(Arte y Cultura) LIBROS-ESTADOS UNIDOS: Lo que Bush lee

El libro de ficción que el diario The New York Times identifica como el más vendido en Estados Unidos desde julio puede explicar por qué el gobierno de George W. Bush parece odiar a la ONU y a las misiones de paz, amar al primer ministro israelí Ariel Sharon y desear la guerra contra Iraq.

”The Remnant: On the Brink of Armageddon” (El remanente: Cerca de Armagedón) es el décimo de una serie de 14 volúmenes basada en el Apocalipis bíblico y cuya publicación concluirá en 2006. Los autores son el líder de la derecha cristiana Tim LaHaye y el ex periodista deportivo Jerry B. Jenkins.

En cierta medida, ”The Remnant…” refleja las ideas o ideales del gobierno de Bush. El propio presidente es un cristiano ”renacido” (que fortaleció su fe) y, según él mismo afirma, adhiere a una lectura literal del Apocalipsis.

Bush suele conversar con frecuencia con Billy Graham, el evangelista televisivo más famoso de Estados Unidos y consejero de cuatro presidentes, cuyas memorias fueron escritas con la ayuda de Jenkins.

El séptimo, octavo y noveno volúmenes de la serie de Jenkins y LaHaye también habían llegado al primer lugar de la lista de libros de ficción de The New York Times. El anterior, ”The Desecration” (”La profanación”), fue, incluso, el más vendido de todo el año pasado.

Como obra literaria, de suspenso o teológica, ”The Remnant…” no tiene mucho que ofrecer. En cambio, el primer libro de la serie, ”Left Behind” (”Dejados atrás”), publicado en 1995, se lee como una novela de espionaje como las de Tom Clancy y formula con claridad las motivaciones ideológicas y políticas de los autores.

La serie cubre La Tribulación, el periodo de siete años que, según el Apocalipsis, comenzará con El Rapto o el Arrebatamiento, cuando los justos serán transportados al Paraíso, y culminará con la batalla de Armagedón, cuando Jesucristo volverá a la Tierra y dará inicio a 1.000 años de reinado.

El Anticristo parece un pacificador, pero oprime a los justos, según los cristianos. Durante el reinado del Anticristo, Dios castigará al mundo con una serie de desastres de dimensiones cósmicas, desde pestes hasta terremotos.

”Left Behind” se refiere a quienes serán abandonados en la Tierra luego del Rapto, cuando los ”salvados”, simplemente, desaparecerán, no sin antes dejar su ropa y otros efectos personales pulcramente guardados.

Las primeras páginas de la novela transcurren dentro de un avión comercial. Cien de los 300 pasajeros se desvanecen, dejando al resto sumidos en el pánico y la consternación.

En el simbolismo de la serie de Jenkins y LaHaye, ese centenar de ”salvados” representan a los ”cristianos renacidos”, que serían alrededor de un tercio de los estadounidenses.

El periodista Cameron ”Buck” Williams, de la revista Global Weekly, y el piloto Rayford Steele, seguirán en el vuelo. La esposa de Steele, una acendrada evangelista, y sus dos hijos menores, han sido ”salvados”.

Luego de consultar la Biblia de su esposa y ver un vídeo en que aparece el ahora desvanecido pastor de su iglesia, Steele y su hija Chloe llegan a la conclusión de que deberán dedicarse sin demoras a la religión, pues de lo contrario perderán toda esperanza de salvación.

Mientras, Williams recibe la orden de investigar las desapariciones. Pero el periodista se distrae con el espectacular ascenso del flamante presidente de Rumania, Nicolae Carpathia, respaldado por dos poderosos inversores y por un israelí ganador del premio Nobel, Chaim Rosenzweig.

En una visita a la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Carpathia se hace con el control del foro mundial cuando recita el nombre de cada país miembro en orden alfabético.

Con la ayuda de Steele y Chloe, de quien se enamora, Williams se da cuenta pronto qué es lo que sucede: Carpathia es, por supuesto, el Anticristo, quien luego del primer volumen se hace llamar ”Potentado de la Comunidad Global”.

A continuación, instala la sede de la Comunidad Global a Nueva Babilonia (Bagdad) y ordena a sus soldados, llamados ”pacificadores”, a desplegarse por todo el mundo con la misión de pasar por la guillotina y reprimir a los justos y a los que se rehúsen a aceptarlo.

En los siguientes nueve volúmenes, Steele, Chloe, Williams y Rosenzweig, ahora vuelto contra Carpathia, serán piezas clave de la Fuerza de la Tribulación, ejército equipado con la última tecnología.

El líder de la Fuerza es Tsión Ben-Judah, ”rabino y estadista israelí que revela su fe en Jesús como el Mesías por la televisión internacional”.

La Fuerza de la Tribulación se dedica a frustrar, a veces con ayuda celestial, las perversas conspiraciones de Carpathia y de sus ”pacificadores” de la Comunidad Global.

La Fuerza es bastante multinacional, pero no mucho. En ella revistan una enfermera indígena norteamericana, Hannah Palemoon, y un doble agente y genio de las computadoras de 17 años, Chang Wong, que suele alertar sobre los planes de Carpathia a sus compañeros desde la sede de la Comunidad Global, por teléfono.

Al parecer, el Anticristo y su jefe de inteligencia, Suhail Akbar, no sospechan de Chang, quien tiene su oficina junto a la de sus jefes.

La mayoría de los héroes, por supuesto, son estadounidenses, especialmente los hombres. Las mujeres, como Chloe, tienden a seguir órdenes, cuando no están haciéndose cargo de los niños, y casi siempre deben ser rescatadas.

La Fuerza de la Tribulación cuenta con un par de árabes, los latinoamericanos son muy pocos y no hay casi ningún africano.

Los europeos tienden a ubicarse del lado equivocado. El propio Carpathia refleja los peores estereotipos europeos predominantes en Estados Unidos: es suave, tranquilo, sofisticado, cínico, cruel, vanidoso, tramposo y ”comprometido con el desarme mundial”.

Los soldados de la Comunidad Global son expuestos como incompetentes. En ”The Remnant…”, los únicos con nombre se llaman Platón y Sócrates, en lo que constituye una especie de comentario crítico a la Ilustración.

La sádica comandante Elena, por su parte, refleja el modo en que los autores ven a las mujeres cuando no son sumisas.

El tratamiento a los judíos es ambivalente: se oponen al Anticristo, pero sufren numerosas dificultades por su negativa a aceptar a Jesucristo como Mesías. La conversión de Rosenzweig y de Ben-Judah cumple fantasías cristianas antisemitas que se remiten a las enseñanzas de San Pablo.

Luego de recordar, entrevistado por The Washington Post, que se opone a la ONU hace medio siglo, LaHaye atribuyó a Dios el éxito comercial de sus libros escritos con Jenkins.

”Dios eligió esta herramienta en una muy sofisticada sociedad secular”, afirmó, para luego exhortar a sus lectores a ”rezar por el presidente”. (FIN/IPS/tra-eng/jl/ml/mj/ip cr/02

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