El liberal Gonzalo Sánchez de Lozada volverá este martes a la presidencia de Bolivia, que ejerció entre 1993 y 1997, decidido a concretar un millonario proyecto para exportar gas natural a América del Norte, pero con fuerte oposición parlamentaria.
El Congreso legislativo eligió para gobernar el país los próximos cinco años a Sánchez de Lozada, quien había ganado los comicios generales del 30 de junio con 22,4 por ciento de los votos, apenas 1,5 por ciento por encima del líder indígena Evo Morales.
Sin embargo, Sánchez de Lozada, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), logró en esta instancia sumar 84 de los 157 legisladores (130 diputados y 27 senadores), mientras que Morales, del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) sólo fue apoyado por 43. Se registraron 28 votos nulos y dos en blanco.
Las dos cámaras del Congreso, reunidas en asamblea conjunta, realizaron el domingo una maratónica sesión para elegir al sucesor de Jorge Quiroga entre los dos candidatos más votados en las elecciones generales, como establece la Constitución cuando el ganador no supera 50 por ciento de los sufragios.
Sánchez de Lozada, de 72 años, alcanzó la mayoría en el Congreso gracias a un acuerdo con el socialdemócrata Movimiento de Izquierda Revolucionario, liderado por el también ex presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), su antiguo opositor.
El líder del MNR también recibió el apoyo de la gobernante Acción Democrática Nacionalista y de la Unidad Cívica Solidaridad.
El mandatario electo, que asumirá el cargo este martes en el marco de la celebración por el aniversario de la independencia, anunció que creará un nuevo ministerio dedicado a desarrollar el sector de producción de gas natural, masificar su uso en el país y buscar nuevos mercados.
El nuevo gobierno deberá elegir entre un puerto chileno o uno peruano para construir un gasoducto desde los ricos yacimientos gasíferos bolivianos y una central de licuefacción que permita exportar ese combustible a Estados Unidos y México por el océano Pacífico.
La operación, a cargo del consorcio internacional Pacific LNG, requiere una inversión de 6.000 millones de dólares y es considerada clave para el desarrollo de Bolivia.
Sánchez de Lozada pidió un mes de plazo a la compañía Sempra Energy, que distribuirá el gas en América del Norte, para poder tomar una decisión, y descartó realizar una consulta popular para elegir la central marítima, igual actitud a la que tuvo en su primer gobierno para encarar el proceso de privatizaciones.
Hemos establecido una política nacional sobre el gas. Vamos a crear un ministerio sin cartera exclusivamente de hidrocarburos. (…) Vamos a tomar decisiones populares o impopulares, porque se ha elegido a este gobierno para que haga, pero no para que deje de hacer, dijo el líder del MNR tras ser proclamado presidente.
El presidente electo ha manifestado preferencias por utilizar algún puerto septentrional de Chile para exportar el gas, al igual que sectores empresariales.
En cambio, esa propuesta es rechazada por los opositores MAS, Movimiento Indígena Pachakuti y la derechista Nueva Fuerza Republicana (NFR), liderada por el capitán retirado Manfred Reyes, tercero en la contienda electoral de junio.
El MAS propone nacionalizar el gas y aumentar los impuestos a la extracción de hidrocarburos hasta 50 por ciento. Vamos a evitar la venta del gas, advirtió el senador del MAS, Filemón Escobar.
Para concretar el proyecto desde Chile, el próximo gobierno de Sánchez de Lozada deberá suscribir un tratado con Santiago, que defina las condiciones de exportación del gas, y conseguir su posterior ratificación en el Congreso, con el apoyo de al menos dos tercios de los legisladores, que equivale a 105 votos.
Por eso, Sánchez de Lozada se verá obligado a buscar 21 votos entre los sectores de la oposición.
El partido de Morales, que dio la gran sorpresa en junio al superar en las urnas a la favorita NFR, cuenta con un tercio de las bancas del Congreso, ocupadas por indígenas productores de coca y líderes sindicales.
Morales había sido cuestionado en la campaña electoral por el gobierno de Estados Unidos, debido a su rechazo al Plan Dignidad, un programa de erradicación de cultivos ilícitos que Washington apoya y cuya continuación dijo esperar.
El presidente Quiroga señaló el domingo en su última reunión de gabinete que el proyecto para exportar gas natural a América del Norte podría darle ingresos anuales al Estado por 400 millones de dólares.
Tenemos mucho gas, pero si lo dejamos bajo suelo, Bolivia se queda en el suelo. Si lo dejamos enclaustrado y sólo atendiendo los mercados del Cono Sur vamos a tener, por el gas enclaustrado, un desarrollo muy limitado, dijo Quiroga.
Sánchez de Lozada, un empresario minero que estudió filosofía y letras en la estadounidense Universidad de Chicago, encabezará el quinto gobierno democrático consecutivo desde 1982, cuando finalizó una serie de regímenes dictatoriales en este país, de 8,1 millones de habitantes.
Los presidentes Eduardo Duhalde, de Argentina, Alejandro Toledo, de Perú, y Hugo Chávez, de Venezuela, confirmaron su presencia en la ceremonia de cambio de gobierno de este martes.
Chile estará representado por el ministro del Interior, José Miguel Insulza, y Paraguay por el canciller José Antonio Moreno Ruffinelli. También asistirá el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.
Así mismo, se espera la llegada del jefe de la Oficina de Política Nacional contra las Drogas de la Casa Blanca, John Walters. (FIN/IPS/rp/dm/ip/02
