(Arte y Cultura) CINE-MEXICO: Padre Amaro vence a conservadores católicos

Grupos católicos de México perdieron la batalla para impedir la exhibición comercial de ”El crimen del padre Amaro”, una película que muestra a sacerdotes involucrados en relaciones amorosas y políticas, en abuso de poder y en narcotráfico.

El filme del director Carlos Carrera tuvo un costo superior a 1,5 millones de dólares y parte de ese monto fue financiado por un fondo del gobierno. Es una adaptación libre, de 120 minutos, de la novela homónima escrita en 1857 por el portugués José María Eça de Queiroz.

La película, que comenzará a exhibirse el 16 de este mes en 300 salas de México, es para algunos católicos una obra sacrílega, que viola la ley. Los funcionarios que la patrocinaron deberían renuncia, dijo a IPS Rocío Gálvez de Lara, presidente del grupo antiabortista Pro-Vida.

”El crimen del padre Amaro” fue clasificada por los censores del gobierno como una película para mayores de edad y para jóvenes de 15 años a 18 años acompañados de algún adulto. Además, los distribuidores la promocionan con la advertencia de que el filme ”podría herir su sensibilidad”.

La trama se concentra en Amaro, un joven de 24 años recién ordenado sacerdote que llega a un pueblo del interior de México para auxiliar en los servicios religiosos a otro clérigo de mayor experiencia.

Amaro, protagonizado por el actor mexicano Gael García, conoce en el pueblo a una chica de 16 años de quien se enamora.

El joven sacerdote vive entonces el conflicto de su amorío, mientras descubre que el religioso al que apoya abusa de su poder y recibe dinero de narcotraficantes y que otro cura de la diócesis apoya a grupos guerrilleros.

Para Gálvez de Lara, la película es una producción oportunista que pretende aprovecharse y ensalzar los escándalos de paidofilia en la Iglesia Católica divulgados en los últimos meses.

La polémica en torno a casos de sacerdotes paidófilos cobró fuerza en abril en México, luego que algunos obispos admitieron que se habían ocultado y hasta se había llegado a pagar fuertes sumas de dinero para conseguir el silencio de las víctimas.

Pero Carrera, de 40 años y con una filmografía donde destacan más de 30 premios nacionales e internacionales, niega cualquier oportunismo o afán por denigrar a los católicos.

El proyecto para filmar ”El crimen del padre Amaro” data de tres años atrás y sólo se pudo realizar cuando se consiguió el financiamiento, quizá lo que hay es alguna coincidencia, declaró.

”En la película hay una visión sobre la institución eclesiástica, pero no es sobre la religión, sino que es una reflexión sobre la gente que usa a la religión para su propio provecho, lo que es algo real”, añadió.

Sin embargo, Pro-Vida no detuvo su combate contra la película y se unió al grupo Católicos Unidos por México para realizar una campaña en medios de comunicación locales y en la red mundial de computadoras para evitar su exhibición.

La campaña, con apoyo de la Iglesia Católica mexicana, logró en un principio que al menos se pospusiera la presentación de la película en el circuito comercial durante la visita del Papa Juan Pablo II, quien permaneció en el país del 30 de julio al 1 de este mes.

Los detractores del filme sostienen que su exhibición es ilegal, por violar un artículo de la Constitución en el cual se establece que ”la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa sino en caso de que ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público”.

”Esta obra que se dice cultural, es un ataque directo a los creyentes católicos y a la Iglesia por lo que deberían renunciar los que dirigen las instituciones del gobierno que lo apoyaron, violando la ley”, reclamó Gálvez de Lara.

En cambio, Carrera opinó que es muy ambiguo el texto constitucional y reivindica su derecho a expresarse en la cinta.

Para filmar el ”Crimen del padre Amaro” fue necesario recurrir a recursos del estatal Fondo de Fomento a la Producción del Cine de Calidad y de productores locales, de Argentina, España y Francia.

El gobierno de Vicente Fox, quien se declara abiertamente católico, guardó silencio sobre los reclamos de Pro-Vida y Católicos Unidos por México, y autorizó la difusión de la película.

Carrera, realizador de obras como ”Un embrujo”, ”Sin Remitente”, ”La vida conyugal” y ”La Mujer de Benjamín”, reconoció que su nueva película ”es una crítica severa a la Iglesia Católica como institución”. No obstante, consideró que es muy respetuosa de la religión.

El asunto que aborda el ”Crimen del padre Amaro” no había sido tratado antes por el cine de México, donde más de 80 por ciento de sus 100 millones de habitantes se declaran católicos.

El director de la película expuso que su filme ”simplemente muestra la caída moral de un sacerdote de 24 años, sus relaciones con el crimen y la forma en que enamora de una joven de 16 años”.

La cinta, filmada entre noviembre y diciembre del año pasado, se desarrolla en ambientes cerrados y sus locaciones principales fueron una barrio marginal de la capital mexicana y un poblado del estado de Veracruz, en el Golfo de México.

El director de programación de la cadena de cines Cinemark, Jean Pierre Leleu, explicó la decisión de poner en exhibición la película se debe a que ”afortunadamente” en el México de hoy existe apertura y democracia. Además, Carrera es un gran director y hace buenas películas, apuntó. (FIN/IPS/dc/dm/cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe