COMERCIO: Vía rápida para Bush desata entusiasmo en Chile

El gobierno y la oposición en Chile llamaron este jueves a trabajar unidos para alcanzar un acuerdo a bilateral de libre comercio con Estados Unidos, luego de que el Congreso le concediera al presidente George W. Bush la facultad de negociar por la ”vía rápida”.

El gobierno de Ricardo Lagos calculó que a comienzos de 2003 podría estar concluida la negociación con Washington, en lo que algunos consideran el primer paso para la materialización del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuyas tratativas deben finalizar en 2005.

El senador Alejandro Foxley, de la cogobernante Democracia Cristiana, y el empresario Sebastián Piñera, líder del opositor Partido Renovación Nacional, de derecha, dijeron que los chilenos deben trabajar unidos, dejando de lado las confrontaciones políticas, para lograr el tratado con Estados Unidos.

El pesimismo que rodeó gran parte de las negociaciones bilaterales, iniciadas a fines de 2000, se trocó en franco optimismo este jueves, cuando el Senado estadounidense aprobó con 64 votos a favor y 34 en contra conceder a Bush la autoridad de promoción comercial (TPA, por su sigla en inglés).

Culminó así una larga lucha del mandatario estadounidense para lograr ese instrumento, conocido popularmente como vía rápida, que simplifica los engorrosos trámites legislativos para aprobar tratados comerciales internacionales en su país.

La TPA significa que el Congreso estadounidense debe pronunciarse por la aceptación o rechazo en bloque de los convenios de libre comercio con terceros, sin posibilidades de discutirlos o votarlos cláusula por cláusula.

Chile y Singapur tienen avanzadas negociaciones con Estados Unidos y están en los primeros lugares de la lista de los futuros socios comerciales de Washington.

Pero la importancia fundamental de la vía rápida para Bush está en que su gobierno contará con un mayor espacio de maniobra para las conversaciones del ALCA e, igualmente, en la nueva ronda global de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Tanto el proceso de la OMC como el del ALCA deberían finalizar en 2005, según los cronogramas trazados en ambas instancias internacionales.

Bush dispondrá de la TPA durante cinco años, según la ley votada por el Senado, que aprobó simultáneamente este jueves la restauración y ampliación de beneficios comerciales para Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

La vía rápida había sido votada favorablemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 27 de julio, lo cual abrió las puertas para su posterior y definitiva aprobación en el Senado.

Al superar las resistencias de los legisladores a la TPA, Bush, del Partido Republicano, se anotó un triunfo que su antecesor, Bill Clinton, del Partido Demócrata, fue incapaz de lograr en 1996.

La etapa decisiva de la tramitación parlamentaria en Estados Unidos comenzó el 6 de diciembre, cuando la Cámara de Representantes aprobó en primera instancia la vía rápida en una apretada votación de 215 votos contra 214 votos.

La discusión en el Senado, que comenzó el 2 de mayo, se complicó 12 días después, cuando se introdujo en esa cámara la llamada enmienda Dayton-Craig, sobre el derecho de los legisladores a rechazar cláusulas de tratados que contravinieran ”intereses” de Estados Unidos defendidos por su legislación ”antidumping”.

La disposición fue bautizada en Chile como la ”enmienda asesina”, por cuanto anulaba en los hechos las ventajas del TPA y porque implicaba una ratificación del polémico arsenal de leyes con que en Estados Unidos se sanciona a productos importados que supuestamente incurran en competencia desleal de precios.

La enmienda Dayton-Craig contradecía los compromisos que Washington asumió en la conferencia ministerial de la OMC de 2001 en Doha y se instalaba como un obstáculo prácticamente insalvable para el ALCA.

Brasil y otros países de América Latina mantienen la posición de que no se puede negociar el gran tratado continental de libre comercio mientras Estados Unidos no desmonte su copiosa legislación ”antidumping”.

El Senado estadounidense aprobó el 24 de mayo una primera versión de la TPA, pero con un contenido diferente al del proyecto votado en diciembre de 2001 en la Cámara de Representantes.

Fue preciso constituir una comisión mixta de ambas cámaras, que el 25 de julio acordó un texto de consenso, del cual se excluyó la enmienda Dayton-Craig, que fue el aprobado el 27 de julio por los representantes y este jueves por los senadores.

El senador Foxley, ex ministro de Hacienda, destacó que tanto el acuerdo de Chile con la Unión Europea, alcanzado en mayo, como las perspectivas positivas que se abren ahora para el tratado de libre comercio con Estados Unidos, demuestran la exitosa proyección internacional del gobierno de Lagos.

El tratado con Estados Unidos ”es un impulso de optimismo”, ya que abrirá a Chile un mercado de 300 millones de consumidores.

”Actualmente estamos exportando 12 dólares por (cada habitante) estadounidense. De concretarse este acuerdo (de libre comercio), la cifra subirá a 24 dólares”, afirmó Piñera.

Según el dirigente derechista, el acuerdo con Estados Unidos posibilitará nuevas inversiones en Chile por unos 1.400 millones de dólares, que permitirá la creación de 150.000 puestos adicionales de empleo.

Foxley coincidió con Lagos en que la etapa más compleja de la negociación con Estados Unidos se abrirá en septiembre, cuando los equipos de ambas partes comiencen a tratar los llamados temas sensibles.

Entre éstos se incluyen los asuntos laborales y ambientales, así como los mecanismos de solución de controversias, vinculados a eventuales litigios por competencia desleal de precios u otras áreas que configuran las barreras no arancelarias en Estados Unidos. (FIN/IPS/ggr/dm/if/02

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