DERECHOS HUMANOS: Críticas a informe de ONU sobre Jenín

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) evaluó de modo insuficiente los ataques de Israel en abril contra un campo de refugiados en la septentrional ciudad palestina de Jenín, según el grupo humanitario estadounidense Human Rights Watch (HRW).

El informe de la ONU, dado a conocer el jueves, es ”decepcionante”, y el foro mundial ”no puede estar orgulloso de él”, porque ”no aclara los hechos”, dijo a IPS Peter Bouckaert, de HRW, que lanzó en mayo un estudio propio de 50 páginas sobre lo ocurrido en Jenín.

La Autoridad Nacional Palestina sostiene que los ataques de Israel causaron la muerte de más de 500 personas. Pero el foro mundial registró la muerte en enfrentamientos de 52 palestinos, la mitad de los cuales podrían haber sido civiles, y de 23 soldados israelíes.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reconoció el jueves ante periodistas las limitaciones del informe, al señalar que no surgió de ”una investigación directa, sino que se construyó a partir de otros informes de público conocimiento”.

El estudio de la ONU fue elaborado a pedido de su Asamblea General, de 189 integrantes, tras la negativa del gobierno israelí a permitir que una misión de investigadores del foro mundial investigara en forma directa que ocurrió en Jenín.

Los autores del estudio criticaron a los soldados israelíes por matar a civiles, usar a civiles como escudos humanos, realizar arrestos de palestinos en forma arbitraria, y destruir propiedades en forma ”desproporcionada e indiscriminada”, pero eso no es suficiente según Bouckaert.

HRW sostuvo en su informe de mayo que ”fuerzas israelíes cometieron graves violaciones de normas humanitarias internacionales”, y que algunas de esas acciones ”parecen a primera vista crímenes de guerra”.

”Una de las principales prioridades de una misión investigadora de las Naciones Unidas debe ser determinar si esa extensiva devastación excedió las necesidades militares al punto de constituir un acto de destrucción intencional, o un crimen de guerra”, enfatizó.

”Caben dudas sobre algunos hechos, pero considero claro que la población palestina ha sufrido y aún sufre severas consecuencias humanitarias”, dijo Annan el jueves.

Las autoridades palestinas cooperaron con el equipo de la ONU, pero las israelíes no, e impidieron a los investigadores visitar el campo de refugiados de Jenín y otros territorios palestinos ocupados.

”Por lo tanto, no deseo ir más allá del muy limitado hallazgo de datos que se registra en el texto” del informe, indicó Annan.

”Sin embargo, confío en que este informe retrata en forma adecuada una realidad compleja”, añadió.

Los autores del estudio de la ONU acusaron a grupos armados palestinos de preparar trampas con explosivos en hogares de civiles, ”con soldados israelíes como objetivo, pero también con riesgo para civiles”.

El informe del foro mundial ”saca a los israelíes del atolladero”, porque no emplea la palabra ”ilícito” ni se refiere a la Cuarta Convención de Ginebra, sobre el tratamiento de los prisioneros de guerra, afirmó Bouckaert.

La ONU no analizó desde el punto de vista legal los graves abusos cometidos en Jenín, y debería haber llegado a conclusiones, aun sin cooperación israelí, alegó.

El activista expresó su convicción de que tropas israelíes cometieron ”crímenes de guerra” y ”deliberados asesinatos de civiles” en Jenín.

”Israel tiene el deber de juzgar a los soldados responsables de esos crímenes, ya que afirma ser una democracia”, aseveró Bouckaert.

Según el informe de la ONU, algunas muertes se debieron a que fuerzas israelíes atacaron ambulancias que llevaban heridos a hospitales, por lo menos en tres ocasiones, e impidieron actividades de asistencia humanitaria.

Varias organizaciones humanitarias informaron en forma independiente sobre civiles heridos en Jenín que debieron esperar días para recibir atención médica, porque soldados israelíes no permitían el paso a quienes querían asistirlos.

Según la ONU, la población civil de territorios palestinos ocupados por Israel ”padece severas privaciones, muchas de las cuales se han intensificado en forma aguda desde los acontecimientos registrados en el informe”.

En los principales centros urbanos de Cisjordania se registra un casi completo cese de la actividad industrial, la construcción, el comercio y los servicios públicos y privados, y eso exacerba el grave deterioro de la calidad de vida, indicó.

La violencia en territorios ocupados ha causado la muerte de 441 israelíes y más de 1.539 palestinos desde septiembre de 2000, cuando comenzó la actual ”intifada” (insurrección) palestina contra Israel.

”Los acontecimientos descritos en este informe, el continuo deterioro de la situación y ciclo de violencia en curso demuestran la urgente necesidad de que las partes en conflicto reanuden un proceso que los lleve a la mesa de negociaciones”, opinó Annan. (FIN/IPS/tra-eng/td/ml/mp/hd/02

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