BRASIL: TV promueve candidatos maniatados en economía

El ascenso del candidato oficialista a la presidencia de Brasil José Serra en las encuestas divulgadas el martes y este miércoles demuestra que la televisión será decisiva en las elecciones del 6 de octubre.

El socialdemócrata Serra, que parecía condenado al fracaso en un lejano tercer puesto, resucitó en las tres últimas consultas realizadas entre el sábado y el lunes y que reflejan el impacto de la propaganda electoral por radio y televisión iniciada el 20 de este mes.

La actual campaña electoral revela fuertes y rápidas oscilaciones en la inclinación del electorado, siguiendo la mayor o menor presencia de los candidatos en los medios de comunicación.

La imagen personal ganó mayor peso, debido a la similitud de los programas de gobierno, especialmente en economía, presentados por los principales postulantes a suceder a Fernando Henrique Cardoso.

La crisis heredada y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dejan poco margen de maniobra a la gestión económica de los próximos años, impidiendo así la oferta de soluciones diferentes.

La candidatura de Serra ganó aliento principalmente en la encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, al conseguir 17 por ciento de las intenciones de voto de los entrevistados, seis puntos porcentuales por encima del resultado de la semana anterior.

Por su parte, el postulante del centroizquierdista Frente Laborista, Ciro Gomes, cayó de 26 a 21 por ciento en el mismo lapso comparado

Gomes, ministro de Hacienda por cuatro meses en 1994 y ex gobernador del nororiental estado de Ceará, y Serra, ex ministro de Salud, pelean el segundo lugar en las encuestas con vistas a la primera ronda electoral del 6 de octubre.

Luiz Inacio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), mantiene un estable liderazgo, con 35 por ciento de la preferencia de los entrevistados, y todos los analistas consideran que tiene el pasaje asegurado a la segunda vuelta presidencial, a realizarse el 27 de octubre.

Otras dos encuestas, llevadas a cabo por los institutos Vox Populi y Sensus, también indicaron la misma tendencia, aunque con Serra más alejado detrás de Gomes.

Analistas políticos atribuyen los cambios al mejor desempeño televisivo de Serra, quien criticó agresivamente a Gomes y puso en el aire hechos y declaraciones anteriores del oponente, que contradicen sus afirmaciones actuales.

Serra, postulado por una coalición de los dos mayores partidos del país, el Socialdemócrata y el Democrático Brasileño, dispone de más tiempo que sus rivales en las dos horas diarias que las emisoras de radio y televisión abierta deben destinar de modo gratuito a la propaganda electoral.

La televisión parece más decisiva en estas elecciones que en ocasiones anteriores. El horario gratuito en la pantalla chica ”tiene peso considerable y las intenciones de voto no son decisiones inmutables”, reconoció Dora Kramer, comentarista de los diarios Jornal do Brasil y O Estado de Sao Paulo.

Gomes se convirtió en uno de los favoritos desde junio, cuando casi triplicó las adhesiones después de aparecer en forma reiterada en la televisión, aprovechando programas de los tres pequeños partidos que lo apoyan, coligados en el Frente Laborista.

En Brasil, los partidos tienen periódicamente derecho a difundir sus ideas por cadena nacional de radio y televisión, fuera del período electoral.

Además, Gomes se benefició del apoyo explícito de su compañera de fórmula, la conocida actriz de telenovelas Patricia Pilar, que conmovió al país algunos meses atrás al confirmar públicamente que padecía cáncer de mama y aparecer totalmente calva.

Ahora es Serra quién tiene la ventaja. Su coalición le asegura más de 20 minutos diarios de televisión, frente a poco más de ocho minutos de Gomes. Además el postulante oficialista dispone de recursos y asesores para hacer propaganda eficaz.

A Ciro Gomes no le queda otra salida que contraatacar a Serra, afirmando su oposición al gobierno y recurriendo a Pilar, recomendó Antonio Carlos Magalhaes, ex presidente del Senado.

La baja popularidad del gobierno de Cardoso y el conocido rechazo de la población a alternativas radicales obligan a todos los candidatos a presentarse como opositores moderados, con promesas de cambio, pero manteniendo la principal conquista de la actual gestión, la estabilidad monetaria.

Serra admite ser el candidato del gobierno, pero asegura que promovería nuevos rumbos en la economía, para crear ocho millones de empleos y realizar mayores inversiones en el área social.

Los tres principales candidatos prometen promover un fuerte crecimiento económico, eliminando obstáculos como las altas tasas de interés, y elevar el superávit comercial con más exportaciones, sin explicar cómo superarán la contradicción entre sus distintos objetivos y las trabas del acuerdo con el FMI.

Lula, Gomes y Serra se comprometieron, por ejemplo, a realizar una reforma tributaria para gravar menos la actividad productiva y, a la vez, seguir cumpliendo el esfuerzo fiscal acordado con el FMI, de un superávit en las cuentas públicas equivalente a 3,75 por ciento del producto interno bruto.

En esas condiciones, a Gomes le pueden ser fatales algunas pequeñas faltas a la verdad destacadas por Serra, como la afirmación de que nunca estudió en escuelas privadas.

A Serra le cuesta apartarse de la impopularidad del gobierno, al que sirvió como ministro de Salud, y Lula enfrenta el rechazo de buena parte de la población por ser un ex obrero, sin estudios superiores. (FIN/IPS/mo/dm/ip/02

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