con alma y compromiso por la paz.
Schwarz mencionó los brillantes y trabajadores jóvenes que dejaron empleos con buenos salarios para actuar en ámbitos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o en organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarme, los derechos humanos o el ambiente.
Ese tipo de personas son necesarias en los gobiernos y no tanto los que procedan del ejército, la religión o el mundo empresarial, agregó.
El economista propuso dar mayor poder a la ONU, pues se trata de la única organización internacional estructurada para la paz, si bien consideró necesario modificar el Consejo de Seguridad, pues ese organismo está dominado por potencias poseedoras de armas nucleares.
Los miles de millones de dólares asignados en los presupuestos estatales a las armas podrían tener un mejor destino en la ONU, donde se emplearían para ayudar en el desarrollo, lo que, a su vez, impediría que se originen nuevas guerras, agregó.
Otros de los 30 panelistas que participaron en la conferencia, organizada en conjunto por el Senado de Puerto Rico y por la Fundación Arias para la Paz y el Desarrollo, se concentraron en los mecanismos para construir la paz mediante actos de solidaridad, de compasión y de concienciación.
La integrante de la orden religiosa católica de Loreto Mary Ann McGivern dijo percibir un conflicto de baja intensidad en la elevada asignación presupuestal a la compra de armas y en el escaso aporte oficial al combate a la pobreza.
McGivern propuso enviar a la Casa Blanca cartas contra la posible invasión estadounidense a Iraq, y aplaudió los esfuerzos realizados en Puerto Rico por el desalojo de la presencia militar estadounidense.
Mientras, el médico y escritor Deepak Chopra propuso elevar la conciencia humana a un nivel más alto como mecanismo para acabar con la guerra y con la violencia. La ciencia y la tecnología son resultado de la creatividad humana, que es, en sí misma, una forma de conciencia elevada, dijo.
Chopra sostuvo que el conflicto israelo-palestino es un ejemplo de tipo de pensamiento dual que conduce al conflicto. El otro siempre es malo. Hay dualidad entre pecadores y santos, sagrados y profanos, afirmó.
Se prevé que de la conferencia surja un documento unificado sobre una nueva ética mundial a ser elevado a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable que se celebrará desde fines de este mes en la septentrional ciudad sudafricana de Johannesburgo. (FIN/IPS/tra-eng/ld/mj/dv/02
